Los frutos que cultiva Vicent Eixea son deseados en toda España, pero escasos, porque prima la calidad
Vicent Eixea / Levante-EMV
Jordi Cuenca
València 23 AGO 2024 4:02
Los clientes y quienes aspiran a serlo no cesan de pedir a Vicent Eixea que amplíe sus tierras para producir mas melones, de tan buenos que están. Pero él, invariablemente, dice que no. Y lo explica: tiene 74 años, hace poco superó un cáncer de próstata y sus hijos no quieren seguir con el negocio. Así que hay que conformarse con lo que dan las 36 hanegadas que este agricultor tiene en la localidad castellonense de Xilxes para cultivar un producto único, objeto de deseo de todo aquel que lo prueba por su dulzura y su pulpa prieta. Un melón de categoría, como se dice en València.
Eixea lleva 44 años en el cultivo de esta cucurbitácea que, junto a la sandía, es la reina de las frutas en estos meses de tórrido calor. Hijo de agricultores, sus padres no querían que siguiera sus pasos en el duro oficio del campo: «Me pusieron a estudiar el bachillerato, pero les dije muy claramente que no se gastaran dinero en mí, porque no quería hacer una carrera universitaria sino seguir con la agricultura, así que al final dejé los estudios».
Progenitor
Cuenta este productor que su progenitor ya tenía en sus parcelas una parte dedicada a cosechar melones, pero que él, desde un principio, vio claro que el futuro estaba en esta fruta. Por tanto, poco a poco fue comprando tierras y empezó a producir como si fuera una madre . Ve su misión como la de una mujer que acaba de tener un hijo, aunque en este caso el retoño es una planta. Se trata de darle los cuidados necesarios en cada fase de crecimiento.
Vicent Eixea / Levante-EMV
Aquí desvela parte del éxito de una de las frutas más deseadas de la Comunitat Valenciana: el abono «para que el melón sea de calidad; el agua, que no sea dulce de manantial, sino de pozo, que es salina y le da más sabor al melón....». Y la tierra, un factor muy importante, porque «la planta del melón es la única a la que le va bien la sal. Si la zona de cultivo está próxima al mar, la calidad aumenta porque el terreno tiene más salobridad». De ahí que las parcelas de Eixea, adquiridas a lo largo de los años, se encuentren a 250 metros de la playa de Xilxes. Son tres, una de 25 hanegadas, otra de siete y la última, de cuatro.
Manjar
Este manjar es objeto de deseo de todo aquel que está en conocimiento de su existencia, pero no es fácil acceder a él. La producción, que el agricultor no detalla, no es abundante, precisamente para que prime la calidad. De hecho, este 'llaurador' solo produce «una cosecha al año. Plantamos a últimos de marzo o primeros de abril de forma intercalada para que haya melones a lo largo de los tres meses centrales del verano».
La cuestión es que en el momento de plantar las semillas «ya lo tengo todo vendido». La clientela se compone principalmente de «empresarios cerámicos de Onda, Castelló de la Planta, Vila-real, Vall d'Uixó y Xilxes . Fuera de la provincia de Castellón no vendo porque me falta producto y no quiero dejar colgados a mis clientes de toda la vida». No es del todo cierto, porque Vicent Eixea tiene algunos escogidos usuarios en otras partes de España, personajes famosos con conocidos en la provincia del norte de la Comunitat Valenciana, que reciben algunas piezas de los codiciados melones. «Son excepciones y en realidad, por mediación de amigos comunes, se los envío yo de forma gratuita», afirma el agricultor, quien, al ser preguntado por alguno de esos afortunados, cita a los hermanos Gabilondo, el exministro socialista de Educación y actual Defensor del Pueblo, Ángel, y el periodista Iñaki, también el crítico taurino Manolo Molés -este natural de dicha provincia-, pero también el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, del PP . Auténtica diversidad, como se ve.
Como ha quedado dicho, los clientes de Eixea lo tienen complicado para comprar más fruta de la que tienen asignada, a no ser que las condiciones climáticas propicien una cosecha histórica, porque este productor no va a ampliar su negocio, por la edad, por el contratiempo de salud de hace dos años en una persona con una vida «muy saludable», entre otros motivos porque «no he fumado nunca ni he bebido alcohol», pero también por la falta de relevo generacional, uno de los grandes males del campo valenciano.
Futuro
El hijo de Eixea, como cuenta el agricultor ,«es jefe de mecánicos en una empresa y no quiere dejarlo. Y mi hija y mi yerno tampoco quieren seguir. Es una lástima, porque esto se perderá». Como «no hago esfuerzo físico», porque tiene empleados para el momento de la recogida, Vicent Eixea cree que puede seguir al frente del negocio «al menos siete u ocho años». La dedicación es plena: «Durante los 365 días del año estoy pendiente, primero de la tierra para plantar en su momento, después estoy diariamente comprobando cómo va creciendo la mata y después sigo el control en el melón, para que no sufra ningún tipo de adversidad y cosecharlo en su momento más óptimo de dulzura. De esta manera, el cliente se lleva unas frutas con mucha personalidad» . La variedad que cultiva este agricultor es la denominada piel de sapo, con simientes autóctonas pero también con híbridas, con el propósito «de ganar tamaño y que el resultado sea un melón dulce, duro en el mordisco y que no sea harinoso».
Así q ue poco menos de una década queda para disfrutar lo melones de Xilxes de Eixea , a no ser, como afirma él mismo, que algún joven agricultor esté interesado en sucederle en este cultivo. Salvados, pensarán entonces sus clientes.
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