Incluirá a 27 localidades, incluida la capital, y sólo está a la espera del visto bueno de la Unión Europea Este año será muy importante para que el garbanzo cordobés cuente con su propia denominación de origen protegida (DOP). Esta iniciativa surgió como indicación geográfica protegida (IGP), pero sus impulsores vieron la posibilidad de incrementar ese nivel de reconocimiento de la calidad de este cultivo tras una serie de recomendaciones que recibieron de la Junta de Andalucía, según explicó a ABC el director de este proyecto, Íñigo Prieto. En agosto la Administración autonómica recibió la solicitud oficial para crear este nuevo sello de calidad, que se convertiría en el séptimo marco del campo cordobés tras los oleícolas de Baena, Priego de Córdoba, Montoro y Lucena, el vitivinícola de Montilla-Moriles y el ibérico de Los Pedroches. Una de las sugerencias tenía que ver con centrar la protección en un tipo muy concreto de esta leguminosa. Se trata del blanco lechoso, que es el más característico en la provincia. Pablo Cruz Impulsan la creación de un distintivo de calidad para el garbanzo de la Campiña de Córdoba Esta iniciativa también ha reducido de 35 a 27 los municipios que estarían amparados por el sello. En el camino se han quedado ocho localidades, entre las que se encuentran Lucena o Aguilar de la Frontera, por «no contar con demasiado suelo arcilloso, que es donde se desarrolla en mejores condiciones el garbanzo blanco lechoso». La lista final está formada por Córdoba, Castro del Río, Baena, Espejo, Valenzuela, Fernán Núñez, San Sebastián de los Ballesteros, Montemayor, Santaella, Montilla, Montalbán, La Rambla, La Guijarrosa, Montoro, El Carpio, Villa del Río, Villafranca, Pedro Abad, Cañete de las Torres, Bujalance, Fuente Palmera, Almodóvar del Río, Posadas, La Carlota, La Victoria, Palma del Río y Guadalcázar. Aval Prieto apuntó que «esperamos antes de que termine este año contar con la aprobación de la Junta de Andalucía y del Gobierno central, quedando ya solo pendiente el visto bueno de la Unión Europea (UE), aunque Bruselas no suele poner problemas si el proyecto viene avalado por los países». Según afirmó, «este reconocimiento ayudará a todo el tejido productivo de Córdoba, ya que contar con una DOP protegida ayudará a profesionalizar al sector, a que haya semillas suficientes para la siembra del garbanzo y para la realización de ensayos que permitan mejorar las distintas variedades del blanco lechoso, como son el ituci o el kasin». El directivo subrayó que la Política Agraria Común (PAC) obliga a los agricultores a reservar un 5 por ciento de sus explotaciones al cultivo de leguminosas.