La comercialización de aceite de oliva continúo con su buen ritmo en mayo pasado, con unas salidas al mercado que podrían volver a rondar las 130.000 toneladas, según el avance, aún muy provisional, de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), que tendrá que ser refrendando a finales de este mes.
La media mensual se situaría en los ocho meses de campaña y a falta de un cuatrimestre por contabilizar en torno a las 127.000 toneladas . De confirmarse, las salidas al mercado serían la segunda cifra más alta para un mes de mayo de las últimas seis campañas. Unas 85.000 t habrían ido al mercado exterior y algo más de 45.000 t a atender la demanda interior de consumo.
Con estos datos provisionales, l as existencias totales a 31 de mayo se quedarían en 1,245 Mt, aún muy elevadas , de las cuales menos de un millón ya (928.000 t) estarían en almazaras, tras bajar en 100.000 t en este último mes; otras 261.690 t en poder de las envasadoras y otros operadores del comercio y apenas 55.230 t, unas 15.000 t menos que en abril, en los depósitos de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, cuya capacidad total de almacenamiento ronda las 385.000 toneladas, es decir, cuenta con una amplia capacidad ociosa instalada superior al 75% de su capacidad total.
La producción de aceite de oliva durante la presente campaña 2018/19 se situaría en 1.786.310 t, tras aumentar unas 3.000 t aún en mayo, y sería un 0,27% y 4.810 t superior a la anterior campaña récord de 2013/14, que alcanzó 1.781.500 toneladas.
Con estos datos, aún muy provisionales, nos vamos a unas disponibilidades de aceite de oliva en la actual campaña de algo más de 2,29 Mt, de las que 375.600 t fueron las existencias de inicio de la misma, a 1 de octubre de 2018, y 1.786.310 t de producción, así como a una importación esperada que puede llegar a ser, a pesar de todo, de 130.000 t (esto es lo que tiene el libre mercado y los acuerdos preferentes de comercio con países productores, como Túnez), tras estima otras 9.000 t más adquiridas en el exterior en el mes de mayo.
Frente a esa oferta disponible, la comercialización podría alcanzar casi los 1,6 Mt, de las cuales algo más de 1,03 Mt de aceite de oliva se destinarían a la exportación (se podría quedar, por tanto y por ahora, a las puertas del récord de 2013/14 de algo más de 1,1 Mt, salvo que repunten en estos últimos cuatro meses, lo que no es para nada descartable) y 560.000 t, con un aumento cercano al 20% (la mejor cifra de las últimas seis campañas) a atender la demanda interna de consumo.
Las existencias de final de la actual campaña 2018/19 podrían quedar, por tanto, e n el próximo 30 de septiembre en alrededor de 702.000 t, la cifra también más elevada de las últimas seis campañas, con un aumento de casi un 87% respecto a la campaña anterior, y que garantizaría un enlace muy tranquilo para los meses de inicio de la campaña venidera 2019/20, incluso esperándose una producción de aceite de oliva bastante inferior a la actual.
Autorregulación
Por otro lado señalar que el ministro de Agricultura, Luis Planas, informó en el Consejo Consultivo MAPA-CC.AA., celebrado ayer 10 de junio que, de manera particular, s e ha lograro incluir dentro del informe de la presidencia rumana, una medida de autorregulación del sector del aceite de oliva, semejante a la que ya existe para el vino (norma de comercialización, que no se ha aplicado por ahora) y que podría aplicarse cuando entre en vigor la nueva PAC.
Asimismo, el Ministerio espera que a mediados de julio, cuando vuelva a reunirse con el sector pueda contar ya al menos con una respuesta inicial sobre la viabilidad legal o no de la autorregulación de parte de la oferta productiva de aceite de oliva, mediante extensión de norma acordada por Organización Interprofesional de Aceite de Oliva y que obligaría al conjunto de los operadores del sector, con el fin de que su puesta en marcha, si así se considerase finalmente necesario, no se demorarse más allá de los primeros meses de la campaña oleícola 2019/20.