Alteraciones reproductivas por parvovirus porcino y mal rojo, prevención y control

La viabilidad económica de muchas explotaciones de porcino depende de su éxito reproductivo, por lo que el control de las alteraciones de este proceso es fundamental. La reproducción porcina está influida por muchos factores (nutricionales, de manejo y bienestar animal, genéticos, infecciosos...). El artículo se centra en las dos enfermedades infecciosas más importantes que afectan a la procreación del ganado porcino. Los agentes infecciosos pueden causar alteraciones reproductivas de forma específica si se replican en el aparato reproductor (como en el caso del parvovirus porcino) o a través de otros mecanismos, como infecciones sistémicas que incluyen fallo reproductivo si el aparato reproductor está afectado (como en el mal rojo, de origen bacteriano). El control más efectivo de estas dos enfermedades radica en un programa de vacunación que asegure un buen estado inmunitario de los animales para evitar la transmisión. El mejor momento para la vacunación es antes de la inseminación, para que las cerdas hayan seroconvertido en el momento de la fecundación, evitando así las infecciones durante la gestación y asegurando la transferencia de anticuerpos a los lechones con la toma de calostro. La prevención es una vez más, clave: el plan de vacunación ha de ir acompañado de las medidas adecuadas de manejo, bioseguridad y un entorno que garantice el bienestar animal de los cerdos