El Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases que, entre otras novedades, obliga a los productores a asumir el coste de la gestión de sus residuos, incluidos los que los consumidores finales abandonen en la naturaleza, y al comercio a ampliar la venta de productos a granel. El decreto, que desarrolla la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular aprobada el pasado mes de abril, revisa la normativa vigente desde hace más de 20 años para establecer objetivos y medidas concretas para envasadores, distribución, poseedores y administraciones. Además, desarrolla el régimen de responsabilidad ampliada del productor para que los productores afectados asuman el coste total de la gestión de estos residuos. La norma incluye medidas dirigidas a la prevención de residuos, como con el fomento de la venta a granel de alimentos, de los envases reutilizables o de la promoción del reciclado y marcado de productos. Así, los minoristas de alimentación deberán adoptar medidas para presentar a granel las frutas y verduras frescas que se comercialicen enteras. Esta obligación no se aplicará a los productos envasados en lotes de 1,5 kilogramos o más, ni a los que se envasen bajo una variedad protegida o registrada o cuenten con una indicación de calidad diferenciada o de agricultura ecológica, así como a las frutas y hortalizas que pueden deteriorarse o mermar en la venta a granel. La lista de los productos excluidos tendrá que estar publicada en seis meses a partir de los cuales los comercios dispondrán de otro medio año para adaptarse y fomentar la venta a granel de alimentos, especialmente en aquellos casos en los que el envase no aporta ningún valor añadido, los comercios minoristas de alimentación cuya superficie sea igual o mayor a 400 metros cuadrados destinarán al menos el 20% de su área de ventas a la oferta de productos presentados sin embalaje primario, incluida la venta a granel o mediante envases reutilizables. Al mismo tiempo, los comercios minoristas de alimentación que vendan a granel alimentos y bebidas deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables por parte de los consumidores, que serán los responsables de su acondicionamiento y limpieza. Los recipientes podrán ser rechazados por el comerciante si están manifiestamente sucios o no son adecuados, quedando exentos de la responsabilidad por los problemas de seguridad alimentaria que se pudieran derivar de la utilización de los recipientes aportados por los consumidores. El texto, muy discutido desde la industria alimentaria y la hostelería, transpone y aplica a la normativa española la Directiva de la UE sobre envases de plástico de un solo uso e impulsa la recogida separada de botellas de plástico de un solo uso por lo que confirma el establecimiento del sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR). Tras aprobarse el decreto, las asociaciones integradas en la cadena de valor del gran consumo han vuelto a lamentar la entrada en vigor del impuesto al plástico el próximo 1 de enero, ya que lo consideran ¡ una amenaza para miles de empresas, especialmente pymes, ya que implica un sobrecoste de 700 millones de euros en un momento de incremento generalizado de los costes de producción. En un comunicado conjunto, las patronales de la industria del gran consumo consideran que "hubiera sido una gran noticia seguir el ejemplo del resto de países de Europa y aplazar su aplicación, al menos, hasta el 2024". Relacionados Los refrescos aligeran sus envases en plena ofensiva fiscal al plástico Llega la normativa que obliga a la hostelería a ofrecer envases reciclables gratis para las sobras Bruselas refuerza la seguridad de los plásticos reciclados en envases de alimentos