La campaña ha comenzado este jueves con la recogida de la uva blanca Chardonnay, la primera en madurar, y esperan concluirla en las primeras semanas de octubre las 32 bodegas de la Denominación.
Rubén Darío Núñez
Primeros trabajos de vendimia en la bodega Enate. DO Somontano Primeros trabajos de vendimia en la bodega Enate. DO Somontano
Después de las copiosas y esperadas precipitaciones de comienzos de semana, este jueves ha comenzado la vendimia en la Denominación de Origen Protegida Somontano recogiendo los primeros kilos de la uva blanca Chardonnay , una de las primeras, junto a la blanca Gewürztraminer y la tinta Merlot , en culminar su proceso de maduración.
La campaña se prolongará hasta las primeras semanas de octubre cuando se vendimie el fruto de las últimas parcelas de las uvas tintas Garnacha, Cabernet Sauvignon, Parraleta o Moristel, que son las de más maduración más tardía. Partiendo de los controles de maduración de las parcelas y de las conversaciones con las bodegas, el Consejo Regulador prevé concluir la vendimia con una cifra en torno a los 19 millones de kilos de uva de alta calidad , superando la campaña del año pasado que se cerraba con 18,7 millones de kilos .
A partir de la semana que viene, la vendimia será ya generalizada y las 32 bodegas de la Denominación y los casi 400 viticultores propietarios de viñedo estarán inmersos en la recogida paulatina y progresiva de las 15 variedades de uva que conforman el mapa varietal de las 4.000 hectáreas de viñedo de la Denominación de Origen Somontano.
La vendimia comienza en las fechas habituales de la Denominación. El 50% de su viñedo está plantado en regadío y el otro 50%, en secano. El fruto de las viñas de secano no ha adelantado la maduración ni, por tanto, el inicio de la vendimia gracias a las reservas hídricas que conservaba del año pasado. Éstas le han permitido concluir el ciclo vegetativo, en general, bastante bien a pesar de las escasas precipitaciones registradas durante todo el año. También ha favorecido esa buena y paulatina maduración una primavera fresca.
El verano ha estado marcado por tres olas de calor , la primera en la última semana de junio. Estas altas temperaturas hacen que la planta cierre sus estomas y detenga el ciclo vegetativo por lo que ese calor no ha afectado al fruto ni han adelantado la maduración . En el caso de las viñas de regadío, las necesidades hídricas de las plantas se han atendido con el riego de las mismas lo que ha garantizado, también, una buena y paulatina maduración.
Las precipitaciones registradas el pasado lunes, 19 de agosto, han sumado una media de 50 litros por metro cuadrado y con ellas las uvas culminarán su proceso de maduración en las mejores condiciones.
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