Feria de Zaragoza encara el nuevo año con buenas expectativas tras un 2017 en el que se ha puesto el punto y final a su plan de reestructuración, que se ha saldado con una reducción de plantilla superior al 40% hasta situarse en algo más de 60 trabajadores. La nueva hoja de ruta de la institución aragonesa pone el acento en la mejora de la internacionalización «con más países, más expositores extranjeros y más visitantes de fuera de España», según señaló ayer su presidente Manuel Teruel.
Feria de Zaragoza celebrará el próximo ejercicio hasta once certámenes de gran relevancia, entre los que destacan la Feria del Mueble y la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA). Estos dos grandes foros, que tendrán lugar durante el primer trimestre del 2018, registrarán importantes crecimientos en la próxima edición, ya que crecerán tanto en superficie como en facturación.
MÁS SUPERFICIE / En el caso de la FIMA, Feria de Zaragoza estima que un total de 1.500 marcas se darán cita en la nueva edición del certamen, que contará con 160.000 metros cuadrados de superficie. La cita, que tendrá lugar entre el 20 y el 24 de febrero, crecerá tanto en superficie como en expositores (hubo 1.357 stands y 150.000 metros en la anterior edición). El presidente del comité organizador, Jaime Hernani, subrayó que FIMA 2018 será «la más numerosa e innovadora», según apuntó ayer la institución en un comunicado.
Además, el concurso de Novedades Técnicas del 2018 superará la cifra de productos y máquinas inscritas de otras ediciones. Así, se ha pasado de los 108 presentados en el 2016 procedentes de 45 empresas a los 115 que se han inscrito para este año de la mano de 68 empresas, indicó Feria de Zaragoza.
MEJORA DE LA EFICIENCIA / Uno de los aspectos en los que se ha profundizado en los últimos meses ha sido el ahorro de costes y la mejora de los niveles de eficiencia, según manifestó Teruel, que auguró un 2018 con «buenas expectativas». Por tanto, el 2018 será un punto de inflexión para Feria de Zaragoza, que espera un ejercicio «bueno», con números negros, después de cerrar el 2017 «plano» por el calendario ferial (cada tres años, uno tiene certámenes con menos relevancia). Pese a ello, el «cash flow fue positivo», señalaron desde la institución.
Otro de los retos que encara Feria de Zaragoza es atraer nuevos certámenes, algo en lo que está trabajando para consolidar su tercera posición a nivel nacional, por detrás de Madrid y Barcelona. «A partir del 2018, el objetivo es trabajar para crecer», apuntó Teruel.
El volumen de negocio que genera la Feria en Aragón ronda los 500 millones de euros al año.