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¿Por qué el actual brote de gripe aviar es tan inusual (y preocupante)?

26/09/2024
En: elmundo.es
Digital
Si bien los expertos están de acuerdo en que el salto a los humanos parece difícil, lo cierto es que este virus de gripe aviar A (H5N1) ya ha hecho que lo que parecía impensable esté sucediendo Gracia Pablos Texto y gráficos Texto y gráficos Actualizado Jueves, 26 septiembre 2024 - 02:04 Salud EEUU detecta un caso de gripe aviar en una persona que no ha tenido contacto con animales enfermos La gripe aviar lleva tanto tiempo amenazando nuestra salud que parecemos habernos anestesiado a sus alertas. El inesperado salto a las vacas y el primer contagio en una persona que no ha tenido contacto con animales enfermos han hecho saltar de nuevo las alarmas. Pero lo cierto es que hace años que el escenario es preocupante en muchos sentidos . Elisa Pérez-Ramírez , viróloga veterinaria en Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA, CSIC), recuerda que entre 2016 y 2017 ya hubo brotes importantes con bastante mortalidad en Europa, tanto en aves domésticas como silvestres, "nos parecía que habían muerto muchísimos animales y la afectación de las silvestres no se había visto antes", recuerda, "pero lo que ha pasado ahora en estos últimos tres años y medio ha ensombrecido esos números, ahora es muchísimo mayor el impacto tanto en ganado doméstico como a nivel de biodiversidad por todas las mortalidades, no sólo de aves sino de mamíferos. Es la epidemia más grave de la historia de la gripe aviar sin ninguna duda ". Ayer, se publicaba un nuevo estudio "interesante e importante", subraya la viróloga, sobre las claves de la transmisión entre las vacas. En la revista Nature , el equipo de Jürgen Richt, del Departamento de Patobiología y Diagnóstico Médico del Colegio de Veterinarios de Kansas (EEUU) concluye que la principal vía de transmisión de la gripe aviar en el brote que afecta al ganado vacuno en EEUU parece ser la leche y las técnicas de ordeño. Los resultados muestran que la transmisión respiratoria no cumple un papel fundamental en la diseminación de este brote que mantiene en vilo a los expertos Para saber más Redacción: CRISTINA G. LUCIO Madrid Redacción: ÁLVARO MATILLA (INFOGRAFÍAS) EEUU sufre uno de los peores brotes de gripe aviar en vacas: "Es inesperado" Para entender cómo al ojo público parece escapársele esta epidemia que ya ha alcanzado el grado de panzootía (una pandemia en animales) hemos de fijarnos primero en lo que, evidentemente, más nos preocupa: el riesgo para el ser humano. Y éste, al menos de momento, sigue siendo remoto. Es algo que no ha cambiado especialmente en estos últimos meses y para los expertos el salto final se antoja difícil. Sin embargo, si algo ha demostrado este virus es que lo de romper techos hasta ahora imposibles se le da bien, así que si normalmente nadie se atreve a firmar un "imposible", en este caso esa palabra se evita si cabe con más intención. El hito más reciente del H5N1 tiene un claro protagonista: las vacas . Apenas empezaba el invierno en Estados Unidos cuando algunos ganaderos vieron con preocupación cómo sus vacas lecheras estaban enfermando. Los síntomas eran un tanto difusos: se las veía más letárgicas y con fiebre, menor apetito y deshidratación. No eran síntomas graves, pero afectaban a su función esencial: la producción de leche. Ésta no sólo se reducía de forma súbita, sino que además las vacas afectadas producían una leche más espesa, concentrada y similar al calostro. El inesperado contagio de vacas de gripe aviar H5N1 Los veterinarios comienzan entonces su búsqueda de la causa detrás de esta enfermedad, y la buscan, como es lógico, entre las afecciones más habituales en el ganado bovino. La gripe aviar, la verdadera culpable, no entra en ninguno de esos listados, así que la investigación continúa al no hallar la causa. Lo cierto es que por aquel entonces la gripe aviar, la espada de Damocles de las pandemias posibles, ya estaba causando estragos entre los animales del continente americano. De hecho no era infrecuente encontrar aves silvestres muertas en las granjas de las vacas lecheras. Pero aún así, era algo tan inimaginable que a nadie se le ocurrió conectar ambos hallazgos. La pista más evidente llegó cuando empezaron a aparecer gatos muertos en esas mismas granjas , gatos que solían beber la leche que producían las vacas. En este punto se produjo el momento 'Eureka' y los veterinarios decidieron investigar en primer lugar si las vacas podrían estar infectadas, y en segundo lugar si esa infección podría haber llegado a la leche de la que bebieron los gatos y que finalmente condujo a su muerte. La conclusión: varios meses después (oficialmente dos, pero varios estudios apuntan a un mínimo de cuatro) Estados Unidos anuncia al mundo que ha detectado el virus de la gripe aviar A (H5N1) en vacas lecheras , y no sólo eso, el virus parece reproducirse de manera veloz en las glándulas mamarias y de ahí a la leche. Lo impensable había pasado. Cada vez que un virus entra en un nuevo hospedador se activa una alarma en la comunidad científica . En el caso de la gripe aviar existe una fuerte vigilancia en cerdos, aves de corral y aves silvestres, pero no existía ningún protocolo similar en las vacas. Pese a que con cada hospedador es innegable que el virus se acerca más y más a los