¿El aceite de oliva es ya un lujo?
Cuesta un 22% más que hace un año
Solange Vázquez
Domingo, 11 de junio 2023, 19:00
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No es que durante el resto del año no usemos aceite de oliva. Lo hacemos, claro, es la fuente de grasa principal y tradicional en nuestra cocina (sólo hace falta viajar a algunos países para comprobar que hasta los huevos se pueden freír, o algo similar, con mantequilla, manteca o aceites de poco pedigrí). Pero ahora con el veranito a las puertas nos lanzamos con más alegría a las ensaladas y los gazpachos, donde el aceite de oliva es insustituible, a no ser que cometamos algún sacrilegio culinario.
Vamos a la tienda o al súper y... ay, qué caro ¿no? Damos un respingo, porque aunque nos hemos ido acostumbrado a la escalada de precios de los alimentos de un año a esta parte, el aceite de oliva -considerado algo básico, básico-, se nos antoja que casi es ya un artículo de lujo. Y nos ponemos a fantasear con alternativas (mala idea, científica y culinariamente no tiene sustituto a su altura) o a pensar en medidas de restricción (sí, hay gente que ya se corta con el chorrito, que lo añade a sus comidas en spray o que unta el culo de la sartén con un pincel de silicona).
¿Merece la pena tanto quebradero de cabeza? El aceite de oliva cuesta ahora mismo a los consumidores un 22% más que el año pasado (que ya estaba más caro que de costumbre), una media de unos 6 o 7 euros el litro. Y los españoles tomamos unos diez litros al año, de cuarenta a cincuenta en una familia tipo de cuatro miembros. A precios actuales, el gasto anual de un hogar es de 240 a más de 300 euros. Algo más en las comunidades que más aceite de oliva usan, que son Galicia (con 60 litros por familia al año) y el País Vasco, siguiéndole de cerca. Cada cual valorará si esto es mucho, poco, inevitable o evitable sólo en parte...
Según explica Jesús Olivar, director de investigación de la agencia de medios Wavemaker, en España, el mayor consumo es el de aceite de oliva virgen (40,6%), por encima del aceite de oliva normal (26,7%), es decir el más caro. Juan Luis Ávila, representante del sector en la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), uno de los mayores expertos en oro líquido del país y olivarero,nos explica qué pasa con los precios.
Es cierto que está caro, sí. «De media, el precio del aceite de oliva en origen tiene unos costes de producción cercano a los 8 euros. Y al consumidor se lo venden a unos 6,5 euros de media... ¡ el litro ! (para quien ande despistado, un litro de aceite son unos 900 gramos)». Con este prólogo inicia Ávila la historia del precio actual del aceite, para que todos entendamos que los olivareros no son los malos de este novelón.
«Nosotros ni siquiera cubrimos los costes de producción. Todo se debe a una sequía que arrastramos desde hace cuatro años. Las dos últimas campañas de la oliva, la del año pasado y la de este, la cosecha todavía está en el árbol pero se prevé -se recoge de noviembre a febrero- que se reduzca un 70%. En 1995 hubo también una gran sequía, pero esta situación no tiene precedentes. Yo, desde luego, no cubro gastos y pierdo dinero. ¿Por qué no lo dejo? Porque voy tirando con préstamos, porque en mi tierra, Jaén, la zona de mayor producción de aceite de oliva de Europa, el cultivo está muy atomizado y mucha gente mantiene sus olivos aunque viven de otra cosa... Y, bueno, tampoco lo dejas porque el olivar es una tradición familiar en muchos casos, llevo dos años en pérdidas, pero, ¿qué voy a hacer si mis árboles los pusieron mis bisabuelos? Bueno, sólo hay que esperar que la sequía termine...».
¿Seremos como Italia?
¿Y si con el cambio climático esta situación excepcional empieza a no serlo tanto? Ávila considera, remontándose a fechas anteriores (cuenta con estudios desde 1880), que ahora no llueve exactamente menos, lo que ocurre es que lo hace a picos, de forma desordenada, algo que no favorece al olivar (de hecho, hace unas semanas llovió bastante por Jaén, «pero ya no sirvió de nada, unos 20 días antes hubiese sido otro cantar»).
El aumento de las temperaturas es una realidad que los olivos pueden soportar -«en zonas como Marruecos, con más calor, los olivos se dan muy bien»-, pero hace falta agua. Sin agua no hay olivas y sin olivas no hay aceite, sólo cosechas raquíticas. «Agradecemos el esfuerzo de la gente que compra con los precios actuales. Pero hay que señalar que los precios de ahora mismo aquí son los que ha habido en Italia, donde la dieta mediterránea no se toca, toda la vida», apunta el olivarero.
En cifras
10 litros de aceite de oliva es el consumo medio en España por persona y año.
¿Quién los consume más? El perfil del consumidor de aceite de oliva es una mujer (51,4%) de entre 45 y 54 años (18,7%) y casada (56,8%).
¿Fieles a una marca? La mayoría de los consumidores varían la compra entre dos marcas de aceite (14,6%) o entre tres marcas (7,8%), aunque un gran porcentaje se declaran fieles a una única marca de aceite (11,5%), según datos de el Estudio AIMC Marcas.
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