Estrategias para introducir micorrizas en los cultivos mediterráneos y subtropicales

La simbiosis micorrícica permite un intercambio de nutrientes entre un hongo del suelo y una raíz vegetal. La mayoría de los cultivos agrícolas tienen un hábito micotrófico considerable, y son capaces de de beneficiase de la simbiosis con micorrizas, mejorando su desarrrollo y salud. Es posible inocular hongos micorrícicos en los agrosistemas desde el vivero, en el sustrato sobre el que se cultivan, para beneficiar a la plántula de la simbiosis y que posteriormente puedan seguir desarrollando la asociación una vez en el campo. Los suelos fumigados, los afectados por incendios, o las áreas degradadas por actividades mineras pueden restaurarse con hongos micorrícicos, así como pueden ayudar en la recuperación espacies vegetales en peligro de extinción. La micorrización ahorra fertilizantes y fitosanitarios, produciendo plantas robustas, con arquitecturas más equilibradas y con mejor resiliencia frente a situaciones de estrés biótico o causado por el clima. Pueden mejorar, además, las concentraciones de nutrientes y las características organolépticas de los frutos