Cambio climático - Levante-EMV
11/09/2023
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Cambio climático
Hay leyes en este mundo demostradas empíricamente que son incuestionables como la ley de la gravedad, por ejemplo. Sin embargo, otras leyes son más bien equiparables a los principios de Groucho Marx, y varían según el interés. Me refiero a las leyes del mercado. Dos cosechas de oliva cortas y sube el precio del aceite, lógico. Poca uva y poca almendra, pero el precio por los suelos no tiene sentido. Tanto los productores de almendra como los viticultores están viendo cómo el valor de sus cosechas está por los suelos. Esto ocurre sencillamente porque el mercado no se rige por leyes sino según los intereses de aquellos que tienen capacidad de influir y lo hacen en beneficio propio. La ley de cadena alimentaria es otra ley que a veces se cumple y otras no sin que haya mayores consecuencias. Que los viticultores estén llevando la uva a las bodegas por debajo de los costes de producción en un año como este debería hacer saltar las alarmas del Ministerio y de la Consellería de Agricultura, pero no es así. Luego en el lineal, como en el caso del aceite, se duplicará el precio con respecto al año anterior y lo atribuirán a la escasez de cosecha. Necesitamos que se estudien los márgenes comerciales para poder identificar la especulación en productos alimentarios y que se implementen medidas para limitarla dentro de la ley de cadena alimentaria.
Lo que está pasando con las cosechas tiene mucho que ver con el impacto del cambio climático en nuestros cultivos, algo cada vez más evidente, que limita nuestra capacidad productiva cuando no la echa a perder directamente. En mi opinión los agricultores y ganaderos deberíamos ser de los más interesados en que exista una lucha contra el cambio climático si queremos poder seguir trabajando. Este es un tema serio y es sorprendente el negacionismo y la desinformación que corre como la pólvora entre los mismos agricultores, buscando culpables para justificar nuestras propias carencias o apoyando y difundiendo bulos como el de la famosa avioneta que «fumiga no sé qué producto para eliminar las nubes y llevárselas a Marruecos». Seamos serios, la avioneta es el cambio climático, y ya es hora de dejar de esconder la cabeza como las avestruces y afrontar con valentía y seriedad los retos que tenemos los agricultores y ganaderos.
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