Lo ha hecho en el Foro Agro HOY-Santander, y se trata de una ayuda económica para los ganaderos por ser esta enfermedad consecuencia del cambio climático.
José Tomás Palacín
Miércoles, 6 de noviembre 2024, 14:16
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El Diario HOY y el Banco Santander han celebrado esta mañana en Mérida, en el Hotel Ilunion Las Lomas, una nueva edición del Foro Agro, que ya se ha convertido en todo un referente del análisis del sector primario extremeño. Un evento en el que se han dado cita los principales representantes del campo y de la economía de la región.
Como Mercedes Morán, consejera de Agricultura de la Junta de Extremadura, que se ha mostrado, sobre todo, preocupada por el tema que más ha copado las noticias de la ganadería en las últimas semanas: la lengua azul. De hecho, en el evento ha dado una buena noticia. Y es que parece que la llamada de auxilio a Europa ha hecho efecto.
«En Bruselas se está moviendo algo: una medida muy parecida a la de la covid-19, la Medida 22, para que dentro de los planes de desarrollo rural se pueda destinar dinero a los ganaderos afectados por la lengua azul», ha explicado. La cuestión: la lengua azul está claramente relacionada con el cambio climático, ya que, a Extremadura, al tener más tiempo de calor, le cuesta más deshacerse del mosquito que transmite la enfermedad.
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«Se llama medida 23, estamos trabajando junto al Ministerio de Agricultura y otras comunidades autónomas y sabemos que Francia también ha pedido esta ayuda. Estaría financiada por la propia Unión Europea, el Gobierno y las regiones», ha puntualizado.
Asimismo, ha lamentado que «si hablamos de ganadería y de sanidad animal, por desgracia, en los últimos meses, padecemos un problema que afecta al sector del ovino; una catástrofe, que no por ser una conocida no deja de ser un problema».
La lengua azul es «de primer orden» para la Junta, pero también para España. Y es un problema que se da de bruces con una situación «delirante». «Hablamos de que la transmite un mosquito que se mueve hasta 700 kilómetros, no se puede controlar. Sí prevenir. Por lo que hemos pedido también al Ministerio, junto con otras autonomías, que lo trate como un problema nacional, con un acuerdo para todo el país. Nos estamos peleando con otras regiones, casi literalmente, por conseguir vacunas», ha asegurado.
Del mismo modo, han pedido la investigación de una vacuna polivalente con todos los serotipos más allá de la ayuda pedida a Bruselas: su apoyo para combatir esta enfermedad. De momento, ese apoyo económico parece que vendrá.
El evento
Cabe reiterar que, en esta ocasión, el simposio ha dado todo el protagonismo a la ganadería, que en los últimos años ha tenido un papel esencial en la economía de la región, y que se ha tenido que enfrentar a problemas medioambientales; políticos, como la guerra en Ucrania, o a enfermedades como la tuberculosis, la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) o la ya mencionada lengua azul. Sin embargo, aunque parezca tocada, la ganadería tiene en sus retos muchas oportunidades para seguir siendo un sector esencial en Extremadura -y, cada vez más, fuera de sus fronteras-.
Justiniano Cortés, director territorial de Banco Santander en Extremadura, ha sido el primero en intervenir, tras la bienvenida de Álvaro Rodríguez Guitart, director general de HOY y Mar Domínguez, directora de HOY de Extremadura. Sobre el Foro Agro HOY-Santander, destacó que eventos como este no dejan de ser una excelente oportunidad para estar cerca del sector y tener de primera mano un diagnóstico de la ganadería.
«Siempre que hacemos un Foro Agro hablamos de agroindustria, de regadío, que están muy de moda y generan mucha inversión. Pero la ganadería es muy importante en Extremadura. Según cojamos entre ovino, caprino, porcino o vacuno, siempre estamos los primeros en números de cabezas de ganado. Y si sumamos todos los subsectores, somos la primera comunidad de España: vivimos donde más cabezas de ganado hay de toda Europa. Es un sector clave», ha destacado.
