VALLADOLID, 24 (EUROPA PRESS) El coordinador de la campaña confederal sobre la soja de Ecologistas en Acción, Tom Kuchard, ha lamentado la "muy conservadora" posición del Gobierno de España en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE del pasado 29 de junio en el que se mostró contrario a prohibir las importaciones de aceite de palma y de soja y donde fue uno de los gobiernos "más reacios" a esta limitación. En declaraciones a la agencia Europa Press, Tom Kuchard ha achacado esta reticencia del Gobierno de España a las "presiones" del 'lobby' de las empresas energéticas, que, según ha explicado, necesitan aceite de palma para suministrar a las plantas de agrocombustibles que han proliferado en el país sin tener materia prima, lo que le convierte en "el mayor productor de biodiésel" a base de aceite de palma que importa desde Indonesia con una contribución a una "devastación ecológica brutal" del país asiático. También se ha referido a las presiones del 'lobby' de las cárnicas y de la industria ganadera por sus necesidades de soja para la producción de piensos, "el mayor causante de la deforestación y del desplazamiento de los campamentos indígenas y campesinos" en terceros países, un problema que se quiere corregir a través del Reglamento de la Comisión Europea, cuyo borrador fue planteado el 17 de noviembre, para combatir la deforestación mundial y por el que los colectivos ecologistas llevan luchando más de 20 años y que podría ver la luz dentro de un año. "Falta voluntad política", ha lamentado el coordinador de la campaña confederal sobre la soja de Ecologistas en Acción que, en general, ha tachado de "decepcionantes" las propuestas del Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE del pasado 28 de junio, a diferencia del satisfactorio "gran paso adelante" en la votación en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo sobre la deforestación importada el pasado 12 de junio. En este sentido, Tom Kuchard ha valorado la propuesta de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo de ampliar a más sectores, como el caucho, el maíz, la carne de porcino, ovino-caprino y de corral, el carbón vegetal y los productos de papel impreso, la propuesta de limitar las importaciones al mercado comunitario que contribuyen a la deforestación y a la degradación forestal. A esto ha añadido la importancia de incluir que las instituciones financieras radicadas en Europa tengan "los mismos requerimientos de diligencia debida obligatoria" que los aplicados a las empresas comercializadoras ya que, aunque la UE importa "muy poca" carne de vacuno, cerdo o corral, sí es el principal financiador de esas operaciones, con el caso concreto de un banco español, ha aseverado, el tercer banco europeo que más invierte en ese tipo de negocios cárnicos que contribuyen a la deforestación del planeta. También ha considerado "positivo" que se refuerce la dimensión de los derechos humanos, aspecto que en la propuesta reglamentaria inicial de noviembre se mencionaba sólo en términos de cumplir las leyes nacionales sobre derechos de la tierra, para incluir después el derecho internacional de los derechos humanos, lo que implica que entran más aspectos de protección de los habitantes respecto a lo que se exigía al principio. Otro de los asuntos pendientes de decisión aún por las divergencias de las propuestas de las distintas instituciones europeas es la fecha límite de aplicación del Reglamento, que el Parlamento quiere adelantar un año al 31 de diciembre de 2019, frente al 31 de diciembre de 2020 del borrador del reglamento y el 31 de diciembre de 2021 que quieren los gobiernos. Para Tom Kuchard la decisión final sobre esta fecha límite de aplicación es trascendente ya que en países como Brasil se ha deforestado "muchísimo terreno" entre 2019 y 2021 que podría quedar "en la total impunidad" en función de cuándo se aplique la retroactividad. La propuesta del Ejecutivo comunitario, que será votada en la sesión plenaria del 12 de septiembre, obligaría a las empresas a garantizar que los productos comercializados en la UE no se hayan producido en zonas deforestadas o contribuido a este proceso. A esto sucedería las negociaciones del "trílogo" que se pueden prolongar "durante meses" por lo que Kuchard cree que la aprobación definitiva de la norma comunitaria se dilatará hasta mediados de 2023, que podría coincidir incluso con la Presidencia española de la UE. "Siempre somos optimistas, luchamos siempre para mejorar", ha afirmado el coordinador de la campaña confederal sobre la soja de Ecologistas en Acción que ve en el reglamento "una oportunidad muy importante" para contribuir a luchar contra la deforestación ante realidades como que cada dos segundos se deforesta una superficie equivalente a un campo de fútbol, según sus datos. "La cuestión está en el detalle", ha concluido el ecologista que pide también que el futuro reglamento incluya desde el principio de su aplicación otros ecosistemas naturales como praderas, turberas y humedales, "entre otras medidas necesarias para que esta ley sea realmente efectiva". En este punto, insiste en que la UE necesita una "legislación rigurosa y exigente" al respecto ya es "el segundo mayor responsable mundial de la deforestación tropical, sólo superado por China" y donde España, sería, dentro de la Unión Europea, el tercer país europeo con mayor impacto en este asunto.