Tres empresas aragonesas, junto a Microsoft Azure, han desarrollado un proyecto basado en la recogida de datos para la mejora de la rentabilidad de los viñedos.
Alejandro Royo
Los sensores, en este caso desarrollados por la empresa aragonesa, son herramientas cada vez más habituales en el sector agrario. libelium
Proporcionar a los gestores de las explotaciones el análisis técnico más preciso de las variables determinadas , facilitarles la identificación de aspectos cruciales que les pemitan tomar mejores decisiones y analizar y conceptualizar el producto y la marca son algunos de los objetivos del proyecto de agricultura inteligente que ha puesto en marcha Ibercaja, con la colaboración de Microsoft Azure, en dos explotaciones vinícolas de las localidades de Fraga y Alfamén.
Además de aportar una mayor eficiencia a las explotaciones, esta novedosa tecnología es más sostenible por el consumo y atiende al compromiso que los impulsores del proyecto mantienen con el medio ambiente. Así, la aplicación, que se enmarca en Agrotech -plataforma de financiamiento de IoT para agrónomos impulsada por Ibercaja y desarrollada por EFOR y Libelium-, pretende dar respuesta a las necesidades actuales de las bodegas , que precisan maximizar el potencial enológico de los viñedos, adaptándose a las condiciones extremas, para obtener mayor calidad y mejor productividad en la vendimia.
Una necesidad que se produce dentro de un contexto en el que las muchas bodegas están desarrollando nueva tecnología IoT para hacer frente al cambio climático y conocer previamente los parámetros que determinan el carácter y calidad del vino, como temperatura, lluvia, evotranspiración, luz solar o viento, entre otros.
Mediante la instalación en el terreno de sensores inteligentes, fabricados por Libelium, y el análisis de los datos en la nube de Microsoft Azure, los agricultores podrán realizar un consumo más eficiente de los recursos naturales , en especial del agua, un bien escaso que requiere una concienciación de toda la sociedad para hacer un uso optimizado, tanto por parte de los productores como de los consumidores.
Además, esta tecnología de Inteligencia Artificial proporciona a los productores una mayor trazabilidad de su explotación , ya que les permite conocer el momento óptimo para sembrar, regar, fertilizar o cosechar. La información acerca del estado de los cultivos se obtiene en tiempo real y de forma motorizada y analiza la evolución de los indicadores establecidos, como temperatura ambiental y del suelo, humedad del suelo, presión atmosférica, vigor de la planta, precipitaciones registradas en el terreno o velocidad del viento, para facilitar la toma de decisiones en cada uno de los momentos del ciclo productivo. Los datos se actualizan cada 15 minutos. El centro de almacenamiento y proceso de datos está situado en las oficinas de EFOR en Zaragoza, lo que facilita la administración del sistema para desarrolladores.
Todo ello, unido a la posibilidad que ofrece este sistema innovador de manejar de forma remota estas variables, proporciona a los agricultores una mayor eficiencia en sus explotaciones, lo que les permitirá un mayor desarrollo de su negocio y contribuirá a mejorar el tejido productivo en el territorio.
La obtención y el análisis de los datos para modelar los terrenos agrícolas y facilitar la tecnificación del sector fueron objetivos principales del proyecto, a los que posteriormente se sumaron el desarrollo de la 'app' para teléfonos inteligentes para que los usuarios accedan a los datos en tiempo real y de forma visual a través de gráficos.
El proyecto se ha puesto en funcionamiento en varias explotaciones agrícolas de Aragón y, según han dado a conocer sus impulsores, se irá ampliando próximamente a otras regiones. España, con más de 4.000, es el país con mayor número de bodegas del mundo. De ellas, la mayoría son pequeñas y medianas empresas.
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