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Benjamín Romeo, enólogo: Nos falta más unión a la hora de vender vino marca España

30/09/2019
En: eleconomista.es
Digital
Quizá sea por la composición de sus suelos, por su clima o por su santo (el patrón de los viticultores), pero la localidad riojana de San Vicente de la Sonsierra posee algunos de los vinos más interesantes de toda nuestra geografía. En plena época de vendimia, hablamos con Benjamín Romeo, enólogo y fundador de Bodega Contador, padre natural y espiritual de auténticos hitos del mercado, como su popular Predicador, el delicioso blanco Qué Bonito Cacareaba o, por supuesto, Contador, la joya de la corona, premiado en dos ocasiones con los 100 puntos Parker (por algo es la etiqueta que se sirve en la exclusiva primera clase de Emirates Airlines). Junto a su mujer, la cocinera Iraide Somarriba, acaba de abrir un restaurante, el REGI Jatetxea, en la localidad vizcaína de Urduliz, muy cerca de la playa de Sopelana, donde conjuga su pasión por las vides con el buen comer. ¿Cómo ha sido la cosecha de este año? Empezó mal, porque casi no ha habido invierno, muy poquitas lluvias. Cayeron apenas cincuenta litros entre el otoño y la primavera. Veía la viña muy mal, pero en el mes de julio hubo unas tormentas perfectas, no esas torrenciales que se van directas al río, sino de las que empapan bien la tierra. Llegaron en el momento óptimo, justo cuando cambia de color la uva. Aún hay que ver cómo termina todo, pero lo normal es que sea un año con poca producción pero de buena calidad. ¿Cuáles son las cifras de la bodega? Producimos unas 200.000 botellas entre todas nuestras etiquetas, una cantidad importante. Predicador es la producción más alta, entre 100.000 y 120.000 unidades, dependiendo del año. Del resto, los vinos grandes y de precio más elevado, hacemos cantidades más ajustadas. Aquellos años de explosión de la economía y de un gasto desmesurado se acabaron. La demanda sigue yendo para abajo y no queda más remedio que amoldarse al mercado y producir un volumen lógico al que poder dar salida. ¿Qué importancia tiene la exportación en Bodegas Contador? Durante los años de crisis potente, de 2010 a 2012, yo he llegado a exportar hasta un 85% de mi facturación. Esto se ha ido equilibrando poco a poco y ahora estaré al 50%. Cuando empiezas a exportar, tocas países nuevos y el primer pedido suele salir bien. Lo complicado es repetir. Te gastas mucho dinero en viajes, hoteles, muestras y, al final, no sabes si te merece la pena. Prefiero concentrarme en mercados con tradición y solidez: EE UU, Inglaterra, Japón, ahora China y Europa en general. Y con el dinero que me ahorro, apostar por la promoción en mi país. Al final, te das cuenta que aquí es donde mejor se entiende mi forma de hacer vino. ¿Os está afectando el tema del Brexit o las políticas proteccionistas de Trump? Claro que se nota. Sí que hay preocupación en el sector. Desde que entró Donald Trump, nosotros hemos notando un frenazo importante en los pedidos desde EE UU. En América, en general, empieza a haber más aranceles al vino europeo, como en Brasil, donde han elevado mucho los impuestos para apoyar a los productores de Mercosur. Cualquier decisión política y comercial que genere incertidumbre acaba influyendo. Dentro de unos días recibo al importador inglés y no sé qué noticias me traerá con el Brexit. Alemania es otro gran mercado para mí y ya se detecta en su economía cierto pesimismo. Cuando se acaba la alegría, la gente deja de gastar. Es algo inconsciente. Incluso los que tienen mucho dinero echan el freno de mano. Nadie duda de que la calidad precio del vino español es imbatible. ¿Sabemos vendernos bien ahí fuera? Se va avanzando, pero nos queda mucho todavía. Hay que hacerlo mejor y, sobre todo, creer más en nosotros mismos. Ahora bien, todo tiene un orden. ¿Quieres vender fuera? Primero, elabora un buen producto. El movimiento se demuestra andando. Trabaja bien la viña, ten la bodega en condiciones. Hazlo bien. Y entonces, cuando sepas que tiene algo excelente, defiéndelo a muerte. ¡A muerte! Los españoles no somos más tontos ni inferiores a nadie. Somos lo que somos. Para eso yo soy muy español. Me fastidia mucho cuando dicen que somos vagos. Nos falta unión por otro parte. El vino francés, sea de donde sea, es vino francés. Nosotros tenemos caldos gallegos, catalanes, manchegos... Hagamos país. No hablo de política ni nacionalidades sino de una visión comercial. Hagamos un vino marca España. Yo defiendo mucho nuestras variedades autóctonas y nuestro pasado vinícola, que es muy antiguo y muy rico. ¿Cómo definirías tu filosofía de hacer vino? Máximo respeto a la tierra. Coger lo mejor de la tradición y las enseñanzas de nuestros antepasados, pero aprovechando con inteligencia las herramientas que nos da la tecnología y la evolución. Antes de que existiese la biodinámica ya se hacía buen vino, ¿eh? Ha habido una gran revolución en todo lo del tema orgánico y eso está bien, pero sin llevarlo nunca al extremismo. No abusar del márketing. Es importante escuchar a nuestros mayores, ¿no? Mi padre me enseñó que si abonas con volteo de estiércol de oveja en luna menguante obtienes una buena podredumbre, un humus perfecto sin hongos, que genera vinos más brillantes y con aromas más abiertos. Son prácticas que vienen del pasado y que funcionan. Está demostrado. Si te adaptas a los ciclos de la naturaleza, ella te devuelve los frutos con creces. Yo no utilizo herbicidas porque queman la tierra, pero necesito aplicar al suelo azufre en polvo y sulfato de cobre, el caldo bordelés, para recoger buenas uvas. Me gusta lo natural pero no renuncio a lo que la evolución pueda darme. Sería poco inteligente por mi parte. Háblanos un poco del proyecto REGI Jatetxea, tu nuevo restaurante. Es el heredero de Taberna REGI, un histórico con más de veinte años de actividad en Urduliz, que era propiedad de la madre de mi mujer. Se había quedado pequeño, sobre todo la cocina, y merecía un cambio, una evolución. Cuentas con áreas diferenciadas, terraza y sala, que pueden ser conectadas como un solo ambiente en caso necesario. Esta opción permite que todo el restaurante quede cerrado a disposición del cliente, resultando perfecto para la celebración de eventos con total privacidad. Como curiosidad, por si alguien se anima, te diré que es el único restaurante del mundo que tiene toda la vertical de mis vinos. Todos y cada uno de ellos.
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Inscrita en el Registro de Fundaciones del Mº de Educación, Cultura y Deporte con el nº 1689.
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