Tribuna elaborada por Giuseppe Aloisio, director adjunto de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice). El sector cárnico español es uno de los grandes valores de la Marca España, dentro y fuera de nuestras fronteras. En el año 2022, pese a una coyuntura económica poco favorable, superó los 31.000 millones de euros de facturación con una cifra récord de exportaciones de 9.986 millones de euros y una balanza comercial del 606%. Exportamos casi tres veces más que aceite de oliva y casi cuatro veces más que vino, teniendo presencia en más de 120 países Sigue siendo uno de los grandes aliados de la lucha contra la despoblación porque sus casi 109.000 empleos directos, y más de 800.000, si consideramos todo el empleo de la cadena ganadero-cárnica , se han creado y mantenido especialmente en las zonas rurales, en lugares donde se vertebra al sector ganadero y a la industria cárnica y sus ecosistemas. Nos encontramos en momento crucial, con grandes retos como los ambientales, de bienestar animal, de sostenibilidad y de reputación. Retos que convergen en las grandes palancas del sector como son la seguridad alimentaria, la sostenibilidad medioambiental, la innovación, la garantía del abastecimiento de la población, la inversión constante y el empleo. Con este escenario, hay que ordenar las prioridades y definir las necesidades, para poder llevarlas a cabo. El nuevo Gobierno de España debe conocer de la mano del sector todas las luces rojas que llevan un tiempo parpadeando incesantemente y tiene la oportunidad, y también la obligación, de articular medidas que nos permitan resolver la ecuación del crecimiento, el desarrollo económico y el empleo. En Anice hemos trazado un mapa de vectores dividido en sesenta medidas, agrupadas en once áreas temáticas y dos ámbitos territoriales, el nacional y el europeo, que nos aseguren crecimiento y desarrollo a través de la búsqueda constante de la excelencia y que hemos puesto a disposición de los principales partidos en nuestro país. En la base de ese compendio de medidas está la "Defensa del sector cárnico". En los últimos tiempos, hemos asistido atónitos a los constantes ataques sufridos por un sinfín de actores (además del saliente ministro de consumo) que han cuestionado las bondades de un sector que hace escasamente dos años fue considerado esencial, como consecuencia de la pandemia. ¿Seguimos siendo esenciales hoy también? No hay otra respuesta: sí. Queremos que se reconozca el valor estratégico de toda la cadena. Y detrás de ese reconocimiento deben articularse medidas concretas del nuevo Gobierno, tales como incentivos, bonificaciones fiscales, pero también y sobre todo, menor burocracia y presión regulatoria, y herramientas que nos permitan seguir cumpliendo con esa importantísima función de alimentar a la población y fijar empleo en las zonas rurales. Necesitamos más ciencia y menos ideología para avalar, desde nuestro Gobierno, las bondades de la carne y derivados como pilares de una dieta, variada y diversa. Sesenta medidas en 11 apartados. Pocas para las que necesitas el sector. Muchas, para escribirlas todas en este artículo. Apuntaremos algunos ejemplos: - Defensa del sector cárnico declarando al sector Ganadero-Cárnico como sector estratégico para la economía española. - Lucha contra la despoblación defendiendo el papel de la ganadería y de la industria cárnica en la vertebración del territorio y mejorando la reputación del trabajo en la cadena ganadero-cárnica. - Legislación y reforma de la Administración del Estado aplicando fórmulas de "respiro regulatorio" al sector ganadero-cárnico y elaborando un informe sobre la situación actual de cargas burocráticas y duplicidades que afrontan las pymes para impulsar un plan de eliminación progresiva de las mismas. - Fiscalidad : Solicitamos rebajar el IVA para la carne y considerar a la carne como producto esencial para la dieta mediterránea. - Energía : articulando medidas de apoyo y/o deducciones fiscales para una transición energética hacia modelos sostenibles. - Mercados exteriores : unificando las competencias de Sanidad Exterior en el Ministerio de Agricultura, en lo que se refiere a la exportación a países terceros y refuerzo técnico (personal y medios) de las estructuras administrativas competentes. - Competitividad y financiación : Medidas para impulsar un equilibrio de la cadena alimentaria que beneficie y proteja a todos los eslabones. - Innovación : Dotar de líneas presupuestarias para financiar proyectos de investigación dirigidos a promover la innovación en retos sectoriales como la Seguridad Alimentaria, la Economía Circular, la Valorización de los residuos, o el uso eficiente del agua, entre otros. - Digitalización : a través del desarrollo de una estrategia especifica de transformación digital en el sector cárnico, y en el conjunto de la cadena, para incentivar las industrias cárnicas 4.0 - Formación y educación : diseñando estrategias nutricionales para los comedores escolares y fomentando el conocimiento del ecosistema ganadero-cárnico en los libros de texto. - Sostenibilidad y agua : apoyando y promoviendo ayudas financieras para la transición a modelos de negocio ganadero-cárnico sostenibles. Medidas para aplicar en España, pero también acciones necesarias en Europa, porque esta liga se juega también y, sobre todo, en Bruselas. Precisamente de cara a las elecciones europeas del 2024, instamos a los partidos políticos a seleccionar candidatos con perfiles idóneos, con conocimiento de la realidad agraria, ganadera y agroindustrial española, para su integración activa tanto en las comisiones de agricultura como en las de medio ambiente, los grandes centros de decisión de Bruselas. El sector cárnico se ha sentido desamparado. El nuevo Gobierno debe blindar sus bondades y evitar que perdamos no sólo la soberanía alimentaria, sino nuestra identidad alimentaria, como sector y como país. Nos jugamos mucho en el inmediato futuro. Y España también.