¿Queremos recuperar la Ganadería Extensiva y la Dehesa?
por Redacción | Dic 2, 2020 | Opinión
Francisco Casero Rodríguez / Presidente Fundación Savia y María Pía Sánchez Fernandez / Presidenta Fedehesa
«Para ello, lo primero que hay que hacer es rescatar a las superficies de pastoreo de la situación de abandono en la que se encuentra, ya que la injusta Regionalización y los Derechos Históricos (80% de los Pagos Directos), hechos para primar a la producción (fertilizantes y pesticidas), están expulsando de la PAC, a los Pastos y a los ganaderos de extensivo (16% de los Pagos Directos), que precisamente actúan como auténticos conservadores del medio ambiente y la biodiversidad, manteniendo hábitats y creando sumideros de carbono.»
La Fundación Savia y FEDEHESA comienzan esta reflexión señalando que la ganadería extensiva y la Dehesa están indisolublemente unidas al pastoreo, y que los Pastos son la base territorial en la que se desarrolla la ganadería extensiva. De los 50,5 millones de hectáreas que tiene España, solo 18 millones son cultivables, mientras que las superficies pastoreables llegan a alcanzar los 23 millones de hectáreas. Por tanto, tenemos un país eminentemente propicio para el desarrollo de la ganadería extensiva. Hecho de enorme importancia para la nueva PAC (2023-2027) y para alcanzar los objetivos medioambientales previstos en el Pacto Verde Europeo (2019) y en el Acuerdo de París (2015).
Pero ¿en qué situación se encuentran estas superficies pastoreables? La contestación a esta pregunta está en los datos que oficialmente maneja el Ministerio de Agricultura (MAPA), del año 2018:
Por un lado, el Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIGPAC) dice que existen en España 18,8 millones de hectáreas de Pastos.
Por otro lado, el Anuario de Estadísticas Agrarias dice que son solo 8,9 millones de hectáreas.
Mientras que en el Informe del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria) aparecen solo 5,9 millones de hectáreas de Pastos.
Encontramos tres cifras oficiales tan llamativas y DISTINTAS que su mera observación indica la anómala situación administrativa en la que se encuentran los pastos españoles: Se reconoce oficialmente que existen 18,8 millones de hectáreas de Pastos, pero el FEGA solo declara en Bruselas 5,9 millones de hectáreas (antes de aplicar el CAP). Por tanto, desaparecen 13 millones de hectáreas de la PAC, y queda claro que solo se están declarando en Bruselas el 30% de los pastos que existen en España.
¿Por qué se ha producido el abandono de tantos millones de hectáreas de pastoreo? Principalmente por la falta de rentabilidad y viabilidad de las numerosísimas explotaciones ganaderas que las pastoreaban, que han terminado cerrando (2 de cada 3 explotaciones familiares), y abandonando los terrenos pastoreados (más de 17 millones de hectáreas desde que entramos en la CEE). Estos datos confirman que la PAC ha sido muy perjudicial para los pastos y la ganadería extensiva, y han dado lugar a una situación prácticamente insostenible para el sector:
Un ganadero de extensivo recibe actualmente un Pago Básico a la Renta (Pagos Directos de la PAC) un 260% inferior a la que recibe de media un agricultor.
En el reparto que se hizo de los Derechos de Pago Básico a las hectáreas admisibles, los ganaderos de extensivo solo recibieron los correspondientes a 4,25 millones de hectáreas (21,7%), mientras que los agricultores se repartieron 15,35 millones (78,4%).
Cuando se hace la desconcertante regionalización en España (52 Regiones) para distribuir los importes de los Derechos Históricos, a los ganaderos de extensivo se les concentra (80%) en dos Regiones (Región 103 y Región 203) para que solo reciban unos 70 euros/hectárea, de esos Derechos Históricos, mientras que a los agricultores se les distribuye en 43 regiones, repartidas por toda España, para que reciban alrededor de 150 euros/hectárea de los mismos.
Esta incomprensible regionalización y reparto ha dado lugar a que, de los 5.006 millones de euros de Pagos Directos que llegaron de Bruselas en el año 2018, los ganaderos solo recibieron 822 millones (incluidos Pagos Verde y Asociados), mientras que los agricultores recibieron 4.184 millones de euros, por hacer ambos la misma función (mantener adecuadamente las tierras).
La situación actual es enormemente preocupante, porque la Ganadería Extensiva y la Dehesa, además de su pérdida patrimonial (valor de la tierra), están ancladas en una crisis económica permanente, de la que es imposible salir si no se toman medidas urgentes y de calado en el Plan Estratégico Nacional. Sin embargo, se tiene la sensación de que se está presentando como la gran solución elaborar un Ecoesquema para la Ganadería Extensiva en la próxima PAC (2023-2027), cuando se sabe que el déficit estructural que tienen (100/150 euros/hectárea) no es posible cubrirlo con el valor de los Ecoesquemas que solo van a suponer el 20-30% del total de los Pagos Directos, y conociendo que desaparece el 30% del Pago Verde. Por tanto, el CAMBIO VERDADERAMENTE NECESARIO para recuperar la Ganadería Extensiva y la Dehesa tiene que sustentarse sólidamente en otro tipo de Regionalización más moderna y europea, y en unos futuros Derechos de Pago bastante mayores (casi el doble que los actuales), dentro del importante capítulo de Ayuda Básica de la nueva PAC, que es donde se va a repartir el 50-60% del importe total de los próximos Pagos Directos; haciendo valer que los ganaderos de extensivo cumplen holgadamente con los tres objetivos que específicamente se priorizan en la elaboración de los Planes Estratégicos: a) contribuir a la mitigación del cambio climático, b) promover la gestión eficiente de los recursos naturales (agua, suelo y aire), y c) contribuir a la protección de la biodiversidad, los hábitats y los paisajes.
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