Plan integral de manejo de nutrientes de los purines

El sector porcino ocupa el primer lugar en importacia económica en nuestro país, con un 36,4% de la producción ganadera. Es un sector altamente competitivo, con sistemas de manejo de alta productividad. Las explotaciones ganaderas generan productos, la carne es el más importante, pero también se producen purines, que son las deyecciones de los animales mezcladas con restos de pienso, pelos y agua. Entre el 90-95% del purín es agua, pero también contiene materia orgánica, nitrógeno, fósforo y potasio. A estos elementos se les denomina nutrientes porque se aprovechan en los cultivos como fertilizante. Si se realiza de forma ordenada y controlada, evitamos problemas de contaminación medioambiental. Por este motivo es necesario que las granjas dispongan de un buen plan integral de manejo de nutrientes (PIMN), con el que minimizar los posibles impactos adversos del purín sobre la calidad del agua, aire y suelo, y sobre la salud pública. Los pilares básicos de estos planes actúan sobre el manejo y almacenamiento del purín, la aplicación del purín en el campo, la entrada y salida de nutrientes en la explotación y su registro y los usos alternativos del purín para la obtención de energía, como la producción de biogas, o su tratamiento en aquellas zonas con alta producción ganadera donde su aplicación al suelo sea inviable