El dueño de Don Simón o Pata Negra, por un lado, y el de Los Molinos o Viña Albali, por otro, se sentarán en el banquillo de la Audiencia Nacional el próximo diciembre El juez sospecha que las bodegas investigadas vendían como crianza, reserva y gran reserva caldos que no se acercaban al estándar Imputan al presidente de Félix Solís y al administrador de García Carrión por el presunto fraude con el crianza y el reserva Campaña de vendimia EFE La quietud manchega de las viñas de Valdepeñas (Ciudad Real), una de las cunas del vino más importantes de España, se ha visto sobresaltada en los últimos años por la guerra abierta entre dos de las empresas con más fuerza: García Carrión , dueña de Don Simón o Pata Negra, por un lado; y Félix Solís , propietaria de Los Molinos o Viña Albali, por otro. Una guerra con cruce de demandas incluido entre ambas -con acusaciones sobre la venta de vino joven como si fuera crianza, reserva o gran reserva-, que ha acabado con los máximos dirigentes de ambas casas imputados en la Audiencia Nacional. En concreto, fue el miércoles cuando el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama citó como investigados al consejero delegado y presidente del consejo de administración de las bodegas Félix Solís, Félix Solís Yáñez, y al administrador único de García Carrión, José García Carrión Jordán. Se trata de una cita señalada en rojo dentro de un calendario, el de los últimos tres años, salpicado de denuncias, comunicados e incluso un organismo que saltó por los aires : la Interprofesional de la DO Valdepeñas, promotora de la denominación de origen hasta que las organizaciones de agricultores decidieran abandonarla por el choque interno, en 2021, y pasara a ser gestionada por la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, al no poder garantizar la paridad entre las ramas de producción y de comercialización. «Aquello era ingobernable por las denuncias cruzadas. En mayo iniciaron el procedimiento para que perdiera la condición de órgano de gestión de la DO, y tomó el control la consejería», recuerdan fuentes conocedoras. La causa, abierta en 2021, investiga si comercializaban con categoría falsa caldos que no cumplían los requisitos Lo que investiga la Audiencia Nacional son delitos de estafa, publicidad engañosa y falsedad documental por un presunto fraude en varias bodegas de la denominación de origen Valdepeñas, entre las que están las citadas. La sospecha es que vendían como crianza, reserva y gran reserva caldos que no se acercaban al estándar. Por eso, no sólo están imputadas las mercantiles y sus responsables, sino también dos certificadoras que habrían estado poniendo el sello de aptitud a los vinos, se presume, a sabiendas de que los datos no se ajustaban a la realidad, entre 2017 y 2019. El auto del juez nace de dos años de investigación durante los que se ha recabado abundante documentación de todos los concernidos. El resultado ha sido un cruce de datos donde no salen las cuentas : sólo de 2017, afloraron de Félix Solís 605.480 litros de vino de reserva por encima de lo comunicado al Consejo Regulador y si lo que se observan son las ventas declaradas a 13 grandes de la distribución y las reportadas a requerimiento judicial, el descuadre supera los 15 millones de litros ; de los que 3,7 millones son de vino reserva. En la denuncia que ha motivado parte de la investigación, y que interpuso José García Carrión en 2020 (entonces presidía la Asociación Vitivinícola Industrial de Valdepeñas, Avival), se aseguraba que el «gran desfase» existente entre la comercialización de vinos criados por Félix Solís y su capacidad de crianza en barricas «supone un claro indicio de fraude, ya que, en el mejor de los casos, la proporción de venta fraudulenta es de dos de cada tres botellas comercializadas por Félix Solís como vino criado de la DO Valdepeñas (Crianza, Reserva y Gran Reserva), y, en el peor, es fraudulenta en nueve de cada diez». La investigación de la Audiencia Nacional apuntala la sospecha . Para que cuadrasen las cuentas, habrían necesitado 28.000 barricas más de las que tenían en alguno de los ejercicios, según el juez. Cruce de denuncias Y en García Carrión y Grupo Vinartis la perspectiva es parecida. De hecho, abierta ya esta causa Félix Solís presentó su propia denuncia , un paso más en esa guerra cruzada. Finalmente, los juzgados de Madrid la enviaron a la Audiencia Nacional para que se incorporase a sus pesquisas. De sus bodegas, el juez ve igualmente un descuadre manifiesto en las cuentas : les habrían faltado más de 100.000 barricas en uno de los ejercicios y en las ventas, la discrepancia es de más de seis millones de litros. Será en diciembre cuando José García Carrión y Félix Solís se crucen de nuevo, esta vez ante el juez. Tras la citación, la empresa dueña de Don Simón aseguró que cuenta «con la trazabilidad de todos sus vinos y con las auditorias legalmente exigibles y certificadas por organismos independientes que acreditan la correcta elaboración y comercialización de sus vinos bajo la DO Valdepeñas», e insistió en que fue la compañía quien denunció , junto con los agricultores, los hechos que se investigan. Niegan «cualquier participación y responsabilidad». Antes que los directivos de las dos bodegas, quien tendrá que declarar a finales de noviembre en calidad de testigo ante el juez Calama es el que fuera el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha desde 2015 y hasta las últimas elecciones, Fernando Martínez Arroyo. En medio de la guerra entre los empresarios y tras la admisión a trámite de la primera denuncia, el consejero se comprometió a que la DO Valdepeñas sea «en muy poquito tiempo» la DO «con más transparencia, trazabilidad y garantía de España». Cabe recordar que, tras la desaparición de la Interprofesional, la consejería es la que gestiona el organismo regulador. Desde julio, al frente de la consejería se encuentra Julián Martínez Lizán, que aseguró que iba a hacer un «trabajo continuista» con respecto a su antecesor, pero «con ideas renovadas». Entre ellas, tratar de reflotar la Interprofesional, una misión para la que ya se ha reunido con las partes que un día, hace ya más de dos años, rompieron. Por su parte, Félix Solís emitió un comunicado insistiendo en que «las supuestas discordancias (...) se justifican, entre otros motivos, por no haber tenido en consideración las existencias de vino en almacenes» y podrán acreditarlo durante la instrucción de la causa, abierta desde 2021.