La cesta de la compra
Los precios bajan en Aragón pero el consumidor apenas lo nota
Los 'súper' han aplicado la supresión del IVA del 4 al 0% de forma desigual / Algunos pequeños comercios no han rebajado el importe por el alza de otras tasas
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El año ha comenzado con productos a menor precio por la reducción del IVA. | JAIME GALINDO
Los consumidores han acudido este martes a llenar la cesta de la compra con un valor añadido. El IVA de productos básicos como la leche, lo huevos, la fruta o la patata s e había reducido del 4 al 0% y el de la pasta y el aceite, a la mitad, del 10 al 5%. Los supermercados , en general, sí que aplicaron esa rebaja en mayor o menor medida, aunque el precio final no fuera exactamente de ese 4% menos o del 5% menos en el caso de macarrones o aceite, ya que en muchos casos hubo redondeo... al alza . Eso provocó que los zaragozanos vieran reducido el tíquet de compra entre 0,80 y 1,5 euros, que «casi no se nota». Sin embargo, como decía alguno a la salida del supermercado, «un grano no hace granero pero...».
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Con esta medida anunciada por el Gobierno de Pedro Sánchez solo tres días antes del final del año, se pretende paliar los efectos de la subida de precios provocada por el aumento de precios de la energía y de la guerra de Ucrania; una rebaja que se ve empañada por la retirada de la bonificación de 0,20 euros del combustible.
Este diario realizó el pasado 30 de diciembre y repetido ayer, 2 de enero, una compra online en cuatro supermercados ( Mercadona , Eroski, Carrefour y Alcampo), adquiriendo diez productos en los que se ha eliminado o reducido el IVA, en unas ocasiones una determinada marca blanca y en otras blanca, pero en cada cesta de la compra se han comparado los mismos productos, aunque difiera el peso o la cantidad del producto adquirido. Y el resultado es que en todos ha habido un descuento tras la compra de leche, huevos, pan, patatas, harina, garbanzos, lentejas, macarrones, aceite de oliva y aceite de girasol. En unos casos el descenso es de 1,73 euros (Alcampo), mientras que en otros es de 1,48 (Mercadona), 0,48 (Carrefour) y 0,30 (Eroski).
Redondeo
Mirando la letra pequeña es donde se encuentran las diferencias, pero la tónica general es que todos los productos han bajado. En Alcampo, por ejemplo, los huevos han rebajado su precio en 10 céntimos, con un redondeo al alza, ya que justo con el 4% debería costar 2,448; lo mismo con las lentejas, que costaban 2,07 y el precio estimado era de 1,98 pero se vendían ayer por 2 euros; el aceite oliva pasó de 7,59 a 7,24 (y el previsto según la rebaja del 10 al 5%, era de 7,18). La leche, sin embargo, ha subido 7 céntimos.
En Mercadona, sucede lo mismo con el aceite de oliva, que ha bajado su precio en 11 céntimos mientras que la rebaja del IVA del 10 al 5% tenía que haber sido de 12; y los macarrones, de 1,30 han pasado a 1,24; los huevos, sin embargo, solo han reducido su precio en 1 céntimo; mientras que la patata roja ha bajado en 37 céntimos pese a que con el 4% eran 12.
En Carrefour, sin embargo, la cesta de la compra se ha reducido menos, sobre todo porque en este caso la leche, lejos de bajar, se ha incrementado en 18 céntimos. Y en Eroski, la leche ha bajado pero no tanto como debería, pasando de 6,54 a 6.30 (con la rebaja del 4% sería de 6,28), pero sí los huevos o los garbanzos. El pan elegido es el que subido en 50 céntimos.
La situación en los pequeños comercios ha distado de las grandes superficies. Las panaderías, por ejemplo, han repercutido en su mayoría esa rebaja del 4%. La que costaba 0,95 ha pasado a 0,91 euros. Pero cada establecimiento ha adaptado el precio. Antonio Corral, secretario del gremio de panaderos de Zaragoza, confirmaba que el precio de la harina se había reducido pero «el pan no se hace solo con agua, sal y harina, hace falta levadura...», contaba. Y además, «la luz sigue con precios altos, nos han quitado los 20 céntimos del gasoil y el combustible, el pellet o el gasoil siguen con el IVA igual». Por eso, incidía en que «solo se ha rebajado una de las partes», así que «estamos adaptando los precios como podemos», aseguraba antes de insistir en que «llevamos soportando un alza de precios desde hace meses y no se han repercutido todas esas subidas». En su caso, la reducción en su establecimiento ha sido de entre el 2 y el 2,5%.
Más gastos
Para Corral, la barra común en Aragón no se vende como en otros sitios de España y «si nos quitan los 20 céntimos del combustible... el problema es que no hemos subido todo lo que nos han subido en este tiempo», concluía.
También hacía hincapié en esta idea Jesús, que cuenta con un puesto de fruta en un mercado zaragozano. En su caso, no ha bajado los precios porque hoy compramos a un precio y mañana a otro». La rebaja se notaría, en el caso de comprar mucha mercancía o en el caso de las cerezas, que cuentan con un precio elevado ya en MercaZaragoza; pero solo ir allí «ya ha subido» porque ha desaparecido la ayuda de los 20 céntimos y «han subido la cuota de autónomos».
Junto a él, Katy, responsable de una pollería (no afecta a su producto pero sí a los huevos que vende), reconocía que «no podré bajar precios porque durante los últimos meses no los he subido, así que si los bajo ahora todavía perderé más», decía.
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Desde la UCA, José Ángel Oliván, señalaba estar todavía expectante ante la medida, aunque reconocía que «solo afectará a céntimos», para asegurar después que esta rebaja «no fue pedida por los consumidores sino por los empresarios » y que «afecta a todos por igual» en lugar de a las familias con menor poder adquisitivo. También desde la OCU han mostrado esa dificultad para cotejar esa rebaja del IVA, pero califican «no entendible» que no se hayan rebajado por el hecho de haberlos adquirido con un iva superior porque «liquidarán el IVA tal y como lo han adquirido».
En la calle, la percepción era de que casi no se notaba esa rebaja «al tratarse de céntimos» y de unos productos concretos, reconocía Luisa a las puertas de supermercado. Junto a ella, su marido insistía que en «comer, hay que comer y por lo tanto gastar». Eso sí, señalaba que ellos, como jubilados, podían comparar y comprar en el súper más barato pero «los jóvenes van a uno y ahí cargan». Tiempo y dinero, la combinación perfecta.
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