Se buscan pastores tradicionales y ecológicos | Hoy.es

29/11/2023
En: hoy.es
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José Antonio Rivera, junto a Miguelito, tras meter las ovejas merinas negras en la cerca. JOSÉ VICENTE ARNELAS Se buscan pastores tradicionales y ecológicos Ganadería. En la finca Baldío de Talaván desarrollan un proyecto para recuperar el pastoreo tradicional, en pleno declive, y de paso mejorar los espacios naturales extremeños JOSÉ TOMÁS PALACÍN Martes, 28 de noviembre 2023, 14:03 Comenta LinkedIn Telegram En la finca del Baldío de Talaván están continuamente probando nuevos proyectos. Algunos tienen que ver con la agricultura, otros con la ganadería, pero todos están relacionados con la sostenibilidad. En esta ocasión, la idea es basarse en el pasado para poder tener un futuro. Y es que la Fundación Global Nature, propietaria del espacio, ya lleva un año trabajando en recuperar el pastoreo como una técnica que regenere el suelo, aporte valor a las comunidades rurales y mejore la economía local. Porque no sólo es formación. Naturaleza Pastoreada, así se llama el proyecto en el que colaboran la ONG y Cicytex, trabaja en desarrollar el pastoreo en zonas de protección ambiental. El problema está en que el suelo es cada vez más desértico. Y que directamente no hay pastores. «La gestión para el pastoreo, para que se recupere el oficio y los suelos de Extremadura, necesita de mano de obra. Ese ganado que es necesario para que existan pastos necesita profesionales. Y no hay. Directamente, no hay», lamenta Valentín Maya, ingeniero agrónomo de Cicytex. El proyecto también contempla utilizar pacas de heno con semillas nativas para recuperar el pasto No hay un relevo generacional: los pocos pastores mayores que quedan se jubilan y las explotaciones no son asumidas por los jóvenes. Es un problema de base del modelo de producción ganadera actual. «Y de mucho propietario que no vive en el cargo, que sólo tiene un encargado, y no está pendiente en tener una buena gestión», apunta, por otro lado, Laura García, responsable en Extremadura de la Fundación Global Nature. Según ella, recuperar la figura de los pastores permitirá que Extremadura -aunque el proyecto abarca nueve espacios naturales, de los que 'Monfragüe y las dehesas del entorno' y 'Llanos de Alcántara y Brozas' son de la región- ofrezca oportunidades de vida. «¿Cómo ligar siendo pastora?» El pastoreo, aseguran desde ambas instituciones, está mal visto desde el mundo del conservacionismo. Y, en cierto modo, ha sido merecido, porque el ganado ha estado mal gestionado durante los últimos 50 años: pastoreo continuo, machaque del suelo, erosión. «El departamento de conservación de la Junta viene de la parte 'dura' del sector, de la que dice que el pastoreo en espacios naturales es malo. Sin embargo, la realidad es otra», asegura García. Si hay un ganado bien gestionado es el bien pastoreado. La encargada de la fundación explica que los pastores de toda la vida sabían que mantener a las ovejas en un determinado sitio durante mucho tiempo era malo, porque ese pasto se necesitaría para el año siguiente. «Lo que pasa es que como ahora se echa pienso a todos lados... El día que dejamos de mirar el suelo porque el pienso solucionaba todo y encima era rentable, fue cuando se empezó a estropear todo». Ahora, los precios de los insumos han subido demasiado. El pienso está por las nubes y se quiere volver a mirar al suelo, mientras las vacas van adelgazando. «¿Qué hacer para atraer a gente hacia el pastoreo? No se puede responder a eso», coinciden los dos representantes del proyecto. «Hay pastores que cobran más que un titulado superior de la Administración Pública» Por un lado, Valentín Maya indica que hay todavía hay mucho prejuicio en la sociedad, si bien en el campo «hay gente que cobra más que un titulado superior de la Administración Pública. La gente no deja el campo por una cuestión económica, ganan dinero». El problema, para él, es que hay una desconexión entre lo rural y lo urbano. No entre pueblo y ciudad, sino en los mismos pueblos. La gente no quiere el campo, porque es sacrificado, comprometido... «No cala, no hay jóvenes». Por otro lado, García considera que en cuanto a lo económico se les podría convencer. No por las ayudas, sino