humanos (aunque irónicamente esa cercanía y que no haya saltado ya también refuerza la idea de que no reporta un peligro inminente para nosotros), existen ciertos matices a tener en cuenta a la hora de medir la importancia de la infección en las vacas. Por un lado, tal y como destaca Antoni Trilla, epidemiólogo y catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Barcelona, " las vacas lecheras enferman, pero no gravemente , al contrario de lo que sucede con las aves, incluso se cree que puede haber vacas afectadas asintomáticas ". Sin embargo, esa infección sí afecta a la leche, de hecho se ha comprobado que el virus se replica muchísimo en las glándulas mamarias y se excreta en la leche, algo tan sorprendente como preocupante desde el punto de vista de la salud pública y la seguridad alimentaria. ¿Qué pasa con la leche de las vacas infectadas con gripe aviar? Pese a la elevada concentración de virus detectada en la leche producida por las vacas infectadas, no se ha constatado ningún caso en humanos por su consumo aunque sí por el contacto, siendo las salpicaduras en los ojos la vía más probable y la explicación de las infecciones oculares observadas en los trabajadores de las granjas de vacuno. En otros animales como los gatos ese consumo sí ha tenido consecuencias mucho más graves, pero una vez comprobado que el proceso de pasteurización elimina o inactiva el virus la recomendación se centra en no consumir leche cruda . Eso en cuanto al contagio, pero el problema tiene una segunda dimensión que no es en absoluto menor. "Las vacas producen menos leche", explica Trilla, "y la leche tiene características distintas, está como más concentrada, espesa y es de color amarillento. Si (el contagio entre vacas lecheras) se extendiera mucho podríamos tener un problema en la producción de leche en el mundo ". Por ahora no se ha detectado un impacto significativo, pero es otra señal de alerta que debemos contemplar. Y puesto que hablamos de industria eso lleva a otras consideraciones. El sector lechero es muy poderoso en Estados Unidos, no tanto como el de la carne (que por ahora no se ha visto afectado) pero con la suficiente fuerza como para plantarse a medidas que consideren de riesgo para su trabajo. Las circunstancias no han llevado a proponer, ni imaginar, el sacrificio de granjas enteras, algo que sí sucede con las aves o con animales como los visones, por ejemplo, pero el sector lechero tampoco se ha mostrado muy colaborador con las autoridades sanitarias en la gestión de este brote . De hecho muchas granjas han declarado haber movido animales sin conocer su estado (o incluso sabiendo que estaban infectados) algo que sin duda contribuyó a su expansión. Las vacas son la última y sorprendente novedad de un virus que hace más de 20 años que nos ronda y que, en la época más reciente, sin que nos demos cuenta y mientras estábamos ocupados con otros asuntos que requerían toda nuestra atención, está haciendo estragos en el mundo animal. Fue justamente con el inicio de la pandemia de Covid-19 cuando la gripe aviar resurgió con fuerza tras unos años de tranquilidad y comenzó una era devastadora en la que aún no se adivina el final. Pero si hemos de comparar la situación actual con la experiencia reciente del Covid-19, hay noticias más positivas que negativas. En el lado de las malas noticias tendríamos la tasa de letalidad del virus, que es muy alta, de entre el 40% y el 50%. Pero la casuística es reducida y nada hace pensar por ahora que el salto se vaya a producir de forma inminente. Y, en caso de suceder, Antoni Trilla nos recuerda que el punto de partida es muy diferente. No existe una vacuna exactamente , "pero tenemos algunas que se parecen mucho que al parecer podrán funcionar en casos de mucha emergencia y para un número de población limitado". E incluso contamos con algún medicamento que podría funcionar , el famoso Tamiflu que saltó a la fama durante la pandemia de gripe A en el año 2009 y que al parecer resulta efectivo y sin resistencias a este virus H5N1. Todo esto desde una perspectiva antropocéntrica, pero si cambiamos el foco a los animales la situación es mucho más oscura. "Han muerto millones de animales domésticos y cientos de miles, por no decir millones porque nunca sabremos bien los números, de aves silvestres y de mamíferos silvestres en todo el mundo", se lamenta Elisa Pérez-Ramírez, "son números enormes, se ha muerto el 20% de todos los pelícanos de Perú y en colonias de elefantes marinos en Patagonia se ha muerto el 98% de todas las crías nacidas ese año". Todo esto genera un evidente impacto ecosistémico que no podremos valorar hasta pasados unos cuantos años . Trilla por su parte recuerda que no es posible separar ambos mundos, "tenemos un solo mundo y una sola salud, el famoso 'one world, one health', lo que puede pasar en los animales parece que está confinado a las aves y salta a los mamíferos y puede afectar a la cadena alimentaria". El escenario actual es de "total incertidumbre" para la viróloga Pérez-Ramírez, "es muy difícil decir categóricamente que esto no va a pasar, porque ya estamos viendo cosas que nunca en la vida habíamos visto". Así que sólo nos queda abrir bien los ojos y hacer caso de la moraleja de los epidemiólogos: " La mejor manera de prevenir problemas en el futuro es intentar solucionarlos ahora ".
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