La empresa agroalimentaria, Calidad Pascual, presentó este 30 de septiembre su Informe de Gestión y Negocio Responsable 2018 ( Descarga Informe).
La compañía alcanzó una facturación de 695 millones de euros en 2018, un 3% más que en el mismo periodo del año anterior, registrando un beneficio antes de impuestos de 26,9 millones y continuando con el proceso de estabilización y reducción de la deuda financiera, que se redujo de 192 a 170 millones de euros en este último año.
Según la empresa, el impacto económico total de Calidad Pascual para el PIB español es de 1.344,61 M, y su actividad productiva llega a más de 30 millones de consumidores y a 120.850 puntos de venta.
En términos de empleo, la compañía, genera en nuestro país 14.238 puestos de trabajo equivalentes a jornada completa.
Según Tomás Pascual , "en el último año, Calidad Pascual ha sido sensible a los grandes desafíos del sector agroalimentario. Un sector del que estamos orgullosos y al que pertenecemos hace 50 años con una única forma de entender nuestro negocio: contribuir al progreso social aportando un toque de bienestar y calidad de vida".
Por su parte, el CEO-Director General Ejecutivo de Calidad Pascual, José Luis Saiz, destacó que "sostenibilidad y rentabilidad son dos conceptos que no solo pueden convivir, si no que en Calidad Pascual nos han ayudado a construir nuestro pasado, presente y futuro. En nuestro 50 aniversario, el mandato que nos guía es crecer de manera sostenible y rentable, creando valor para clientes, empleados, proveedores, ciudadanos y accionistas".
Este compromiso se engloba en Pascual Aporta, el marco de gestión responsable presentado por la compañía en mayo de este año en el que se integran todos los programas que viene desarrollando Pascual en torno a los tres territorios desde los que aporta valor a la sociedad: Bienestar, Desarrollo y Medioambiente.
Uno de los grandes retos a los que se enfrentó Calidad Pascual en 2018 fue la apuesta por programas de reducción de azúcares en los productos y campañas de hábitos de vida saludable en consonancia con el Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas y Otras Medidas (20172020), presentado por FIAB y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Así, los batidos Pascual ahora presentan un 24% menos de azúcares añadidos, los yogures también han reducido un 14% y las bebidas vegetales un 8% su contenido en azúcares añadidos.
Por otro lado, la apuesta de la compañía por la innovación le ha llevado a redefinir sus productos, adaptándolos a nuevas oportunidades y ampliando sus gamas. Así, Batidos Pascual estrenó una nueva botella para el canal Horeca y un nuevo formato destinada al público adulto, Mocay apostó por la naturalidad con su nueva referencia 'Yo natural' y Cola Cao Shake lanzó dos nuevas variedades vegetales con bebida de avena y coco.
Además, Pascual benefició en el pasado año a más de 22.000 personas fruto de las alianzas con entidades de salud y la puesta en marcha de 19 acciones de promoción de la salud y de hábitos de vida saludable como 'Vive tu Salud'.
Pascual Aporta Desarrollo
La gestión de las personas es un pilar fundamental de la estrategia corporativa, así como una vía esencial que constata una gestión responsable y alineada con la cultura y valores de la compañía.
En 2018, el 92,2% de los contratos fue indefinidos y la ratio de absentismo se situó en un 4,47%.
Calidad Pascual invirtió en el último año 0,56 millones de euros para capacitar a las personas que forman parte de esta compañía y mantiene su espíritu de empresa familiar en un compromiso ineludible para que todo el equipo humano pueda conciliar su vida profesional con su vida personal. Un trabajo que ha vuelto a situar a la compañía entre las 100 empresas más valoradas para trabajar del Ranking MERCO.
También dentro de este segmento, en 2018 la empresa obtuvo el sello de Bienestar Animal otorgado por AENOR, la única certificación en España que puede avalar los requisitos establecidos en Welfare Quality , garantizando una auditoría exhaustiva en todas las fases de producción y la máxima información y transparencia al consumidor. Este hito ha convertido a Pascual en el primer gran fabricante del país con todas sus granjas certificadas.
