Será considerada cultivo agrícola y no forestal durante el período de explotación El cultivo de la trufa será considerado como una explotación agrícola y no forestal, como ocurría hasta ahora, lo que acarreaba muchas desventajas a sus productores, además de aumentar los trámites burocráticos. El pleno del Consell aprobó en su última reunión un Decreto-ley de medidas urgentes para la mejora de la fiscalidad verde y desarrollo de la actividad económica en la Comunitat Valenciana en el que se encuentra la medida citada de considerar las explotaciones de trufa como terrenos agrícolas. El decreto deberá ser convalidado por Les Corts. Lejos queda el día en que se recolectaban las trufas que se desarrollaban espontáneamente en el monte, ya que desde hace décadas se ha sustituido el aprovechamiento silvestre, que hoy casi no existe ya, por explotaciones truferas que son cultivadas. Hasta ahora, el tratamiento de la trufa como un producto forestal y no agrícola suponía una anormalidad para el sector agrícola ya que la truficultura era clasificada como un cultivo forestal sujeto a registro, de manera que si no están inscritas en plantaciones forestales temporales, al llevar a cabo la reversión agrícola esta comportará un trámite administrativo de cambio de uso, que si es denegado por parte de la Conselleria de Medio Ambiente pasará de manera directa a la consideración de suelo forestal. Esta reversión, si se lleva a cabo en un terreno de más de 25 hectáreas estaba sometida a evaluación de impacto ambiental, lo que entraba en contradicción con las ayudas agrícolas que ofrece la PAC, que clasifica la trufa como cultivo de yema y considera la unidad de cultivo de 18 hectáreas. Paco Tejedor, secretario de la Asociación de Truferos de Castellón explica que la trufa «es el negocio más ecológico que te puedas imaginar» y explica que «donde se riega se producen bellotas y son muchos los animales que las extienden repoblando así de forma natural de carrascas que es uno de nuestro árboles más característicos». Además, destaca que los cultivos frenan el avance del fuego y los truficultores ponen todos sus medios a disposición de los bomberos cuando esto ocurre, incluso sus depósitos de agua y maquinaria, como ocurrió en el incendio de El Toro de 2022. Pacto de caballeros Tejedor desvela un pacto entre caballeros firmado verbalmente en la ermita de Santa Bárbara de Pina de Montalgrao (Castellón) en 1992 entre diputados de los cuatro grupos con representación en Les Corts en ese año (PP;PSPV, EU y UV) por el que las ayudas de la UE al abandono de tierras fueron destinadas al cultivo de la trufa. Ese pacto, que se ha cumplido y ha supuesto el impulso decidido a la trufa que ha hecho de España el primer productor mundial, se ha desvelado recientemente. Héctor Villalba, diputado entonces de UV explica que «en aquel momento, la política estaba menos polarizada que ahora. Y cuando los objetivos eran beneficiosos y comunes, era fácil que los grupos nos pusiéramos de acuerdo en beneficio de la sociedad». Tejedor dice, no sin ocultar su satisfacción, que tanto su asociación como las dos que hay en Valencia valorarán el decreto cuando éste se convalide en el Parlamento. El conseller de Agricutura, Miguel Barrachina, destaca que «las plantaciones truferas son otra de las potencialidades del territorio valenciano, con más de 2.000 hectáreas en toda la Comunitat Valenciana». Y en este sentido, explica que «el suelo para el cultivo de trufas mediante técnicas agrícolas será considerado suelo agrícola temporal, cuando se desarrolle sobre suelos forestales y exclusivamente durante el periodo de explotación, para recobrar su condición de suelo forestal al cesar dicho cultivo». Miguel Barrachina también enfatiza «el indiscutible valor ecológico de la trufa, ya que su producción se realiza con árboles autóctonos de nuestra comunidad», un cultivo sostenible que no incorpora abonos minerales ni pesticidas. En este sentido, el conseller de Agricultura ha afirmado que «desde el Consell queremos que la agricultura de la Comunitat siga siendo competitiva aparte de una seña de identidad».