Durante estos días, gracias a las abundantes lluvias y al sol, crecen en encinares, pinedas y matorrales como uno de los manjares populares junto a otras especies parecidas que también son comestibles Estas líneas no son una invitación a arrasar el campo en busca de espárragos trigueros. Debe saber que, dentro lo previsto en las leyes y normas que regulan la fauna y la flora en terrenos públicos, es un recurso alimentario que está al alcance ... de la mano. Así consta, por ejemplo, en el artículo 31.2 de Ley 8/2003 en el que se especifica que «no requiere autorización administrativa la recogida esporádica en pequeñas cantidades de ejemplares de especies silvestres de invertebrados, plantas y hongos en los lugares y fechas tradicionales, siempre que la misma no entrañe riesgo de desaparición local de la especie«. Algo aplicable a los espárragos o las tagarninas -también conocidos como cardillos- que estos días se pueden encontrar en el campo. Aunque según en qué zonas de España -su recolección silvestre, como la de las setas, puede estar regulada-. Esta verdura salvaje nace entre las esparragueras de encinares, pinedas, matorrales y suelos rocosos en los que afloran confundiéndose con el entorno. Adrián Delgado Este utensilio, en su versión más básica, vive una nueva edad dorada entre algunos mitos, falacias y el tirón de las redes sociales Estos turiones -así se definen botánicamente a las yemas que brotan de forma subterránea- se parecen a otras especies olvidadas que da la tierra por estas fechas y que también son comestibles. Así lo explica a ABC, Juan Carlos Roldán -conocido como el herborista de los estrellas Michelin-. Zarzaparrilla, trigo verde, esparraguillas y ruscos «La zarzaparrilla, el trigo verde -'Ornithogalum pyrenaicum'-, la esparraguilla y el rusco se parecen a los espárragos y tienen valor culinario. También están los capullos de los 'Alium neapolitaum' -flor de ajo blanco- que antes de abrirse se asemejan. Y los brotes de equiseto -cola de caballo- que se han comido en la península desde tiempos de los romanos. Estos últimos son algo astringentes y hay que cocerlos antes», señala uno de los mayores expertos en flora silvestre de Europa. No obstante, advierte que hay varios tipos de jopos -de las familias de las 'Orobanche'- que son tóxicas y antes de abrirse se parecen bastante al espárrago. Los espárragos no se deben arrancar de la tierra. Es mejor dejar su raíz y parte del tallo, leñoso, cortándolos con una navaja e incluso con la mano, tanteando el punto en el que saltan. Ese tallo que queda, si no se apura demasiado, se 'esparragará' y dará en el futuro más espárragos tras convertirse en esparraguera. Más amargos que los cultivados, se pueden hacer fritos, en revuelto, en tortilla y en guisos calientes como los mojetes manchegos o cordobeses -con un majado de ajo, pan frito, cominos, pimentón y vinagre-. Redactor de Gastronomía de ABC. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Máster de Periodismo de ABC-UCM.