La Unión de Agricultores, Ganaderos y Silvicultores de la Comunidad de Madrid, UGAMA, ha acusado al Gobierno regional de engañar a los ganaderos al incrementar el índice de prevalencia de la tuberculosis bovina para continuar con controles que, desde la organización agraria, no debería realizarse al estar por debajo del 3%, según los datos del MAPA.
UGAMA alerta que desde el Área de Ganadería de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio se han enviado notificaciones por correo certificado a ganaderos que según el programa de erradicación de tuberculosis bovina para el año 2018 se les indica que "en las CCAA cuya prevalencia de rebaño en 2017 superó el 3% es de obligado cumplimiento la realización del siguiente control adicional"
Esta organización denuncia que el gobierno regional "engaña" a los ganaderos ya que según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura Ganadería Pesca y Medio Ambiente en su informe final técnico financiero del programa nacional de la tuberculosis bovina año 2017 la prevalencia de rebaño de la Comunidad de Madrid en 2017 fue de 2,69% es decir por debajo del 3% que dice el requerimiento, lo que eximiría a los ganaderos de la obligatoriedad estos controles adicionales.
A juicio de UGAMA, "ni tiene sentido que los veterinarios contratados por la Administración inspeccionen a sus compañeros veterinarios que han efectuado los anteriores controles, ni tampoco que se sometan nuevamente a las explotaciones a estas pruebas realizadas ya con anterioridad, por lo que conllevan de trabajo a los ganaderos y estrés a los animales de campo, a los que se les obliga a pasar otra vez por manga ganadera con el siguiente trabajo para los ganaderos y estrés para los animales".
Además en dicha comunicación escrita, se amenaza veladamente con que la negativa a dicha prueba por parte del ganadero, conllevaría en el plazo de 4 a 6 meses la perdida de la calificación sanitaria con la consiguiente inmovilización de los animales de la granja.
Para UGAMA es "injustificada la insistencia de más controles al ganado domestico ya que estos perjudican enormemente al sector ganadero tanto en materia de bienestar animal como económicamente".
Diferentes varas de medir
En este sentidpo, se insiste en que "especialmente grave es que esta reiteración injustificada sobre la ganadería, choca con la dejación y abandono sanitario de las verdadera y fundamental fuente de trasmisión de la tuberculosis, la fauna silvestre.
La Comunidad de Madrid que carece siquiera de censo de fauna silvestre, donde según el diario El Confidencial hay una población cercana a 40.000 jabalíes de los cuales, se estima que la mitad de ellos son portadores de esta enfermedad o que según el propio Ministerio de los al menos 10.000 gamos que hay en Madrid solo se haya efectuado la prueba de la tuberculosis a un solo animal lo que supone un flagrante incumplimiento del plan Sanitario de la Fauna Silvestre PATUBES.
"Mientras se insiste en analizar una y otra vez a las mismas vacas no se analiza la fauna silvestre, y se hacen excepciones muy clarificadoras sobre la falta de rigor científico en los criterios usados en esta Comunidad solo hay que recordar a la vaca Carmen, la única vaca que ha dado positiva a la enfermedad y vive, mientras se han sacrificado otras muchas de los ganaderos (posiblemente algunas no enfermas) que no han caído 'tan simpáticas' a la opinión pública al o estar en un denominado paraíso animal y no ser conocida su historia por los medios de comunicación", lamentan desde la organización.
Alfredo Berrocal presidente de UGAMA hace hincapié y así se lo ha trasladado al Director General de Agricultura y Ganadería de que uno de los objetivos principales de esta organización es dar la mayor transparencia participación y comunicación del sector y que "no va a permitir que iluminados tomen decisiones unilaterales, personales, caprichosas, lesivas, opacas y fuera de la legislación vigente actual. Y se reitera por enésima vez en la imperiosa necesidad de la creación del Consejo Asesor Agrario que establezca reuniones periódicas de obligado cumplimiento así como unas garantías mínimas de legalidad, coherencia, imparcialidad y transparencia que acabe de una vez con el acoso de esta Administración al campo madrileño que está provocando el abandono del sector especialmente en las zonas más deprimidas de la región abocando al despoblamiento rural y aumentando la brecha social urbano-rural".