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El enólogo con los pies en la viña
La Asociación de Enólogos de la Comunitat Valenciana ha otorgado el título de Enólogo del Año a Rafael Navarro, un técnico que se desdobla a diario como enólogo en El Progreso de San Antonio y viticultor en Bodegas Hispano+Suizas
Vicente Morcillo
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El viñedo es el hábitat natural de Navarro. Urban
Con más de cuarenta años de trayectoria profesional, Rafael Navarro (San Antonio de Requena, 1965) es uno de los enólogos más respetados tanto entre los profesionales del sector como entre los aficionados al mundo del vino. Enólogo de la Cooperativa El Progreso de San Antonio de Requena desde hace casi cuatro décadas y fundador (junto a Pablo Ossorio y Marc Grin) de Bodegas Hispano+Suizas (donde asumió desde el principio la dirección del departamento de viticultura), Navarro está estos días de enhorabuena, ya que la Asociación de Enólogos de la Comunitat Valenciana (sus compañeros de profesión) le acaban de otorgar el título de Enólogo del Año en la Comunitat Valenciana, un reconocimiento que probablemente nunca haya buscado pero que colma de satisfacción a un profesional que siempre ha antepuesto pisar la tierra y rodearse de viñedos para empezar a diseñar sus vinos en el campo.
Navarro se formó como enólogo en la Escuela de Viticultura y Enología Félix Jiménez de Requena a principios de la década de los años 80, y nada más terminar pasó a formar parte del equipo de la Cooperativa El Progreso. Treinta y ocho años después la entidad poco tiene que ver con aquella que cogió las riendas. Casi triplican la cantidad de uva que cosechan cada campaña (actualmente entorno a los 24 millones de kilos de uva) y con el tiempo ha conseguido que muchos de los socios se decidiesen a reestructurar sus viñedos apostando por variedades de uva como Pinot Noir, Chardonnay, Syrah, Sauvignon Blanc o Macabeo, dejando de lado el 'monocultivo' de Bobal que se encontró en El Progreso cuando empezó, lo que ha permitido a la entidad diversificar sus producciones para no depender únicamente de una variedad de uva.
Rafa recuerda que «cuando empecé en San Antonio el 99% de la uva era Bobal, ahora hacemos ocho tintos diferentes con otras tantas variedades, hacemos cinco vinos base de Cava, tenemos rosados clásicos y de estilo provenzal. Creo que hemos sabido adaptarnos a la nueva realidad del mundo del vino y que los viticultores de El Progreso se han dejado aconsejar en cada momento para cosechar cada campaña la mejor uva posible».
El enólogo siempre ha encontrado momento y motivos para seguir formándose en diferentes masters y cursos o en la Universidad de Montpellier, donde quedó impresionado por la sensibilidad que ponen los franceses para tratar el viñedo. Su paso por Montpellier fue el primero de muchos viajes a Francia para adquirir conocimientos, ver como se comportaban algunas variedades de uva y entender cuales de ellas podrían tener mejor adaptación al clima y terreno de la comarca de Requena-Utiel. Y decidió predicar con el ejemplo, exponiendo sus propias parcelas, en las que comenzó a cultivar variedades que a finales del siglo XX tenían escasa presencia en el contexto valenciano. En algunos casos se evidenció que varietales concretos no funcionaban especialmente bien en la zona, pero en otros quedó claro que la adaptación era total.
Casi sin ser consciente, con ese trabajo de prueba-error en el viñedo había puesto el germen de lo que más adelante sería Bodegas Hispano+Suizas, el proyecto enológico que fundó junto a Pablo Ossorio y Marc Grin y en el que desde el primer momento asumió la responsabilidad de producir la mejor uva posible con aquellas variedades que mejor se han adaptado al terreno. En Hispano+Suizas Rafa Navarro ha sido el primer eslabón de un engranaje en el que los cavas y vinos tranquilos de Pinot Noir le han llevado a estar considerado como el 'apóstol' de esta uva difícil de cultivar que «en este terroir, altitud y amplitud térmica en las últimas semanas de cosecha da unos vinos espectaculares», afirma Navarro. Su última apuesta en el viñedo fue la variedad Albariño, con la que posteriormente su socio Pablo Ossorio ha elaborado un vino «con una acidez compensada y con una carga aromática Atlántica... a pocos kilómetros del Mediterráneo, es un vino que rompe con todo», señala el enólogo.
En Hispano+Suizas Navarro ha seguido ampliando sus conocimientos, cultivando cada una del casi centenar de hectáreas de viñedo en función del destino que vaya a tener cada racimo de uva. Rafa asegura que «no es lo mismo producir uvas de Pinot Noir para elaborar cavas que para hacer vinos tranquilos. Los tipos de poda, los tratamientos, el abonado... todo cambia en función de cual sea el destino de cada racimo». Hispano+Suizas también ha sido el proyecto con el que ha logrado mayores reconocimientos tanto por sus vinos y cavas (consideramos entre los mejores de todo el país) como por la propia trayectoria de la bodega (la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino situó a la bodega de Requena como la tercera mejor de la década en 2021), pero ninguno de esos galardones es equiparable al premio que acaba de recibir de manos de Rafael Ochando, presidente de la Asociación de Enólogos de la Comunitat Valenciana. El título de Mejor Enólogo del Año reconoce el trabajo silencioso que Navarro ha desarrollado a pie de viña, impulsando en su momento el cambio de tendencia para abrir la puerta a variedades de uva poco habituales en la zona; pero también su capacidad para trabajar codo con codo con el millar de viticultores que forman parte de la Cooperativa El Progreso y transformar una entidad que en la actualidad es todo un referente en el sector vitivinícola.
En la gala de entrega del premio a Rafa Navarro participó como mantenedor Rafael Michelena, uno de los grandes de la enología y mentor de Navarro en sus inicios. El enólogo estuvo arropado además por su familia, a la que durante estos casi cuarenta años de trayectoria profesional ha «robado» mucho tiempo para ir a la viña. A ellos dedicó un premio con el que sus compañeros de profesión reconocen su buen hacer durante casi cuatro décadas.
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