Quienes deciden dar el paso y vivir con gallinas en casa suelen descubrir que estos animales tienen más que ofrecer de lo que imaginaban. Son curiosas, sociales y, en muchos casos, sorprendentemente afectuosas . Tener gallinas, ya sea para disfrutar de huevos frescos o como animales de compañía, es una opción cada vez más popular entre quienes buscan una vida más sostenible, ahorrarse unos euros en el supermercado y conectar con la naturaleza. Pero antes de lanzarse a por un gallinero y unas cuantas ponedoras, conviene informarse bien. Para resolver todas las dudas hemos hablado con Ramón Barbado, un referente en la avicultura en España . Desde hace más de quince años, es el alma detrás de Finca Casarejo , un pequeño paraíso avícola enclavado en la dehesa extremeña donde conviven más de 150 especies de aves. No se trata de una granja productiva, sino de un centro dedicado a la divulgación y conservación de razas avícolas , especialmente en el ámbito de la avicultura de ocio. No hay más que escucharle unos minutos para entender que lo suyo no es una afición pasajera. Ha colaborado en libros, da charlas en universidades y visita colegios para enseñar a las nuevas generaciones sobre el respeto animal . Es un compromiso, y de los serios. Tanto, que cuando viajó a Chile hace unos pocos meses invitado por varias universidades para hablar de la raza autóctona araucana, abrió su charla con una frase que dejó helados a todos los estudiantes de veterinaria: "He venido a infectaros... con el virus de la pasión por las gallinas". Respiraron. Para quienes se animan a empezar, Ramón insiste siempre en lo mismo: compromiso . No se trata de comprar una gallina como quien compra un par de zapatos. Es un ser vivo, con necesidades, y hay que saber bien dónde va a vivir, cómo se va a alimentar y cómo se va a proteger del frío, la humedad o las corrientes de aire que, nos alerta el experto, son las grandes enemigas de estos animales. Orpintong, Brahma, silky... conoce diez razas de gallinas ornamentales que además pueden ser buenas mascotas ¿Se pueden tener gallinas en casa legalmente? La respuesta es afirmativa, aunque con ciertos matices. En España, cualquier persona que quiera tener gallinas, incluso si se trata de un par de ejemplares en el jardín, debe cumplir con los requisitos que establece la normativa ganadera . Legalmente, esta actividad se considera ganadería avícola, por lo que es obligatorio inscribirla en el Registro General de Explotaciones Ganaderas, conocido como REGA. El procedimiento para tramitar este registro varía en función del tipo de suelo en el que se encuentre la vivienda. En áreas urbanas , lo habitual es comenzar consultando con la comunidad de vecinos, en caso de que exista, y posteriormente acudir al ayuntamiento para informar sobre la presencia de aves. El último paso es acudir a la Oficina Comarcal Agraria (OCA) para registrar la actividad avícola. Ramón Barbado nos aclara que se permite tener hasta treinta gallinas siempre que el destino sea el autoconsumo. Por otro lado, si las gallinas se encuentran en suelo rústico , los trámites se gestionan a través de la OCA directamente, sin necesidad de otros intermediarios. Ramón Barbado advierte sobre un punto que considera relevante: la legislación actual no distingue entre una explotación con miles de gallinas y una pequeña tenencia doméstica con fines recreativos o como animales de compañía. Según su visión, este vacío normativo genera inseguridad e inexactitud y sería necesaria una regulación específica que contemplara las particularidades de la avicultura no industrial. ¿Qué cuidados básicos necesitan las gallinas? Aunque puedan parecer animales rústicos y poco exigentes, las gallinas son bastante sensibles y requieren ciertos cuidados específicos para mantenerse sanas. Según el fundador de Finca Casarejo, "el 90-95% de las enfermedades se pueden evitar con un buen manejo" , y eso implica prestar atención desde el primer momento al entorno en el que van a vivir. Lo ideal es ofrecerles un refugio bien