Las razones son varias. Es una garantía de la lucha contra el abandono del medio rural pues, allí donde hay un territorio con pastos de mala calidad, donde no se cultiva, está el ovino. También es garante de la sostenibilidad de la tanto se habla, pues gracias a ella hay menos incendios porque hay menso pasto seco. O cuidando la dehesa que se mantiene gracias al sector.
Cortés también ha subrayado que mantiene la cultura de la zona y, sobre todas las razones de su importancia, garantiza una alimentación saludable, algo que, en el mundo de hoy, es indispensable. «Hablar de ganadería es hablar de nuestra tierra en mayúsculas, y de nuestra economía y nuestra gente. Tampoco podemos caer en el punto de vista romántico como si estuviera en peligro de extinción. En cada reto hay una oportunidad».
El porcino está amenazado por los aranceles con China. No hay relevo generacional. Las enfermedades se suceden. La PAC no cuida a la ganadería. Y sin embargo, los precios se han recuperado, ha habido un buen clima, hay interés en la inversión, la calidad de las carnes es mucho mejor que en otros países... «Se puede invitar al optimismo», ha declarado.
Tres mujeres del campo
Tras la intervención de Cortés, Celestino Vinagre, redactor de HOY de Extremadura, ha dirigido una mesa redonda protagonizada por tres mujeres clave del sector en la región: Eugenia María Benaín, directora general de Copreca; María Pía Sánchez, ganadera y presidenta de la Federación Española de la Dehesa, y Lorena Ruiz, directora de Negocio Agroalimentario de Santander España.
La reconocida ganadera Pía Sánchez ha incidido, sobre todo, en el papel de la dehesa en Extremadura. «Un paisaje que nos caracteriza», ha incidido, y que hay que explotar porque se tiene abandonada. Según ella, es una verdadera oportunidad desaprovechada, ecológicamente, económicamente y en cuestión de turismo.
También ha puesto el foco en las nuevas generaciones, más allá de la falta de relevo generacional, en el sentido de que piden otras formas de alimentación, de mucha mayor calidad. «Vende mi lana, por ejemplo, a siete veces más de lo que se vende aquí, cuando lo hago fuera, por una razón: hay un relato detrás. Mis ovejas llevan ocho años sin desparasitación, no les hace falta, porque las propias plantas de mi finca son antiparasitarias de por sí. Hay que seguir en esta línea, seguir cuidando la dehesa», ha expresado.
En la vía del relato también se ha encontrado Lorena Ruiz, que cree que, muchas veces, el sector no se para a escuchar lo que quiere consumir la población. Quieren alimentos saludables, que no perjudiquen al medioambiente, y garantizar al consumidor final la trazabilidad.
«En cuestión de relato, el sector vitivinícola o el hortofrutícola llevan ventaja. Extremadura es sinónimo de calidad, hay que poner en valor lo que se hace. En restaurantes, muchas veces cuentan la historia del producto. «Eso tendríamos que hacer», ha explicado: contar la historia de lo que se hace en la región, porque «juntos» hay que conseguir que se empieza a valorar cuánto cuesta un producto de esta calidad.
Por su parte, Benaín ha dado su visión sobre otra de las cuestiones que afectan a la ganadería extremeña, como la regulación. «Tendríamos que apretar las tuercas a los que vienen, parece esto un país que 'ancha es Castilla', pero los requisitos como exportadores son tremendos», ha asegurado.
Líderes en exportación de cordero, los países árabes son quienes más les compran. Y, en una reunión con clientes de Marruecos, ha contado Benaín, le dijeron que ellos están muy tranquilos cuando llega un cordero o un ternero de Extremadura, que sólo tienen que preocuparse por discutir el precio. «España, frente a otros países de la UE, es el que mejor (y más) cuida sanitariamente a sus animales. En Extremadura, a los corderos, sólo les falta la música».
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