La evolución demográfica en la comunidad
El 85% de los municipios de Aragón tiene menos de 1.000 habitantes
Tres de cada cuatro localidades han perdido población en la última década; mientras, el Gobierno de Aragón y las tres diputaciones provinciales firman un convenio para atajar el problema de la despoblación
Los vecinos de Pozondón abrazan la ermita para protestar por la implantación de renovables, en una imagen de archivo. | EL PERIÓDICO
Carlota Gomar
Zaragoza 16 SEPT 2024 6:34
El Gobierno de Aragón y las tres diputaciones provinciales han dado un paso adelante en la lucha contra la despoblación uniendo sus fuerzas -y presupuestos, todavía por desvelar- a golpe de convenio de colaboración para tratar de mitigar los efectos de este mal endémico. No será una tarea sencilla acabar con la emigración del pueblo a las grandes urbes con oportunidades de futuro, principal motivación para dejar cambiar de residencia. Por poner cifras al problema de la despoblación, en la comunidad hay 626 localidades, de un total de 731, con menos de mil habitantes, es decir, el 85%. Zonas en las que año tras año se reduce el número de viviendas habitadas y las oportunidades de trabajo.
El goteo parece imparable y en la última década el 75% de los pueblos aragoneses ha perdido población. Una cifra que bien podría hacerse extensible a los últimos 20 años, matiza el profesor de la Universidad de Zaragoza y uno de los autores del I nforme sobre despoblación en Aragón 2000-2016: Tendencias, datos y reflexiones para el diseño de políticas , Adrián Palacios, que resume que la falta de capacidad para atraer población por la escasez de empleo y el sobreenvejecimiento, unido a una transición demográfica a otras localidades, son los principales motivos de la despoblación. «Los municipios más pequeños van a seguir perdiendo residentes», subraya. Una espiral de la que es muy difícil salir.
Los municipios con menos habitantes reclaman mejores comunicaciones y «flexibilidad en las ayudas»
La Estrategia de Ordenación Territorial de Aragón contempla entre sus objetivos generales la consecución del «equilibrio territorial» y para ello establece un conjunto de estrategias y normas entre las que se encuentra la elaboración de un Índice Sintético de Desarrollo Territorial que permite conocer el nivel de desarrollo de los municipios y comarcas aragoneses. Entre ellos, se tienen en cuenta factores económicos, la oferta habitacional, de servicios y equipamientos, la movilidad y el patrimonio que esconden entre sus calles y alrededores.
Para entender el problema de la despoblación no es baladí destacar que Aragón tiene una superficie de 47.719 kilómetros cuadrados y que el 50% de su población (algo más de 1,3 millones) se concentra en la ciudad de Zaragoza. Atendiendo a los criterios del Índice de Desarrollo Territorial, de los 731 municipios hay 545 que no cumplirían los mínimos establecidos en estos indicadores. El peor factor es el económico y la oferta habitacional, lo que indica que estas localidades tienen menos nivel de renta, empleo, capacidad fiscal, instalaciones y viviendas que la media aragonesa.
La brecha poblacional se agranda imparable año tras año, pese a la llegada de inmigrantes, único factor que está permitiendo mitigar los efectos que tiene la evolución demográfica negativa. En la comunidad hay algo más de 1,3 millones de residentes, de los que el 17% son nacidos fuera de España, que representan, además, el 15% de la población activa en Aragón. En los últimos 20 años han sido 545 municipios los que han perdido población, pero si se acota el periodo, se aprecia que en la última década esta cifra es superior y se eleva hasta los 557.
La población en los municipios que ya en el año 2012 tenían menos de 100 habitantes han perdido de media al 19,4% de sus censados. Afecta a 116 localidades (el 15,9%) del total. Por poner ejemplos, Almochuel, Valdecuenca, Fuenferrada o Acered han perdido casi un 50% de su población en una década.
Los que hace 20 años tenían menos de 1.000 habitantes, 480 pueblos, han sufrido un descenso poblacional del 15,9%. Los que tienen más de 1.000 censados, hasta 74 municipios en total, han visto como su población se ha reducido de media un 8,7% en la última década. Las comarcas más afectadas son las que menos oferta laboral tienen. Andorra-Sierra de Arcos, Sierra de Albarracín y Campo de Belchite han perdido de media entre 2001 y 2022 un 13,9% de su población. En cambio, aquellas zonas con oportunidades han logrado salvar su saldo negativo gracias a la llegada de migrantes.
Además de la Comarca Central, con la capital a la cabeza, el Bajo Aragón-Caspe, Valdejalón y el Bajo Cinca, con una importante oferta de ganadería extensiva y regadío, son las comarcas que más porcentaje de población nacida en el extranjero concentran. En 2022 representaban el 24,6%.
La supervivencia de los pueblos es una tarea pendiente y obligada de las instituciones a actuar de manera conjunta, propósito que escenificaron esta semana desde el Pignatelli con la firma de un convenio. En ellos está la historia y la riqueza cultural de una comunidad extensa y despoblada.
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