Ganaderos abulenses estudian adelantar la trashumancia ante los ataques lobos

Ganaderos abulenses están estudiando la posibilidad de adelantar la trashumancia hacia tierras de Extremadura y Castilla-La Mancha fundamentalmente, ante los "continuos" ataques de lobos. Uno de ellos, según ha denunciado este miércoles en nota de prensa la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA), sufrió la semana pasada la perdida de una ternera de dos días en su explotación de Hoyos del Collado, en pleno corazón de la Sierra de Gredos. En este sentido, la organización agraria ha reprochado que la Administración autonómica "no reaccione ante el pensamiento de ganaderos de realizar antes de tiempo la trashumancia a causa de los continuos ataques". Este ganadero y "muchos otros de la zona, están pensando la posibilidad de realizar la trashumancia con su ganado antes de lo previsto, porque se sienten desamparados y con las manos atadas para tener una solución cuanto antes". El presidente de ASAJA de Ávila, Joaquín Antonio Pino, ha dicho que la Directiva Hábitats de la Unión Europea "no debería ser impedimento para buscar una contundente respuesta ante la mayor despoblación que están sufriendo los pueblos de Ávila, entre otras cuestiones, por dejar campar a sus anchas al lobo". "Aumentar la protección del lobo solo ha ayudado a aumentar el ego de ecologistas que no piensan en el porvenir de los pueblos y sus gentes a los que tanto les gusta acudir para ver paisajes y tradición", ha indicado Pino. "No podrán acudir a ningún lugar si no se protege al agricultor y al ganadero", ha añadido el dirigente provincial de ASAJA, quien se ha lamentado de que la Junta "no haya abatido aún, al menos, el total de ejemplares de lobo que hay autorizados para la provincia de Ávila", teniendo en cuenta que con la llegada de la nieve en la sierra, "el lobo busca sustento en las ganaderías abulenses". "Necesitamos soluciones reales y con urgencia en el día a día de los ganaderos", ha reiterado Joaquín Antonio Pino, antes de recordar que en 2018, las pérdidas reales que soportaron los ganaderos superaron los 5 millones de euros en Ávila.