Nochevieja de 1909. La cosecha de uva blanca en Alicante batió todas las expectativas, hasta el punto de que los productores no sabían qué hacer con el excedente . Las dificultades para colocar esta fruta en el mercado obligaron a los viticultores a buscar soluciones imaginativas , y de ahí viene la tradición de tomar las 12 uvas de la suerte cuando cambiamos de año.
Más de un siglo después, el problema no es la uva sino la aceituna de mesa . Donald Trump se ha convertido en un auténtico dolor de muelas para los aceituneros desde que impuso un arancel a la importación de aceitunas negras españolas en julio de 2017, alegando que se vendían por debajo del precio de mercado por las "injustas" subvenciones europeas de la Política Agraria Común (PAC). Fue su respuesta a una queja de dos empresas californianas con intereses en el sector, empeñadas en denunciar una supuesta situación de competencia desleal .
La polémica decisión se ha traducido en pérdidas millonarias para los aceituneros españoles, que siguen sin remontar el vuelo. Las exportaciones a Estados Unidos se han desplomado un 17% en 2018-2019 (septiembre-diciembre), con 4.467 toneladas menos respecto a la campaña anterior. Así lo advierte el último 'Boletín de comercio exterior de aceituna de mesa', elaborado por el Ministerio de Agricultura .
"La importante caída de las exportaciones a nuestro principal destino (EEUU) no es compensada por el incremento de las salidas a otros países ", explica. Los aranceles de Trump han lastrado la comercialización de la aceituna de mesa en su conjunto, pues cae un 3% en volumen (hasta las 273.750 toneladas, de las cuales más de la mitad se han vendido fuera de España) y desciende un 2% en valor (hasta los 245 millones de euros).
El desplome es aún más pronunciado ( -12% ) si se compara con la media de ventas en volumen de las últimas cuatro campañas. Al menos aguanta tanto en valor unitario , con 2.384 euros por tonelada en la última campaña (+1%), como en producción: 587.240 toneladas en 2018-2019, un 4% más.
Estados Unidos es el primer cliente de España en aceituna de mesa, seguido a gran distancia por los mercados italiano, ruso , galo, alemán, portugués, árabe, canadiense, británico, brasileño y australiano. Las exportaciones en volumen han crecido en Italia, Canadá y Arabia Saudí, se mantienen estables en Rusia, Reino Unido y Australia y descienden en Francia, Alemania, Portugal y Brasil.
El Gobierno ha llevado la cuestionada medida de Trump a la Organización Mundial de Comercio (OMC) con el fin de reclamar indemnizaciones para los aceituneros. Así lo avanzó en febrero la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. La Comisión Europea ya hizo lo propio tras considerar que los aranceles del 34,75% son " injustificables ".
Las pérdidas superan los 27 millones de dólares (23,8 millones de euros) solo en 2018, como advirtió la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa). Ahora, el miedo está en que Trump extienda los aranceles a otros productos de nuestra tierra, como el aceite de oliva.
Pero los aceiteros descartan esa opción por la escasa capacidad de Estados Unidos para producir oro líquido. Apenas tiene un peso del 0,19% en la producción mundial , mientras nuestro país genera más de la mitad del aceite de oliva que se consume en todo el planeta. O dicho de otra manera, Trump depende de Italia y España para cubrir la demanda interna , razón de más para no poner palos en las ruedas de sus principales suministradores.