La campaña de frutos secos, y en especial la de la almendra de este año, no ha podido comenzar con peor pie. A los bajos precios se le suman los numerosos daños por la climatología. Por eso, las indemnizaciones a los productores de frutos secos alcanzan los 5,42 millones de euros por los siniestros ocurridos en el año 2020 sobre más de 19.300 hectáreas de estos cultivos, fundamentalmente almendro, según Agroseguro .
La intensa actividad tormentosa, con fuertes pedriscos (que dieron comienzo en el mes de marzo y han continuado a lo largo del verano), y las heladas son los fenómenos meteorológicos que más han afectado a las producciones de frutos secos de nuestro país, con cerca de 2,1 millones de euros en indemnizaciones cada uno.
Por comunidades autónomas, Castilla-La Mancha, con 2,39 millones de euros; Aragón, con más de un millón de euros; y Murcia, que supera el medio millón, son las que han registrado las mayores indemnizaciones, acaparando el 72% del total.
El almendro ha sido el cultivo más afectado también es el más asegurado, con indemnizaciones que superan los 4 millones de euros. El periodo de suscripción de los módulos del seguro que cubren el riesgo de sequía para la próxima cosecha de almendra ya se ha iniciado, y estará abierto hasta el próximo 30 de noviembre. Para el resto de las producciones, la fecha de comienzo será el 1 de marzo.
En la cosecha anterior, el seguro agrario de frutos secos registró 4.373 pólizas que dieron cobertura a más de 80.300 hectáreas de cultivo y a una producción de casi 100.000 toneladas. El 85% de esas pólizas y el 90% de la superficie y de la producción asegurada corresponden al cultivo del almendro.
Con una producción nacional de 550.000 toneladas en 2019, la campaña de frutos secos es uno de los que, a nivel nacional, cuenta con más margen de mejora en su aseguramiento, pues actualmente la implantación se encuentra en alrededor del 18% de la producción y de cerca de un 14% de la superficie. Extremadura, con una implantación del seguro cercana al 25% de sus hectáreas, es la más asegurada. No obstante, se registra cierta tendencia creciente, fundamentalmente en pistacho y nogal, en expansión debido, sobre todo, a la demanda europea.