Agricultura
Agricultores de la Región de Murcia llevan sus cultivos a Andalucía por la falta de agua
La incertidumbre por los recursos hídricos empuja a algunos productores del Campo de Cartagena a mover sus plantaciones a fincas de Sevilla, Huelva o Almería
El sector trata de generar confianza en el mercado internacional
Alberto Sánchez
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Varios jornaleros recogenmelones, ayer, en una finca de Torre Pacheco. Iván Urquízar
El sector agrícola de la Región de Murcia prepara la artillería para afianzar su posición en los mercados internacionales de cara a la campaña hortofructícola de otoño e invierno. Sin embargo, el condicionante de la falta de agua está generando dudas de cara al próximo año hidrológico (cambia cada 30 de septiembre). Regantes como los del Campo de Cartagena terminarán este ciclo «muy justos» tras los últimos coletazos de las producciones de verano, apunta su presidente Manuel Martínez. «Hay verdadera incertidumbre por lo que pueda pasar», y ese temor nace de las reservas que hay ahora mismo en la cabecera del Tajo y de cómo se comportará la lluvia en esa zona durante los próximos meses.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha recortado durante los últimos tres meses 15 hectómetros de agua para el regadío a través del Trasvase. La situación de sequía en la cuenca del Segura se agrava por la ausencia de precipitaciones y los desembalses fueron recortados en mayo en un ejercicio de prudencia pese a que entonces llovió en grandes cantidades. «A los regantes del Campo de Cartagena nos corresponde 1,8 hm3 al mes de los últimos envío recortados del Trasvase. Con eso, en este momento, nos da para regar una semana, y si le sumamos las aportaciones que recibimos de la desaladora de Torrevieja el margen se amplía a dos semanas», explica Martínez. El agua de las depuradoras, incide, no es suficiente.
Esa incertidumbre de cara a la campaña de invierno lleva a «muchos agricultores a buscar tierras de cultivo en otras zonas, como Andalucía , donde puedan tener alguna garantía de agua». Almería, Sevilla o Huelva son territorios donde las empresas están trasladando parte de su producción para garantizar el suministro. «Si encuentran una finca de 100 hectáreas en aquellas zonas, y pueden utilizar 30 de ellas, luego suman otras tantas en nuestra comarca y así pueden diseñar la próxima campaña».
Estos productores deben comprometerse desde ya con sus clientes europeos a tenerles preparado un suministro acorde al de otros años para los supermercados extranjeros . «Perder al cliente implica que luego cuesta mucho recuperarlo. Si no hay agua, no se planta. Se están buscando la vida como pueden». La futura campaña se presenta, por tanto, «complicada si el cielo no lo remedia». Habla tanto de la cabecera del Tajo como en el Segura.
Y es que las lluvias de mayo han permitido cerrar el ciclo hidrológico anual con los recursos hídricos garantizados , subraya Antonio Moreno, secretario general de UPA Murcia: «Ahorramos agua a la hora de regar gracias a aquellas lluvias, pero no permitieron que crecieran las reservas». Dependiendo de lo que llueva en otoño, tanto en el Segura como en el Tajo, las dudas podrán ir despejándose. Las primeras producciones que se recogerán en octubre ya están plantándose, pero el grueso llegará en septiembre.
Buscar la estabilidad
El problema para Fernando Gómez, director general de Proexport, es que la patronal no ve crecimiento en las producciones hortícolas en la Región. «Hay limitaciones por zonas regables y por la disponibilidad de agua y porque ahora hay una demanda que no está muy alegre», lo que lleva a mantener una «prudencia» en todos los cultivos. «Hay que darle mucha seguridad al cliente», destaca, «esta campaña pasada hemos tenido una montaña rusa climática y queremos despejar dudas en los clientes». Una de las claves a la hora de cerrar acuerdos internacionales va a ser la promoción exterior que se haga del sector primario regional y de «garantizar el aprovisionamiento en las distintas fases de la campaña» en los lineales europeos. Si la confianza se mantiene, «cerraremos los contratos de aprovisionamiento con normalidad».
En la pasada campaña de invierno, la política comercial agresiva de algunos supermercados británicos acabó en desabastecimiento de algunas frutas y verduras , pero no porque no hubiera cantidad que exportar desde la Región, sino porque «la forma de comercializar llevaron a plantear contratos durante la campaña» imposibles de firmar. Ahora, Gómez cree que el país británico aprenderá de los errores y se logrará una mejor exportación hasta aquellas tierras.
Los melones
Melones y sandías son un ejemplo de lo que ha supuesto el vaivén climático los últimos meses. Las lluvias y el pedrisco de primavera arrasaron los cultivos de estas frutas, sobre todo la sandía, en el Valle del Guadalentín y tierras altas de Lorca, pero es que, como detalla el secretario de UPA Murcia, las altas temperaturas ha terminado por abortar muchas flores en las plantaciones. Un problema generalizado que alcanza a otros territorios como Castilla-La Mancha .
«Las producciones por hectárea no han salido como queríamos». El director de Proexport inciden en la «situación catastrófica» que dejó el granizo pero destaca una «recuperación de la normalidad» en estas semanas de agosto con las producciones en las zonas altas de la Región, con noches más frescas y, por tanto, con menor necesidad de riego. «La producción va ahora muy bien de calibre y sabor dulzor, y prevemos que ahora se dispare el consumo con la ola de calor de estos días». Sin embargo, en Europa no ha entusiasmado tanto estas frutas por una meteorología muy pasada por agua, algo que ha desanimado la compra de estos productos.
Los últimos cultivos del verano irán al mercado nacional
El campo atraviesa estas semanas un proceso de cambio . Los agricultores recogen las últimas producciones de la campaña de verano mientras que la mayoría ya preparan los terrenos para la producción hortícola que abastecerá los mercados nacionales e internacionales en invierno. Los restos de cultivos de brócoli o lechuga se concentran ahora en zonas altas de la Región como Jumilla y Yecla o incluso Hellín , donde las empresas regionales también trabajan.
«Son meses de preparación del terreno, dejarlos descansar, y trabajar más en los semilleros para trasplantar más adelante», apunta Fernando Gómez, director general de Proexport. El cultivo del pimiento al aire libre llega a su fin esta semana ante la negativa de l Ministerio de Agricultura de alargar el permiso de uso excepcional de un desinfectante del suelo que permitía a estos productores alargar la cosecha de esta hortaliza todo agosto.
«Se ha recortado la recolección en dos kilos por metro cuadrado al tener que adelantar la solarización del suelo», apunta Gómez, un proceso por el que se aplica abono al terreno y se tapa dos meses con una capa de plásticos para solarizar el terreno y dejarlo limpio. El pimiento murciano ha hecho frente este año a la alta competencia del holandés, «una colisión de productos en el mercado internacional» que ha provocado «una cotización mucho más baja» para la verdura cultivada en estas tierras. Sin embargo, las calidades y cantidades de la producción regional «han sido las adecuadas». Por otro lado, el cultivo de pimiento sin suelo en invernadero (hidropónico), un tipo de producción más residual, continuará todo el mes. Tanto las hortalizas que todavía no se han recolectado como el tomate, por ejemplo el de invernadero de Mazarrón, se destinarán a comercio nacional a la espera de que la producción repunte con vistas a Europa en invierno. «El grueso llegará a partir de septiembre».
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