ventilado, sin corrientes de aire, donde puedan resguardarse del frío, la humedad y los cambios bruscos de temperatura. Además, necesitan una percha donde dormir , imitando su instinto natural de buscar altura durante la noche, y un ponedero cómodo y apartado para depositar sus huevos si se espera producción. No se trata solo de instalar un gallinero y darles pienso: también es fundamental cuidar el suelo donde viven, procurando que la cama esté seca y se mantenga limpia, lo que previene problemas respiratorios y mejora su bienestar general. Y sobre todo, tener muy claro desde el inicio que acoger una gallina implica responsabilidad. Como insiste Ramón, "un animal no es un juguete. Hay que saber lo que se está metiendo uno en casa" . Un refugio seco y tranquilo, un comedero, un bebedero, perchas y estimulación ambiental, es el 'kit' idóneo que debería poseer el espacio de las gallinas. Finca Casarejo Otro aspecto clave es el espacio. Aunque pueden adaptarse a entornos urbanos, necesitan moverse con libertad y mostrar su comportamiento natural. Si van a vivir en un patio o una terraza, conviene pensar en zonas de sombra, en protegerlas del viento y en proporcionarles estímulos como tierra para escarbar . Todo ello contribuye a que estén tranquilas, activas y, en consecuencia, sanas. ¿Hay que llevarlas al veterinario? Aunque no es necesario llevarlas al veterinario con regularidad, sí conviene contar con un profesional de referencia que tenga experiencia en aves, algo que no siempre es fácil de encontrar. Más allá de revisiones periódicas, lo importante es apostar por la prevención : un manejo cuidadoso, buena higiene, alimentación equilibrada y control de parásitos pueden evitar la mayoría de los problemas de salud. La desparasitación , tanto interna como externa, debe realizarse con cierta frecuencia para mantener a raya coccidios, vermes y ácaros. En cualquier caso, conviene informarse bien con un profesional en sanidad animal, ya que cada situación es distinta y lo más sensato es actuar según el entorno y el número de aves. ¿Pueden transmitir enfermedades? Como cualquier animal, las gallinas pueden transmitir enfermedades, aunque los riesgos son bajos si se mantiene limpio el gallinero, se evita la acumulación de humedad y se gestionan correctamente los excrementos. Se trata de medidas básicas sencillas que ayudan a prevenir problemas tanto en las aves como en las personas que conviven con ellas. Una opción interesante para aprovechar los residuos orgánicos que generan es el compostaje doméstico y convertir su estiércol en abono natural . Eso sí, nos indica Ramón, hay que hacerlo bien: "Con una compostadora puedes convertir los excrementos y restos orgánicos en abono natural, pero nunca lo apliques directamente a las plantas porque las quema; el estiércol necesita fermentar". ¿Dónde comprar una gallina? No todas las gallinas son iguales, ni todos los vendedores cumplen los requisitos mínimos de bienestar. A la hora de incorporar gallinas a nuestro hogar, su procedencia importa . Ramón Barbado recomienda acudir siempre a centros autorizados, con registro sanitario y supervisión veterinaria, donde se pueda verificar que las aves han sido criadas en buenas condiciones. Comprar a particulares sin licencia puede parecer una opción más económica o accesible, pero entraña riesgos. Es posible que esas aves no hayan recibido atención veterinaria, o que provengan de entornos con poca bioseguridad, lo que incrementa la posibilidad de enfermedades. Más allá del precio, lo importante es asegurarse de que las gallinas llegan sanas y adaptadas , y que el criador pueda ofrecer información clara sobre su procedencia, su edad o incluso su carácter. Ramón Barbado lo resume con una frase que repite a menudo: "Como en las personas, su vida es una carrera de obstáculos donde nosotros somos responsables de su bienestar". Y en ese camino, el primer paso siempre es el mismo: informarse bien, actuar con responsabilidad y, si llega el caso, dejarse contagiar por el virus de la pasión por las gallinas.