Control químico de malas hierbas en los cultivos de leguminosas: ventajas e inconvenientes de las leguminosas en la rotación respecto al control de las malas hierbas

De los 9'7 Mha dedicadas en España al cultivo extensivo, alrededor de 5 Mha son de cereal y de estas, el 90% se dedican exclusivamente a trigo y cebada, lo que lleva al monocultivo de estos dos cereales en muchas zonas de nuestro país. Las consecuencias del monocultivo son, entre otras, la disminución del rendimento de las cosechas, el aumento de la incidencia de plagas, enfermedades y malas hierbas y una mayor necesidad de fertilizantes y de productos fitosanitarios, a los cuales se acaban desarrollando resistencias. Las leguminosas, para grano o forraje, pueden formar parte de las rotaciones con el cereal, para así romper este monocultivo y, por tanto, el ciclo de las malas hierbas. Se estudian sus ventajas e inconvenientes, así como las posibles estrategias de control de adventicias a seguir en el cultivo de leguminosas. Las pautas básicas son el conocimiento de la flora de la parcela, sembrar a final de invierno en parcelas con historial de problemas de malas hierbas, controlar las dicotiledóneas en estado de preemergencia, y tener en cuenta la posible resistencia a herbicidas "fop" y "dim" del vallico ("Lolium rigidum"), monocotiledónea con una muy alta tasa de reproducción, una de las malas hierbas más comunes. Dos cuadros muestran los formulados autorizados por cultivo (a junio de 2021) y el espectro de control de malezas de cada formulado, con las eficacias aproximadas de control