La cooperativa, que celebra su 40 aniversario, investiga en elaborar piensos para la alimentación de ganado que contribuyan a reducir el impacto ambiental de los purines.
Aunar rentabilidad y sostenibilidad es el objetivo que se ha marcado SCL Agropienso para sentar las bases de su desarrollo tras cumplir 40 años desde que se crease en 1979 por un grupo de ganaderos, que apostaron por fabricar piensos de manera conjunta en lugar de seguir realizando esta actividad en sus propios molinos. "El origen cooperativo es que las explotaciones ganaderas sean rentables y nosotros añadimos también sostenibles", ha explicado Nieves Peropadre, gerente de Agropienso, a elEconomista Agro
Una apuesta por la sostenibilidad de Agropienso -situada en Esplús (Huesca) aunque sus instalaciones también comprenden los términos municipales oscenses de Binéfar y Tamarite-, que se concreta en nuevos proyectos e iniciativas en los que se está trabajando y que suponen una inversión global de alrededor de 4,5 millones de euros.
La innovación va a ser decisiva para alcanzar esta sostenibilidad. "Estamos invirtiendo en I+D en colaboración con la Universidad de Zaragoza en un proyecto que lideramos para minimizar el impacto contaminante de los purines de cerdos de engorde en el medioambiente a través de la formulación de piensos". Una iniciativa que también comprende estrategias alimentarias con el fin de evitar, al mismo tiempo, las penalizaciones en los rendimientos productivos y en la calidad de la canal y la carne.
A este proyecto que acaba de comenzar -cuenta con el apoyo del Gobierno de Aragón dentro del Programa de Desarrollo Rural para Aragón 2014-2020 para el año 2019-, se suman otras acciones como la actividad del grupo operativo PROMANBOV. En él, se está incidiendo en la promoción del uso prudente de antimicrobianos en bovino de carne para reducir la diseminación de resistencia de los antibióticos en los animales o preservar de manera sostenible la eficacia de los antimicrobianos en las personas.
Las inversiones también se van a concretar en la instalación de placas solares destinadas al autoconsumo, que se prevé que estén operativas ya en el año 2020, así como en mejoras en los procesos productivos de las fábricas y en la ampliación de la gasolinera -se construyó en 2010-, "en la que haremos una zona de camiones y añadimos una tienda y un área de descanso para transportistas". Estos proyectos se completan con la construcción de una rotonda de entrada a la fábrica para la mejora del acceso a las instalaciones.
Crecimiento y diversificación Este esfuerzo inversor se suma al ya realizado anteriormente por valor de unos 18 millones -un total de 23,5 millones desde el año 2015- para la torre de granulación y el reengase en la fábrica de porcino y de vacuno y la ampliación de los secaderos en dos fases. "Ahora hay dos secaderos con capacidad de almacenaje de 64.000 toneladas. Esto nos permite que en campañas como la del maíz se compre la mayor parte -más del 50%- de lo que se consume a los agricultores de la zona". Las inversiones también se han centrado en mejora en los procesos de producción. "Ahora somos más eficientes y tenemos más capacidad con más de dos millones de kilos al día".
La cooperativa -formada hoy por 23 socios y que suma 50 empleos directos y más de 80 indirectos-, ha pasado de las 20.000 toneladas de producción en su primer año a alrededor de 462.347 toneladas en 2018. La mayoría de estos piensos -en torno al 62,71%- se destinan al sector porcino y el 30,49% es para ganadería de vacuno, siendo el resto para otras especies animales. La comercialización se concentra en la zona de Aragón y de Cataluña, aunque también una parte se vende en Francia.
En estos 40 años, Agropienso no solo ha crecido, sino que también ha diversificado su actividad con un laboratorio en 1999 para realizar controles de calidad de las materias primas y de los productos acabados, o con la tienda de zoosanitarios asesorada por veterinarios para garantizar los programas sanitarios ganaderos. Posteriormente, entró en servicio la fábrica de porcino y se abrió una sección dedicada a la venta de productos fitosanitarios. Ya, en 2013, se creó un centro de formación oficial -homologado por el Gobierno de Aragón y acreditado por el INAEM-, para impartir formación especializada y poder ejercer la actividad en la ganadería y agricultura.
Hacia un grupo empresarial En estos 40 años, Agropienso, ha trabajado por diversificar su actividad, dando paso a todo un grupo empresarial. En 1993, se puso en marcha Agroalimentaria Porcina SA (Agroporsa) en la localidad oscense de Binéfar para la producción de lechones e integración de cerdos de cebo. Un paso que se dio porque "los socios son muy emprendedores y vieron la oportunidad". La actividad comenzó comprando lechones en el mercado que se cebaban en explotaciones integradas. Sin embargo, en el año 2000, se dio un paso más para pasar a producir los propios lechones integrando explotaciones de cerdas reproductoras. Hoy en día, cuenta con unas 80.000 plazas de cebo y alrededor de 7.000 cerdas madre en 11 explotaciones.
A estas instalaciones, actualmente en Grañén (Huesca) y que ocupan a 17 personas, se sumó también en el año 2006 la creación del Centro de Inseminación y Genética Vilet SL, situado en el municipio oscense de Peralta de la Calasaz. Este centro, en el que trabajan ocho personas, es un referente en Aragón. La producción anual de semen -los machos se seleccionan uno a uno por los técnicos según las necesidades de la cabaña de los ganaderos-, es de unas 600.000 dosis, lo que permite inseminar a alrededor de 90.000 cerdas.
Descárguese la última revista de Agro