Bruselas (EuroEFE).- El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, auguró este lunes una negociación «larga y complicada» de las propuestas presentadas por la Comisión Europea para la política de agricultura y pesca con vistas al periodo presupuestario 2028-2034, que España trabajará para «reformar», dijo. El asunto se aborda este lunes por primera vez en un Consejo de ministros europeos después de la presentación por parte de Bruselas, el pasado 16 de julio, de las propuestas financieras para el conjunto de la UE para después del año 2027, explicó Planas en declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión. Dijo que en Madrid ha mantenido reuniones con las cuatro grandes organizaciones y con cooperativas agroalimentarias, así como con las organizaciones del sector pesquero y con las Comunidades Autónomas, y que todos comparten el punto de vista del Gobierno. «No nos gustan las propuestas de la Comisión Europea (CE). Estimamos que no corresponden a lo que es el futuro de la seguridad alimentaria de España y de la Unión Europea y no constituyen un instrumento adecuado de apoyo a nuestros agricultores, ganaderos y pescadores, por tres razones básicas», señaló. La propuesta financiera de la CE no nos gusta. No responde a las necesidades futuras de la seguridad alimentaria de la UE, ni constituye un instrumento de apoyo adecuado para agricultores, ganaderos y pescadores. España, de forma unánime, trabajará activamente para reformarla. pic.twitter.com/q3K1Cp7Ooo - Luis Planas Puchades (@LuisPlanas) September 22, 2025 La primera, dijo, es que «desaparecen las propuestas de política común para transformarse en programas de gasto presupuestario» y que aunque «hay líneas presupuestarias y apoyos», no existe «una política como tal«. En segundo lugar, el ministro se refirió a «las cantidades, que nos parecen insuficientes no solo a la vista de las actuales, sino teniendo en cuenta los retos climáticos, geopolíticos y de competitividad que tenemos ante nosotros». También se refirió al «interrogante en relación con las competencias de gestión» que plantean las propuestas de la CE, teniendo en cuenta las diferencias entre los Estados miembros, como Alemania como país federal u otros países constituidos sobre una base regional o España con las Comunidades Autónomas, cuando hasta ahora «teníamos muy claro cuál era el papel de cada uno». Una negociación «larga» por delante Añadió que prevé una negociación «larga y complicada, donde tendremos que hablar de la estructura del presupuesto y del contenido del presupuesto». «En el nombre de España, subrayo, no nos gusta esta propuesta y por tanto vamos a trabajar muy activamente todos para conseguir reformarla«, subrayó. Planas consideró «muy importante» el que las políticas europeas se mantengan como tales para no alterar las condiciones de competencia dentro del mercado interior. Un recorte del 25 % El borrador presupuestario de Bruselas para el periodo 2028-2034 prevé un recorte de los fondos de la PAC, la emblemática política de la UE creada en 1962 y que representa un tercio en las cuentas actuales. La Comisión prevé fusionar en uno los dos fondos históricos que componen la PAC, correspondientes a los pagos directos a los profesionales de campo y las ayudas al desarrollo rural. Aunque se han blindado unos 300.000 millones de euros para el futuro presupuesto, la cifra contrasta con la de otros marcos presupuestarios anteriores: en el periodo 2021-2027, los dos fondos de la PAC suman unos 400.000 millones de euros, lo que supone un recorte de aproximadamente un 25 %. La semana pasada la Comisión Europea presentó los «sobres nacionales» para los Estados miembros en la Política Agrícola Común (PAC) para el periodo 2028-2034, que incluyen una asignación nacional mínima de 37.235 millones de euros para España, en el marco de las medidas de apoyo a la renta de los agricultores. Sobre esas cifras, Planas dijo que toma nota, pero que «tenemos que discutir la mayor, que es el presupuesto, su estructura y a partir de ahí las diferentes políticas», que España está dispuesta a escuchar a la Comisión y que queda «mucho recorrido por hacer y por discutir». Por otra parte, Planas, valoró que esté avanzando el proceso de ratificación de cara a la entrada en vigor provisional de la parte del acuerdo de asociación entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur relativa al comercio de mercancías. "Es una gran oportunidad, lo subrayaré una vez más: 700 millones de personas, los cuatro países de Mercosur y los 27 de la Unión Europea; por tanto, no hay que perder un minuto para la ratificación", indicó. El responsable español consideró que el proceso de ratificación está avanzando de cara a la entrada en vigor provisional de la parte del acuerdo relativa al comercio de mercancías. Planas agregó que las medidas de salvaguardia y seguimiento que contiene el acuerdo responden "probablemente a inquietudes de algún Estado miembro", y consideró que son "realmente muy fuertes" y "las mayores que se han establecido en ningún acuerdo comercial". "Creo que a nadie le queda en estos momentos excusa para no ratificar el acuerdo de Mercosur", concluyó. La posibilidad de que el acuerdo UE-Mercosur pueda ser firmado en la cumbre que celebrarán los jefes de Estado del Mercosur en Brasilia en diciembre ganó fuerza tras la decisión anunciada por la Comisión Europea de que puedan entrar en vigor en primer lugar las disposiciones comerciales del pacto. El acuerdo provisional, según la Comisión Europea, permitirá aplicar «cuanto antes» la parte comercial del acuerdo con el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), lo que hace posible completar su ratificación sin que tenga que ser aprobado individualmente por cada Estado miembro. El pacto interino será sustituido más adelante por el acuerdo completo, ya con disposiciones políticas, que sí tendrá que ser refrendado individualmente por cada Estado miembro. El pacto con EE.UU. En cuanto al acuerdo comercial cerrado con Estados Unidos, reconoció que a España no le «gusta«, a pesar de que lo apoyó y que es una "alternativa a un vacío que podría suponer el peor arancel, que es siempre la incertidumbre". "Pero tenemos que estar ahí y, lógicamente, intentar defender nuestros intereses", subrayó. En ese contexto apuntó que, en el caso de España, solo el 5 % de sus exportaciones agroalimentarias se ven afectadas, entre las que se incluyen el aceite de oliva y el vino. "Animamos a la Comisión Europea a proseguir para intentar llegar a un acuerdo cero por cero en relación con el tema de aranceles" para esos productos, añadió.