Rumanía obliga a sacrificar a más de 25.000 cerdos tras detectarse un brote de peste porcina
08/01/2020
En: agroinformacion.com
Digital
Más de 25.000 cerdos de una granja de la provincia de Braila, en el sureste de Rumanía, serán sacrificados tras identificar las autoridades un brote de peste porcina, informa el periódico digital rumano Universul.
Desde el comienzo del año se han detectado además casos de peste porcina en la provincia vecina de Galati, donde han sido sacrificados alrededor de 500 cerdos en 174 propiedades debido a estos brotes y se han tomado medidas de precaución para evitar más contagios.
Entre las restricciones impuestas destaca la prohibición de entrar y sacar animales de las granjas afectadas y de transportar cerdos por las vías públicas de la provincia sin la autorización expresa de las autoridades.
El primer caso de peste porcina se identificó en la provincia de Braila durante el verano de 2018. Desde ese momento se han sacrificado más de 200.000 cerdos, tanto de granjas comerciales como de propiedades dedicadas a la agricultura de subsistencia, a los quehay que sumar estos más de 25.000 cerdos de ahora.
Según dijo en noviembre el ministro de Agricultura rumano, Adrian Oros, la aparición de peste porcina africana en varias provincias de Rumanía podría poner en peligro la exportación de cerdos desde este país del Este de Europa.
"Corremos en peligro de que se nos cierren todas las exportaciones durante años", dijo el ministro del gabinete de centro-derecha que gobierna Rumanía desde noviembre pasado, quien tras acusar al anterior ejecutivo de no haber tomado las medidas necesarias contra la peste porcina se comprometió a actuar con celeridad.
El problema e peste porcina en Europa no acaba de solucionarse. Recientemente, el estado alemán de Brandenburgo comenzó este viernes 20 de diciembre a levantar una valla electrificada en su frontera con Polonia , para evitar la entrada de jabalíes infectados de peste porcina africana (PPA).
En los últimos meses, un brote de peste porcina en el oeste de Polonia ha hecho saltar las alarmas en ambos países, que temen por el futuro de su cabaña porcina.