Enfermedades frutales del cuello y de la raíz (II): agentes causales, síntomas y control de mal de cuello y podredumbre radicular

La verticilosis es causada por un hongo "Verticillium dahliae", afecta a frutales de hueso, almendro y olivo, además se la conoce en algodón, girasol, tomate y pimiento. El síntoma más representativo es el marchitamiento, ocasionalmente produce la muerte de la planta. "V. dahliae es un habitante del suelo, penetra en primavera por las raíces; las heridas producidas por insectos o roturas mecánicas favorecen su penetración. No se conoce ningún método de control eficiente, sólo existen estrategias preventivas. La tumoración del cuello y raíces están provocados por la bacteria "Agrobacterium tumefaciens". Se le conocen multitud de huéspedes, tanto leñosos como herbáceos. El primer síntoma es un decaimiento de la producción de la parcela, que es progresivo. Los árboles pierden vigor y producción, pero no suelen morir. Los síntomas visibles son tumoraciones de número variable. La introducción de la bacteria proviene normalmente de material vegetal infectado. La primera práctica para el control de la enfermedad es cuando se planifica la replantación de una plantación afectada, evitando parcelas con antedentes hasta cinco años antes y utilizando material vegetal sano. La llamada "fatiga del suelo" son problemas derivados de la replantación, con muy diversos agentes causales (nemátodos, hongos, factores abióticos), favorecidos por el caracter intensivo de la producción frutal, con sustituciones frecuentes y sin espacio de espera. La nueva plantación presenta un pobre desarrollo sin causa aparente. La medida de control más efectiva es el barbecho de las parcelas afectadas