Robótica agrícola: la próxima (r)evolución

La robótica agrícola todavía no es una herramienta real en las explotaciones, ya que todavía no se ha dado el paso a una comercialización masiva a escala global. Sin embargo, se espera un crecimiento anual del 22% en su comercialización en el período 2019-2021. En los últimos años un gran número de empresas dedicadas a la robótica agrícola están centrando sus esfuerzos en desarrollar robots de tamaño pequeño/mediano con una gran capacidad de percibir, moldear y actuar sobre el terreno de forma autónoma. Actualmente se pueden distinguir dos categorías, las plataformas terrestres y las plataformas aéreas, especialmente los drones. Las principales tareas que llevan a cabo las plataformas terrestres son: sensorización y fenotipado, control de malas hierbas, cosecha, y aplicación de fitosanitarios y fertilizantes. En cuanto a los drones, se están empleando para realizar tareas de mapeo, identificación y conteo de cultivos, e incluso aplicación de fitosanitarios en bajos volúmenes. En los próximos 10 años, será cada vez más frecuente encontrar robots realizando tareas agrícolas, pero en esta evolución serán necesarios técnicos y agrónomos avanzados cuyas recomendaciones, conocimientos y experiencia permitan que los robots sean programados y ejecuten tareas tal y como el cultivo necesita