La imagen del vino español en los mercados internacionales

En el mundo saben que España produce vino, pero no saben casi nada de él. No son conscientes de que España tiene más viñedo que ningún otro país europeo. Tampoco saben que hay más de 4.000 bodegas o 138 regiones vitivinícolas con figura de calidad geográfica. España es, a ojo del consumidor internacional, una mezcla anárquica de regiones, zonas y denominaciones. Los mercados internacionales no han percibido la increíble y magnífica mejora de muchos vinos españoles, ahora entre los mejores del mundo. Si preguntamos a un consumidor de a pie, probablemente sólo dirá tres nombres: Rioja, Jerez y Cava. El packaging del vino español está entre los mejores del mundo, es elegante, de gama alta y muy actual. Pero el márketing del vino español es débil, y las diferentes regiones y Consejos Reguladores gastan más tiempo peleándose entre ellos que uniendo fuerrzas para erigir potentes acciones de marketing, lo que complica su desarrollo. La imagen de los vinos españoles hoy en día es básicamente la de vinos a los que acudir en búsqueda de calidad/precio, mientras los vinos franceses siguen siendo cada vez más caros. Los mercados demandan vinos buenos, vigorosos y afrutados y España es capaz de satisfacer eso perfectamente