Con la finalidad de contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y fomentar el desarrollo de las comunidades locales donde opera, Pascual apuesta por el cultivo 100% local, situándose como la primera compañía en aprovisionarse únicamente de soja, avena, espelta y almendra de origen nacional.
En otro sentido, desde el pasado año, a través de la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara se financian proyectos que tienen como principal objetivo mejorar el acceso al agua potable para poblaciones desfavorecidas.
Gracias a la colaboración con AUARA, 7.850 personas se han visto beneficiadas en 2018. Igualmente, desarrolla CIVSEM (Centro de Investigación en Valores), una iniciativa para formar en valores y en herramientas de coaching para el crecimiento personal y profesional.
Pascual Aporta Medioambiente
Calidad Pascual cuenta con un Plan Medioambiental y unos objetivos que persiguen seguir mejorando en aras de una mayor eficiencia y sostenibilidad en todas las operaciones.
Así, desde 2015 la compañía ha reducido un 16,41% el consumo eléctrico y un 11,85% el consumo de agua. Actualmente el 25% del PET de los envases de Bezoya es reciclado, y el 100% de los envases son reciclables o reutilizables. En 2018 también esta marca apostó por un nuevo envase en brik 100% reciclable.
Además, Pascual colabora mediante alianzas con el Tercer Sector para concienciar a la sociedad en temas relacionados con el medioambiente y la protección de la biodiversidad, y continúa desarrollando un modelo de producción responsable y eficiente.
La empresa marcó un hito al convertirse en la primera del sector lácteo en inscribir su huella de carbono en el registro de la Oficina España de Cambio Climático del Ministerio para la Transición Ecológica. Ya utiliza un 98% de su energía proveniente de fuentes renovables y ha evitado la emisión a la atmósfera de 980 toneladas de CO2 de forma directa y 1.085 toneladas de forma indirecta fruto de su apuesta por la movilidad sostenible.
Según esta empresa, los resultados de 2018 reflejan que Calidad Pascual ha recuperado la senda del crecimiento, adaptándose a los grandes desafíos del sector y construyendo un modelo de desarrollo eficiente y sostenible.
Con la mirada siempre puesta al futuro, la empresa se ha propuesto seguir posicionándose como referente social y líder en alimentación de calidad, aportando bienestar y calidad de vida, y creando valor para todos sus grupos de interés: consumidores, clientes, empleados, proveedores, ciudadanos y accionistas.
Calidad Pascual, empresa familiar con un conjunto de valores consolidado y diferenciador, referente en el sector de la alimentación, inició su andadura en 1969 en Aranda de Duero, Burgos, para implantarse en poco tiempo en toda España y exportar hoy a 67 países.
Con una gama de más de 200 productos, 6 plantas, 27 delegaciones a través de su empresa de distribución Qualianza y más de 2.200 empleados, su principal actividad es la preparación, envasado, distribución y venta, entre otros, de lácteos y derivados con la marca Pascual, aguas minerales Bezoya, bebidas vegetales Vivesoy, Bifrutas y Mocay Caffè.
Calidad Pascual complementa su portfolio con otros productos de valor añadido, gracias a alianzas con empresas como Idilia foods (Cola Cao, Nocilla y Okey), Upfield (Flora), Agua das Pedras Salgadas, Kellogg, Heinz, Conservas Garavilla (Isabel), Aceites y Vinagres Cosecha de Borges, La Zaragozana (Ambar y Malen) y AURA.
Gracias a la actividad de Calidad Pascual, cada vez son más las personas que disfrutan de un nuevo concepto de calidad, más amplio y global, más allá del desarrollo de productos saludables. Calidad Pascual tiene como principio inspirador la aportación de valor y calidad a la vida de las personas, entendida como un compromiso colectivo de superación en la búsqueda diaria de su bienestar.
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