Jorge Martínez es el responsable de Producto y uno de los fundadores de Agroplanning, una empresa que ofrece a los agricultores soluciones de monitorización y conectividad destinadas a mejorar el rendimiento de sus vehículos y tareas y, por tanto, a proporcionar ahorro, mejorar la rentabilidad y facilitar la toma de decisiones respecto a los cultivos. Agroplanning nació como resultado de los proyectos de I+D+I de las universidades de Sevilla y Córdoba y, actualmente, trabaja desde Andalucía Open Future, el programa de Telefónica y la Junta de Andalucía, para dar a conocer a las organizaciones agrícolas su proyecto y crecer empresarialmente.
¿Cuál es la función de Agroplanning en una explotación agrícola?
Creemos que el uso de datos es fundamental para obtener productos agrícolas competitivos y rentables. Por ello, nosotros utilizamos los datos provenientes de distintas fuentes para transformarlos en información que le sirva al agricultor para tomar buenas decisiones. Nuestra especialidad, aunque también usamos sistemas de sensores e integración de imágenes de drones, es la gestión de flotas: dotamos de conectividad a la maquinaria agrícola, unos elementos que hasta ahora habían estado olvidados, para que nos proporcionen datos que faciliten la gestión de la parcela.
¿Cómo se conecta la maquinaria agrícola y cómo se pueden ver los datos que proporciona el sistema?
Se trata de una solución web que combina el hardware de dispositivo que se instala en cualquier tipo de plataforma autopropulsada, como tractores y cosechadoras, y que tiene un tamaño similar al de una cajetilla de tabaco, con una plataforma web. Gracias a esto, se obtienen todos los datos de la maquinaria agrícola en tiempo real: horas de trabajo, rendimiento efectivo o tiempo que lleva funcionando el motor. Además, sirve para localizarlas, de un solo vistazo se puede observar en qué zona está trabajando cada vehículo, si se está moviendo bien, etc. También sirve para realizar tareas de mantenimiento preventivo de la maquinaria. Es decir, la mayoría de los fallos de los tractores o cosechadoras son debidos, sobre todo, al número de horas que han estado trabajando o a que necesitan un cambio de aceite. Por ello, en Agroplannint tenemos un sistema de alarmas relacionadas con el mantenimiento.
¿Cómo influye vuestra tecnología en el trabajo del agricultor?
El fin último es, precisamente, facilitarle la gestión de flotas, que hasta ahora se ha tenido que hacer mediante llamadas y procesos más complicados. Con esta herramienta, de un vistazo se pueden tener las máquinas localizadas y saber lo que les queda por hacer. Por otro lado, se registran automáticamente las tareas, por lo que, desde la aplicación de Agroplanning se puede generar de forma automática hasta el 70% del cuaderno de campo, algo fundamental para los agricultores.
¿Ya está implantada Agroplanning en explotaciones agrícolas?
Sí, nuestra tecnología está presente actualmente en unos 100 vehículos, algunos en España, otros en Europa e, incluso, tenemos varios en Latinoamérica cuyo gestor de flota está aquí, en España, y gracias a Agroplanning puede ver cómo funciona su maquinaria de un vistazo sin necesidad de desplazarse hasta allí.
¿En qué cultivos se puede utilizar?
Tiene más sentido implantar esta tecnología en aquellos cultivos que poseen un valor añadido por estar más tecnificados, como las berries, fresas, viñas, olivar superintensivo, almendros... También se ha aplicado en cultivos herbáceos extensivos, en frutales, algodón o cereales, ya que Agroplanning se adapta a la mayoría de maquinaria agraria. Se podría utilizar, incluso, en otro tipo de vehículos como coches, camiones o carritos de golf.
Y económicamente, ¿qué supone la instalación de esta solución tecnológica?
El precio no es una barrera, el coste de implantación de Agroplanning es muy bajo comparado con otras inversiones que realizan los agricultores como la compra de tractores o cosechadoras, por ejemplo. Además, al tratarse de un sistema escalable y modular, el rango de precios varía según los dispositivos que se monten, por lo que es asequible para todos los profesionales. La barrera no es el precio, sino el desconocimiento de que este tipo de tecnologías pueden ayudar en la gestión de una explotación agrícola aunque, poco a poco, se van abriendo los ojos y aceptando que la agricultura de precisión es clave para el futuro del sector.
¿Os habéis encontrado aceptación por parte de los agricultores andaluces?
Sigue habiendo gente reacia, pero notamos cada vez más interés. Hay un relevo generacional en el campo que está cerrando la brecha digital. Además, consideramos clave una figura que cada vez está más presente en las explotaciones, la del técnico agrícola, que es el encargado de dar recomendaciones al agricultor y que tiene que tener una combinación entre el conocimiento agronómico puro y el análisis de datos. En ellos sí que encontramos cada vez más aceptación. Además, creemos que, en los próximos años, este tipo de tecnologías son las que van a marcar la línea entre las explotaciones viables económicamente y las inviables por lo que, estamos seguros, van a ser cada vez más comunes nuevos actores como los analistas de datos agrícolas o los creadores de software especializados en este sector.
¿Trabajáis con otras fuentes de datos aparte de los que provienen de las flotas?
Sí, también utilizamos sistemas de sensores. Estos toman información en tiempo real de determinados parámetros del cultivo. Miden, por ejemplo, variables que afectan al crecimiento como la humedad, la temperatura del suelo o la conductividad eléctrica. Todo eso se combina con la utilización de una estación meteorológica que nos da datos climáticos a nivel de parcela. Por tanto, en tiempo real se pueden monitorizar esas variables y luego asociarlas a un determinado rendimiento, a predicciones de plagas o a otro tipo de acciones.
¿Cómo utilizáis las imágenes de los drones?
Hasta ahora, se utilizan los vuelos de drones para medir el índice de vegetación normalizada, el NDVI. El flujo de trabajo a continuación se limitaba a entregarle al agricultor un mapa de las condiciones de ese índice en la parcela y nada más. Desde nuestro punto de vista, entender ese mapa como un servicio queda un poco cojo, hay que darle datos y conclusiones al usuario, ya que muchas veces no pretende obtener un mapa, sino una recomendación de abonado, por ejemplo. Nuestra idea es integrar ese mapa en la solución de Agroplanning para crear una biblioteca de vuelos y poder ver la evolución de esa zona y del NDVI, relacionando ambos datos con el rendimiento final del cultivo. Queremos ayudar a optimizar la toma de decisiones del agricultor de todas las formas posibles.
Un paso adelante para crecerAgroplanning es una startup surgida de las universidades de Córdoba y Sevilla que nació en 2016. A pesar de ser una empresa con poco recorrido, cuenta con un equipo de ocho personas, la mayoría ingenieros agrónomos. Desde el pasado septiembre forman parte del programa Andalucía Open Future, que integra iniciativas innovadoras con base tecnológica y que está respaldado por la Junta de Andalucía y Telefónica Open Future. Allí, según explica Jorge Martínez, están aprendiendo a orientar su modelo de negocio para llegar a las organizaciones agrícolas y dar a conocer su producto. «Creemos firmemente que la agricultura de precisión es el futuro», asegura el fundador de Agroplanning.