Reconoce ahora la alerta sanitaria europea que confirmó restos de metomilo por encima de los niveles permitidos La Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria de Marruecos (Onssa) ha asegurado hoy que ha tomado "medidas" contra los responsables de la exportación de sandías con exceso de restos de metomilo a la Unión Europea (UE) mediante la suspensión de sus licencias sanitarias y de exportación. De esta manera, el país magrebí sale al paso de la alerta sanitaria lanzada hace unos días por la Comisión Europea (CE) sobre la presencia de sandías procedentes de Marruecos con restos de este plaguicida por encima de los niveles permitidos que abrían llegado a España. "Se ha podido identificar el campo en cuestión y hacer un rastreo del envío de las sandías exportadas, y se han realizado investigaciones para determinar el canal de comercialización del pesticida", explicaron fuentes de esta oficina a EFE, que además aseguraron que han suspendido la licencia sanitaria a la unidad de embalaje de las sandías y la licencia de exportación del responsable de enviar este producto a la UE. Además, aseguran que que se trata de una sola carga de sandías y "no todas las exportaciones destinadas a este mercado" mientras subrayaron que desde principios de 2023 Marruecos solo ha registrado cinco notificaciones sobre frutas y verduras de un total de 497 alertas emitidas por este sistema sobre las verduras y frutas importadas en Europa desde el resto de regiones productoras. La alarma sanitaria se produjo el pasado día 14 y luego tuvo una actualización el día 20, según alertó la organización de consumidores Facua, que aseguró que el exceso de metomilo puede provocar en algunos casos graves síntomas de intoxicación como "dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, sudoración excesiva, temblores y visión borrosa" . La mezcla de esta sustancia con el consumo de alcohol, puede impactar en el sistema nervioso central y periférico, así como puede llegar a provocar fallos renales. Las sandías marroquíes interceptadas contenían restos de un insecticida en una proporción superior a la permitida en el mercado europeo, en concreto en una proporción de 0,38+/-0,19 mg/kg-ppm, cuando su Límite Máximo de Residuos (LMR), está establecido en 0,015 mg/kg-ppm. Así, fue el sistema europeo de alerta rápida para alimentos y piensos (RASFF) el que informó de la detección en un control fronterizo de un lote de sandías procedentes de Marruecos en las que se encontró un alto nivel de esta sustancia, a pesar de lo cual el envío fue liberado. Este sistema europeo calificó la incidencia de "grave", y aseguró desconocer los lugares donde se ha realizado la distribución de las sandías afectadas. Este problema llega en un mes de julio donde ha existido una importante bajada de producción de sandías y melones en España debido a los problemas climatológicos sufridos durante el cultivo de esta fruta. Además de a la sequía de la última campaña se unieron en mayo importantes tormentas de granizo que destrozaron los cultivos de una de las zonas más productoras del país, el Levante, lo que ha provocado importantes desabastecimientos en los lineales durante este verano (un problema admitido, por ejemplo, por Mercadona) además de una subida importante de precios. EL CALENDARIO La sandía procedente de Marruecos es una de las primeras que se pone en los mercados españoles, justo tras la de Senegal y Brasil que llegan durante el invierno, según apunta según resalta Cristóbal Jiménez, presidente de la Interprofesional de Melón y Sandía de Castilla-La Mancha, que establece el mes de marzo como el mes que habitualmente aparece en los supermercados españoles, cuando todavía los primeros cultivos españoles, de la zona de Almería, no han terminado de dar sus frutos. "Son piezas más alargadas que puede distinguir cualquier consumidor habitual, también por el brillo y la piel, pero la legislación obliga a que debe de aparecer en el etiquetado el origen del país de donde provienen", subraya. España batió la pasada campaña, entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2022, el récord histórico en la compra de sandía a otros países , principalmente de Marruecos, con el 84% del total, con 106,79 kilos por un valor total de 74,87 millones de euros y a un precio medio de 0'7 euros por kilo. A gran distancia apareció Senegal, el segundo proveedor de sandía a España en ese primer semestre, con 3'54 millones de kilos, comprados por un valor total de 2'31 millones de euros. El acuerdo en materia agrícola firmado en enero de 2012 entre la UE y Marruecos para la importación de frutas y hortalizas ha propiciado desde entonces la subida de las importaciones, sobre todo sandía, el pimiento y el tomate , al mercado nacional, aunque los agricultores españoles han puesto desde entonces en duda el nivel de trazabilidad empleado en el cultivo de estas frutas en su país de origen, según resalta Cristóbal Jiménez. En concreto, en esta última década se ha pasado de 435 a 122.000 toneladas recibidas, según datos de la Federación de Productores de Frutas y Hortalizas (Fepex). Las exportaciones de sandía de Marruecos a la UE casi se duplicaron entre 2019 y 2022, pasando de unos 149.000 kilogramos a 270.000 kilogramos. Sin embargo, los suministros de España bajaron de 681.000 en 2019 a 520.000 en 2022. Marruecos, a pesar de que padece un enorme problema de sequía, ya es el primer país exportador de sandía a Europa. Desde el sector también se quejan de la pérdida de competitividad de los productos españoles al resultar, por ejemplo, mucho más cara la mano de obra que en Marruecos.