Cataluña empezó a vacunar este miércoles a ovejas y bovinos con el objetivo de frenar la expansión de la lengua azul , una enfermedad que afecta directamente a estos animales. La Generalitat compró "de emergencia" 3 millones de dosis y, por ahora, irán suministrando las vacunas a las ovejas, que son las que tienen más síntomas, con las 200.000 vacunas que llegaron este lunes. En 15 días llegará otro lote de 600.000 dosis para frenar el crecimiento de un virus que se detectó en una explotación ovina de Vilademuls ( Girona ). Los nuevos casos de lengua azul se han dado en 19 explotaciones de 8 comarcas del territorio catalán : el Alt y Baix Empordà, el Gironès, Ripollès, Pla de l'Estany, La Selva (Girona), Maresme y Osona (Barcelona), y se suman al detectado durante el mes de junio. La lengua azul es una enfermedad vírica que afecta a los rumiantes y que se transmite por la picadura de un mosquito, y su gravedad depende del serotipo y la especie afectada. En los ovinos infectados por lengua azul, los signos son variables y pueden incluir, según recoge la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA) fiebre, hemorragias y ulceración del tejido oral y nasal, salivación excesiva, descarga nasal y tumefacción de los labios, lengua y mandíbula, inflamación de la banda coronaria (encima de la pezuña) y cojera, debilidad, depresión y pérdida de peso, diarrea profusa, vómitos y neumonía, y la lengua "azul" como resultado de la cianosis. Además, puede provocar abortos en las ovejas preñadas y puede haber una "interrupción" del crecimiento de la lana en los ovinos en recuperación con pérdida parcial o completa de la lana . Síntomas, todos ellos que pueden darse, o no, en función de la cepa vírica, pero que en ningún caso se transmiten a los humanos La lengua azul no afecta a las personas La lengua azul se transmite de animal en animal a través de un vector y no por contacto directo: se transmite mediante especies de mosquito del género Culicoides, pero "no afecta a las personas en absoluto" . La gravedad de la enfermedad en los rumiantes varía en función de la especie y el serotipo, pero se recuerda que la carne, la leche y los productos derivados se pueden consumir sin problema.