El limón de España consigue la huella hídrica más baja del sector hortofrutícola

En España, el cultivo de limón ha aumentado su productividad en un 274% desde 1990, reduciendo su huella hídrica, el consumo de agua utilizado tanto en su cultivo como en su distribución y comercialización. Así lo recoge un estudio de Alimpolo, la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo, que ha seguido la metodología establecida por Water Footprint Network (WFN), la organización internacional de referencia para la medición de la huella hídrica de cualquier actividad económica. En los últimos 30 años la huella hídrica del limón en España se ha reducido un 39%. El sector se enfrenta a la competencia de productores extracomunitarios. Las exigencias europeas garantizan la calidad, la trazabilidad y la seguridad alimentaria de los limones cultivados en la UE, además de su sostenibilidad medioambiental, características cada vez más demandadas por el consumidor y clave para la competitividad del cultivo en los mercados globales