La amenaza de Rusia de salir del acuerdo de exportación de grano por el mar Negro eleva el riesgo de que se produzca una crisis alimentaria mundial El último barco cargado con cereales zarpó de Ucrania este miércoles en virtud del acuerdo que permite la exportación segura de grano del país en guerra por el mar Negro un día antes de que Rusia pueda decidir abandonar el pacto debido a los obstáculos que, según dice Moscú, dificultan sus exportaciones de cereales y fertilizantes. El acuerdo permite enviar grano a partes del mundo que luchan contra el hambre, por lo que ayuda a aliviar una crisis alimentaria mundial exacerbada por la guerra que Rusia inició el 24 de febrero de 2022. El granelero DSM Capella ha salido del puerto de Chornomorsk, en la región sureña de Odesa, con 30.000 toneladas de maíz y se dirige a Turquía, según datos de Naciones Unidas. El 18 de mayo termina el pacto Las Naciones Unidas y Turquía negociaron el acuerdo del mar Negro por 120 días iniciales en julio del año pasado para ayudar a abordar una crisis alimentaria mundial que se ha visto agravada por la invasión de Moscú a Ucrania, uno de los principales exportadores de grano del mundo. Moscú acordó extender el pacto del mar Negro por 120 días más en noviembre, pero luego en marzo acordó una extensión de 60 días, hasta el 18 de mayo, a menos que se cumpliera una lista de demandas con respecto a sus propias exportaciones agrícolas. Para convencer a Rusia en julio de permitir las exportaciones de grano del Mar Negro, las Naciones Unidas acordaron al mismo tiempo ayudar a Moscú con sus propios envíos agrícolas durante tres años. "Todavía hay muchas preguntas abiertas con respecto a nuestra parte del trato. Ahora habrá que tomar una decisión", aseguró el martes a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, según los medios rusos. Altos funcionarios de Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU se reunieron en Estambul la semana pasada para discutir el pacto del mar Negro. El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, señaló el martes que las conversaciones están en curso: "Los contactos se están realizando en diferentes niveles. Obviamente, estamos en una etapa delicada". El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, daba ciertas esperanzas la semana pasada al compartir que creía que el acuerdo podría extenderse por al menos dos meses más. Si bien Moscú rechazaba rotundamente prolongarlo de forma indefinida. Si bien las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes no están sujetas a las sanciones occidentales impuestas tras la invasión de Ucrania, Moscú dice que las restricciones en los pagos, la logística y los seguros se han convertido en una barrera para los envíos. Estados Unidos ha rechazado las quejas de Rusia. La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, afirmó la semana pasada: "Está exportando grano y fertilizantes al mismo nivel, si no más, que antes de la invasión a gran escala". Los funcionarios y analistas advierten que la falta de extensión de la llamada Iniciativa de Grano del Mar Negro podría perjudicar a los países de África, Oriente Medio y partes de Asia que dependen del trigo, la cebada, el aceite vegetal y otros productos alimenticios asequibles de Ucrania, especialmente cuando la sequía se está cobrando un precio. El acuerdo ayudó a bajar los precios de productos alimenticios como el trigo durante el último año, pero ese alivio no ha llegado a las mesas de las cocinas. "Si vuelve a cancelarse el acuerdo de grano, cuando ya estamos en una situación bastante difícil, los precios podrían comenzar a subir", observó un analista senior de investigación en la firma de análisis y datos agrícolas Gro Intelligence, William Osnato, a la agencia AP.