La Unió de LLauradors señala que las inspecciones detectan fitosanitarios prohibidos para los productores europeos y reclama reciprocidad. Los agricultores valencianos piden que se frene la entrada de productos hortofrutícolas extranjeros que no cumplen los requisitos que los locales sí deben cumplir. La Unió de Llauradors, agrupación de agricultores valenciana, revela que el sistema de alertas europeo del RASFF (autoridad de la Comisión Europea para la seguridad en alimentos) ha notificado desde septiembre hasta noviembre 104 alertas de frutas y hortalizas con destino al mercado de la Unión Europea procedentes de Turquía, Egipto y Sudáfrica, por tener presencia de residuos de plaguicidas, entre ellos el Metil-clorpirifos y Clorpirifos prohibidos aquí, o por superar los Límites Máximos de Residuos (LMR) permitidos en el mercado comunitario. De ese total de alertas, 92 corresponden a Turquía, 9 a Egipto y 3 a Sudáfrica. También destacan que casi la mitad del total de alertas de la RAFF, en concreto 51, se producen en los cítricos (14 en limones, 25 en mandarinas y 12 en naranjas). Y en cítricos, Turquía acapara 39 alertas, por 9 de Egipto y 3 de Sudáfrica. La Unió resalta que el reglamento de ejecución 2021/1900 de la Comisión Europea, por el cual se incrementó la presión inspectora a determinadas frutas y hortalizas turcas (cítricos, pimientos, granadas, avellanas o harina) se publicó el pasado 3 de noviembre. "No hace ni un mes y las detecciones en ese país han pasado de ser 28 en octubre a 51 en noviembre, quizás debido a ese aumento de los controles que se antoja por tanto aún insuficiente" , afirma la agrupación en un comunicado. Petición al Gobierno y a la Unión Europea Ante esta situación de aumento de las detecciones, La Unió de Llauradors solicita al Gobierno español y a la Comisión Europea que se plantee n suspender las importaciones de frutas y hortalizas de Turquía a los mercados comunitarios hasta que no pueda garantizar la seguridad alimentaria. Para el caso de Egipto debería pasarse de las inspecciones aleatorias de la actualidad a imponer el 20% como ocurre con Turquía ahora. Carles Peris, secretario general de La Unió de Llauradors, señala que "debemos exigir la reciprocidad fitosanitaria, no puede ser que a los productores europeos se les desincentive en el uso de plaguicidas para evitar riesgos a la salud humana y, sin embargo, luego las producciones de terceros países lleguen repletas de esos mismos productos fitosanitarios que nos prohíben emplear a nosotros. El riesgo para la salud de los consumidores europeos es el mismo y hay que actuar de la misma manera".