Andorra sienta las bases para acercarse al consumo responsable con el desarrollo de seis ejes estratégicos La Estrategia Nacional de Economía Circular (ENEC) de Andorra se abre paso. El documento, que es la hoja de ruta del principado que cuelga de la ley de Economía Circular, fue presentado la semana pasada por la ministra de Medio Ambiente, Agricultura y Sostenibilidad, Sílvia Calvó, y por la directora del Departamento de Medio Ambiente, Sílvia Ferrer. El objetivo es dar un impulso definitivo a los objetivos establecidos en la ley y que el Ministerio dirigido por Calvó pretende aplicar. Con la ENEC, "establecemos la estrategia y los mecanismos necesarios para alcanzar los objetivos marcados por la ley, que son fundamentales para avanzar hacia el nuevo modelo económico, que aboga por un consumo responsable, la reducción de la generación de residuos, el ahorro económico y la reducción del desperdicio alimentario", señaló Sílvia Calvó. El documento presentado tiene como horizonte el año 2035 y está previsto que sea revisado cada cinco años para adaptarlo a cada momento. El deseo es que las medidas de la ENEC conecten con las que Andorra ya tiene en marcha en favor de la economía circular y que la suma de esfuerzos desemboque en una mejora de la economía gracias a la potenciación del ahorro y a la creación de nuevos puestos de trabajo. La ley de la Economía Circular establece cinco grandes objetivos: un incremento del reciclaje hasta el 65% en el 2035, la reducción del 15% en el mismo año de la generación de residuos urbanos, un consumo de agua por debajo de los 150 litros por persona y día, la reducción del 50% del desperdicio alimentario y, finalmente, el incremento hasta el 25% de las empresas que trabajen en esquemas de economía circular. El documento prevé redactar y aprobar una nueva ley del agua para impulsar los principios de economía circular en toda la red Para conseguir esos objetivos, el documento aprobado consta de seis ejes estratégicos que desarrollan 21 programas de actuación, con acciones específicas. Los seis ejes son consumo sostenible, sistemas de producción, plan nacional de residuos, transición social, rol ejemplar de la Administración y, por último, gobierno y seguimiento. De este modo el documento prevé entre muchas otras acciones ampliar la lista de plásticos de un solo uso prohibidos, prohibir las bolsas de plástico de un solo uso y establecer un plan de reducción de los productos de plástico de un solo uso sin alternativa. Por lo que respecta a las medidas para evitar el desperdicio alimentario, la estrategia diseñada establece la necesidad de implementar un plan de prevención y definir una metodología de cálculo de lo que supone el desperdicio de los alimentos en Andorra y elaborar un inventario anual. Otro foco de actuación importante se sitúa en torno al consumo de agua. El documento prevé redactar y aprobar una nueva ley del agua para impulsar los principios de la economía circular en temas de reaprovechamiento de aguas y el aumento del uso eficiente de esta en todos los sectores y a lo largo de toda la red, desde la captación hasta el punto final de consumo. Respecto a la generación de residuos, la estrategia se vincula con los preceptos que recoge el Plan Nacional de Residuos (PNR). Otro aspecto que tendrá continuación será la promoción de la producción local ecológica, la venta local, los circuitos cortos y mejorar la comercialización de productos locales y ecológicos de proximidad (kilómetro cero) y de temporada. También habrá acciones para impulsar el seguimiento y el control de la estrategia, y la difusión de buenas prácticas y la concienciación de la ciudadanía, así como potenciar el rol ejemplar de la Administración.