EL SECTOR AGRARIO
A fondo | La campaña de la fruta y la falta de agua
Los precios, sin poder hacer grandes vaticinios, están muy por encima de costes en la cereza. La carencia de agua, de lluvia y embalsada, será clave, e incluso puede darle la vuelta a este prometedor inicio de campaña.
José Manuel Roche
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Temporeros trabajando en una finca de Ricla el año pasado durante la campaña agrícola de recogida de la fruta. | JAIME GALINDO
«Cal y arena» son las dos palabras que sobrevuelan la campaña de la fruta aragonesa de este año. Una campaña que arrancaba hace ahora prácticamente un mes con buenas perspectivas, al menos en cuanto a precios. La cereza se está vendiendo muy por encima de los costes de producción y algo similar se espera que ocurra en el resto de la fruta de hueso y en la de pepita. Las producciones están siendo buenas hasta el momento en lo que a calidad se refiere, pero las cantidades han mermado considerablemente, de ahí los buenos precios que está registrando la cereza. Y es que con un 50% menos de producción el mercado se regula y los precios suben.
La campaña de la fruta y la falta de agua
A la recogida de la cereza se suman ya los trabajos en la cosecha del albaricoque y a partir del mes que viene, en junio, le seguirá la recolección del melocotón, la manzana y la pera, hasta el mes de octubre aproximadamente.
Las producciones de fruta de hueso y de pepita este año dan lugar a la esperanza , al menos por ahora, ya que se espera que tanto en hueso como en pepita las cosechas estén por encima de la media de producción de los últimos años.
La cereza: grandes precios
En Aragón contamos con cerca de 50.000 hectáreas de fruta, con una producción media de 590.000 toneladas al año, lo que hace que el sector facture 327 millones de euros. Aragón destina más de 37.000 hectáreas a la producción de fruta dulce, principalmente en las comarcas de Valdejalón, Bajo Cinca, Calatayud, Aranda, Caspe-Bajo Aragón, Calanda, Matarraña y La Litera . El melocotón es el fruto con más presencia en la comunidad con cerca de 12.000 hectáreas de cultivo, sobre todo en el tercio inferior del mapa.
La cereza, por su parte, es el siguiente fruto con más arraigo, y con más popularidad a nivel nacional; no en vano Aragón aporta el 41% de la producción de todo el país, además de ser el fruto con el que arranca la campaña frutícola en Aragón. Una campaña en la que las estimaciones iniciales apuntan a que se recogerá aproximadamente entre un 30% y un 40% más de cereza que la campaña anterior . Es decir, cerca de 80.000 toneladas en las 8.000 hectáreas dedicadas a esta fruta en la comunidad. A finales de abril comenzaba a recolectarse en la comarca de Valdejalón , también en Mequinenza y Caspe . Pero este bastión en Aragón también se está viendo afectado por la situación de sequía temprana que vivimos, ya que la carencia de agua en cantidades suficientes no solo provoca daños que se ven de forma inmediata; como la calidad y cantidad de fruta que se recolecta , si no que también genera importantes problemas invisibles a largo plazo en los árboles, principalmente debidos a que esa ausencia de agua; ya sea de riego o de lluvia, afecta a su desarrollo y a su salud, y por lo tanto a su producción final.
La climatología será la clave
Como siempre, tanto las previsiones, como «qué pasará» finalmente, se explica con los datos climatológicos de la campaña en la mano. Los vividos hasta la fecha han sido medianamente propicios para el frutal aragonés en general. Este invierno fue especialmente cálido y las heladas devastadoras de los dos años anteriores no se han dejado sentir. Pero, desde el mes pasado y durante el resto de la campaña de la fruta, al igual que en el resto de cultivos, nos encontramos frente a un importante y desconcertante escollo; la escasez de lluvias y también la escasez de agua embalsada para afrontar futuros riegos.
Los datos que manejamos desde las organizaciones agrarias van cambiando casi de un día para otro. Las rachas de calor de las semanas anteriores, ayudaron seguramente a que el fruto ganara en calibre y sabor. Sin embargo, las temperaturas de nuevo han dado un giro en los últimos días, con un descenso considerable en los termómetros , y eso también influye en la fruta que todavía está en el campo a la espera de ser recolectada.
A las temperaturas se suma la carestía del agua, que puede ser determinante. Y no solo porque la cosecha se puede perder de aquí al mes de septiembre, sino porque la imposibilidad de regar puede hacer que tanto el calibre como el sabor de las frutas hagan rebajar su calidad, lo que se reflejaría también en los precios.
El problema de la mano de obra
Un elemento fundamental en la campaña de la fruta en Aragón son los temporeros y las temporeras. La cereza marca el inicio de estos trabajos para los que en la comunidad se necesitan cada año alrededor de 15.000 personas . En los meses de junio y julio, de manera puntual, esta cifra de mano de obra puede alcanzar picos de hasta 22.000 personas. Pero esta campaña se presenta con un escenario en el que hay varios cambios significativos.
De una parte, los propietarios vienen de u na situación económica inestable y peligrosa. Afrontan la campaña con un incremento de sus costes de producción muy elevados por la subida de los insumos necesarios para trabajar en las explotaciones : gasoil, fitosanitarios, fertilizantes, y la maquinaria. que no solamente tiene plazos de entrega desorbitados, sino que la búsqueda de un repuesto puede suponer paralizar varias jornadas de trabajo debido a la complejidad para encontrarlos por su escasez de producción.
A este problema en las explotaciones frutícolas se suma otro igualmente importante: la carencia de mano de obra. La falta de personas dispuestas a trabajar en el campo por temporadas ha generado una situación de incertidumbre añadida en el sector; bien porque los temporeros han encontrado otras alternativas de trabajo con mayor estabilidad o, como señalamos desde UPA, debido a la intromisión de las empresas de trabajo temporal, las ETTs.
Desde UPA seguimos al tanto de que los convenios del campo se cumplan en todas las explotaciones que contratan mano de obra temporal. Una tarea que este año está siendo especialmente difícil para los agricultores, lo que plantea varios escenarios para las explotaciones: contar con la ayuda de la familia para las labores de recogida, o dejar parte de la producción en el campo. Eso si las previsiones son buenas, porque si la sequía se deja sentir como hasta ahora , las restricciones de riego pueden hacer que parte de las cosechas de los meses de verano no lleguen a buen puerto.
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