La Inspección de Trabajo supervisará de forma especial las condiciones de los alojamientos para temporeros en el desarrollo de las campañas agrícolas de 2019 en Castilla-La Mancha, que empiezan en mayo con la campaña del ajo y finalizan con la de la aceituna, que empezará en noviembre.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, ha avanzado este lunes que uno de los aspectos en los que va a incidir la Inspección de Trabajo en las campañas agrícolas será la de supervisar la seguridad e higiene de los alojamientos que tienen que poner a disposición de los temporeros tanto los empresarios como otros actores sociales, con el fin de que estos tengan unas condiciones dignas.
Asimismo, ha adelantado que se va a solicitar la colaboración de los ayuntamientos, al ser las instituciones que están más cerca del lugar donde se realizan estas labores, para que vigilen especialmente las condiciones de habitabilidad de los alojamientos de los trabajadores temporeros.
Tierraseca ha hecho estas consideraciones tras la reunión que ha celebrado la Comisión Regional de Coordinación e Integración Sociolaboral de los Flujos Migratorios Laborales en Campañas Agrícolas, para planificar las cuatro campañas agrícolas que habrá en la región, que se inician con la del ajo en el mes de mayo y continuarán en junio con la del melón y la sandía, en septiembre con la de la vendimia y en noviembre con el comienzo de la de recogida de aceituna.
La reunión de ha tenido como finalidad unificar criterios de cara al desarrollo de estas campañas por parte de los miembros de la Comisión, que de la que forman parte los distintos servicios de la Administración General del Estado, las organizaciones profesionales agrarias, los sindicatos, la Guardia Civil y la Policía Nacional y representantes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Los criterios que se han fijado este lunes se observarán en las reuniones que van a ir celebrando las distintas comisiones provinciales de Coordinación e Integración Sociolaboral de los Flujos Migratorios Laborales en Campañas Agrícolas, en las que se adaptarán a las circunstancias particulares de cada una de las provincias, que son muy diferentes, ha adelantado Tierraseca.
No obstante, ha abogado por que en todas las campañas se garanticen los derechos de los trabajadores temporeros en estas campañas, para lo que se van a intensificar las labores de inspección con el fin de que se respete y se cumpla la legislación laboral vigente, tanto en el aspecto salarial como en el de la observancia de las condiciones laborales.
En este sentido, ha hecho hincapié en que estas campañas son importantes desde el punto de vista económico y estratégico en Castilla-La Mancha, en un sector que genera riqueza y renta y ha considerado que, por lo tanto, "esa riqueza generada tiene que repercutir en toda la cadena hasta llegar al nivel de los trabajadores".
El delegado del Gobierno no ha dado estimaciones sobre el número de trabajadores temporeros que participarán en las campañas, ya que dependerá de circunstancias como la meteorología en el desarrollo de los cultivos.
Tampoco ha facilitado datos sobre las cifras de año pasado, aunque la Comisión si ha evaluado la campaña de la oliva, que hizo que el pasado enero se incrementara en un 12,59 por ciento el número de trabajadores afiliados al Sistema Especial de Trabajadores por Cuenca Ajena Agrarios de la Seguridad Social, con respecto al mismo mes de 2018.
En enero estaban afiliados al Régimen Especial Agrario 40.000 trabajadores en Castilla-La Mancha, con un ligero incremento de trabajadores extranjeros, que sumaban 15.851 trabajadores, en los que se apreciaba un ligero descenso de los comunitarios y, por lo tanto, un ligero aumento de los extracomunitarios, ha apuntado el delegado del Gobierno en la región.