porque, por ejemplo, el ahorro en pienso sería muy importante. El mismo trato con los animales, al cambiar, también permite cierto ahorro. «La cuestión es -señala García- que en las charlas que hemos dado de formación una pastora nos lo comentó. ¿Cómo ligar diciendo dónde trabajas? No es algo menor, la gente no quiere campo, todavía tenemos el éxodo rural en la cabeza. Y sin pastores, tendremos un sector cárnico como el resto de Europa. Aves en naves. Y más riesgos de incendios de los que ya tenemos, pérdida de hábitats fundamentales, no habría filtración de agua para acuíferos. Una catástrofe». El pastor José Antonio Díaz es el encargado de los animales de la finca del Baldío de Talaván. Él es quien se levanta, arregla lo que haya que arreglar y va con las ovejas merinas negras a pastorear. Siempre lo hace con Miguelito, un border collie joven, nervioso por perseguir al ganado. Cerca, tres gatos -que en la finca llaman los «gatoperros»- los siguen a todos lados, aunque se esconden en los matorrales cuando notan tanta oveja. Y detrás de esa comitiva va Trueno, un perro guardián que tiene mucho de lo primero y poco de lo segundo. Parecen felices. «He dedicado la mayor parte de mi vida a esto y es un trabajo reconfortante. Me gusta ver cómo cambian las cosas cada día, además de trabajar con animales. Sé que hago cosas que van a servir para algo, que no cae en saco roto. Me gusta trabajar en esta especialidad y animo a la gente joven a que lo hagan, que no es tan malo como lo pintan», reivindica. Como Valentín Maya y Laura García, el pastor cree que la gente «no quiere el campo». Hay que partir de eso, según él, para convencer a la gente, porque hay una serie de sacrificios que la gente «ya no quiere asumir». Se necesita dedicación, compromiso. «Hoy en día, tanto en pueblos como en ciudades, eso no se quiere asumir. Lo veo un poco mal». Y considera lo mismo del pastoreo: que nadie quiere ya «trabajar técnicas antiguas que vengan bien a la tierra y a la naturaleza». Sobre si hay alguna solución, Rivera afirma que no sólo hay que incentivar el pastoreo por su parte económica, sino dar resultados, que los potenciales pastores vean que las cosas pueden cambiar a bien haciendo «lo de toda la vida». Por desgracia, como afirma la encargada de la ONG, «ahora mismo, la gente no está interesada en ser pastor. Con nosotros, al menos. Cuesta convencer porque Cicytex sí es un referente en Extremadura. Pero nosotros somos una ONG que piensan que es medio hippie. La realidad es que de ganado saben más los ganaderos que los investigadores, y mantenemos la esperanza en que haya interés en pastorear. ¿Por qué todo está tan verde en la finca siempre si todo está tan mal alrededor?, nos preguntan mucho. Y eso nos llena de orgullo. Aunque no es sólo del redileo», reflexiona García. La importancia del suelo Partes del suelo de la finca parecen alfombras verdes. Y es que dentro del proyecto Naturaleza pastoreada también está una acción dedicada a mejorar los pastos a través del uso de pacas de heno, que se obtienen de fincas en las que se fijaron unas especies claves, concretamente el ornithopus compressus. Se siegan, se empacan y se trasladan a la finca, mejorando el suelo. El experto de Cicytex explica que se logra a través de una estrategia de gestión, como es alimentar al propio ganado, dar ese heno, además de extenderlo en el campo y que el ganado se alimente de él. Con eso se consigue la incorporación de esas semillas al nuevo sistema. «El ornithopus compressus es una leguminosa que, de por sí, tiene un carácter mejorador del suelo, una especie en alto contenido en semilla dura que trata de intentar que dicha semilla persista el mayor número de años posible en una zona, y que consiga mantener esa mejora. Es una leguminosa nativa», indica Maya. Del mismo modo, destaca que esta parte del proyecto «es una mejora que suple a la mejora tradicional con laboreo». Lo tradicional es a través del laboreo y la siembra, utilizando especies que vienen del extranjero, de Australia. Así que tratan de trabajar con estas semillas nativas, autóctonas, que están localizadas en un contexto similar, y las intentan llevar a las fincas nuevas para mejorar el pasto y conseguir esas alfombras verdes. Comenta
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