Los jóvenes agricultores sobre los fondos de inversión: Dan estabilidad cortoplacista

23/09/2024
En: heraldo.es
Digital
Marcos Garcés, Eva Lizama, Daniel Lacasa y Jorge Cajo opinan sobre el nuevo modelo productivo en el campo con la llegada de los grandes capitales y departen sobre el futuro del relevo generacional. Marcos Garcés, agricultor y ganadero de Bañón (Teruel).. HA Marcos Garcés asegura que le apasiona tanto surcar las olas del mar como hacer surcos en los campos de cereal, forraje y leguminosas que cultiva en la pequeña localidad turolense de Bañón , donde también tiene una granja de porcino de cebo . Sociólogo y con estudios en Ciencias Políticas, este joven tenía claro desde que apenas levantaba unos palmos del suelo que quería ser agricultor. Pero reconoce que si ha podido cumplir su sueño es porque procede de una familia con tradición y explotación agraria . "Somos un ejemplo ideal de incorporación. Tenemos tierra y mi padre me sigue enseñando", señala Garcés, que incide en lo complicado que es acceder a la profesión por la cuantía de las inversiones que hay que realizar. Pero incluso teniendo dinero, "es difícil porque no hay tierra para comprar", añade. Aunque apasiado del sector, reconoce que el trabajo en el campo está rodeado de incertidumbre, de riesgos que no se pueden controlar, como el clima. Por eso, asegura, la entrada de fondos de inversión en una explotación "es cierto que trae cierta estabilidad que, aunque cortoplacista, puede dar cierta envidia", pero advierte que también tiene sus peligros, "porque también es verdad que un día se van y te quedas colgado". Y eso no entra en los planes de este agricultor turolense que asegura que se incorporó a la actividad con un plan de vida, "para siempre", lo que incluye tener la explotación viva por si algún día sus hijos quieren seguir sus pasos . Lo que le preocupa, destaca, es la falta de rumbo y de una política agraria que defina lo que se quiere hacer con la agricultura y los agricultores. "Si dejas la alimentación en manos de pocas empresas igual nos encontramos un día con una sorpresa" , advierte. Eva Lizama, en su explotación de porcino de Gallocanta (Zaragoza). E. L. P. Eva Lizama: "Nos siguen los pasos porque el sector es primordial" A Eva Lizama le encanta fotografiar los "extraordinarios amaneceres" que se pueden contemplar en su pueblo: Gallocanta (Zaragoza). "Y los atardeceres, que también son espectaculares", añade. Pero lo hace cuando se lo permite su trabajo al frente -junto con su hermano y sus padres- de una explotación de porcino de ciclo cerrado, para la que cultiva sus propios cereales. Te puede interesar Los precios del cordero y la ternera se disparan por la caída de la producción y la alta demanda externa A Eva le apasiona su trabajo, pero reconoce que es casi impensable ser agricultores si tus progenitores e inclusos tus abuelos no lo han sido antes. Los problemas vienen por el acceso a la tierra, la burocratización y la falta de financiación. "Se nos está quitando la capacidad financiera, somos un cuello de botella, porque compramos los inputs a los precios que no quieren poner y vendemos nuestros productos a los precios que nos quieren comprar". Muy crítica con el interés por la tierra de las grandes corporaciones añade con contundencia: "El beneficio que sacan de estrangular al sector lo están reinvirtiendo en comprar nuestras tierras" . Esta joven ganadera sabe bien por qué el capital externo al sector se siente tan atraido por él. "Estos fondos de inversión o grandes empresas nos están siguiendo los pasos, porque, como ya hace años que nosotros nos dimos cuenta, este es un sector estratégico y primordial", insiste, para recodar que este nuevo modelo frena la llegada de jóvenes porque provoca la subida de precio de las tierras agrícolas y "aprieta aún más con la burocracia". En su opinión, esto es un "problema social" que exige soluciones "multifactoriales", porque "los hijos de los agricultores no somos suficientes cubrir el relevo generacional y, además, habrá algún hijo de agricultor que tendrá derecho a no serlo, lo que obliga a incorporar a gente que no viene del sector". Daniel Lacasa, con su ganado en la localidad de Barós, apenas a tres kilómetros de Jaca. D. L. Daniel Lacasa: "Vamos hacia una agricultura sin agricultores" Daniel Lacasa es un figura del deporte. Jugador de jockey hielo en el club de Jaca (Huesca) sabe bien lo que es ir perdiendo una final y apretar los dientes, sacar las garras y deslizar con fuerza los patines para remontar. Eso le ha hecho campeón de Liga y de Copa del Rey. Un esfuerzo y unos valores que aplica a su profesión. O viceversa. Daniel es ganadero y agricultor en la pequeña localidad oscense de Barós y junto con su familia cuenta con una explotación de ciclo cerrado con 200 madres reproductoras más el cebo de recría . Cultiva además cereal y forraje que destinan en un 80% a la alimentación de sus animales de extensivo que pastorean en alta montaña . Reconoce que para un joven "no es fácil ponerse al frente" de una explotación agraria y menos si tus progenitores no proceden del sector, pero señala que a él siempre le gusta quedarse con lo positivo "como hago en el deporte". Y asegura que en lo que a rentabilidad se refiere, el sector primario ha cambiado mucho. "Mis padres tuvieron cuatro hijos y a los cuatro nos han dado estudios, con una explotación de 10 vacas de leche y 60 hectáreas de cultivo húmedo en la Jacetania", explicar, para detallar a renglón seguido que, ahora, 20 años después, para seguir viviendo han tenido que ampliar su explotación a más de 200 vacas madres y 500 hectáreas de cultivo, además de una empresa de servicios agrícolas. Con la llegada de los fondos de inversión "nos encaminamos a una agricultura sin agricultores" , lamenta Lacasa, que reconoce que, en determinadas circunstancias, es difícil convencer a un agricultor mayor sin relevo o a uno joven que quiere más tiempo libre de no caer en la tentación de los argumentos de estabilidad y rentabilidad que acompañan a los fondos de inversión. Jorge Cajo, fruticultor de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), en su explotación. J. Macipe Jorge Cajo: "Los fondos buscan rentabilidad pero se olvidan de lo social" Jorge Cajo es un joven fruticultor de la localidad zaragoza de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza) que, junto con su hermano Roberto, cultiva fruta dulce , especialmente de hueso y "algo de manzana". Tiene 24 años "recién cumplidos" y está terminando el Grado de Ingeniería Agrícola en la Escuela Politécnica de Huesca. Y con su hermano, cuatro años mayor que él, toca la guitarra y canta en una banda de rock punk de nombre Karga Sozial. Porque la música, explica Jorge, es ese lugar en el que ambos se evaden tras las largas jornadas recogiendo fruta en verano o podando los árboles en invierno. Es un apasionado del campo, porque "para vivir de la agricultura es imprescindible sentir pasión por el sector , ya que se trabaja de sol a sol, e incluso alguna noche". Pero es un esfuerzo que merece la pena, asegura. Como la inmensa mayoría de los jóvenes agricultores aragoneses procede de una familia con tradición agrícola. Si no fuera así, reconoce, "sería imposible" . Porque, insiste, "para dedicarte a la agricultura tienes que contar con una explotación familiar, es imprescindible venir de atrás". Y lo es, detalla Caja, porque las inversiones son "enormes y no se puede partir de cero". Le preocupa la "uberización del campo" porque "es perjudicial para la parte social de la agricultura" . Para este joven agricultor, los fondos de inversión "lo que buscan a toda costa es el rendimiento, la mayor productividad al menor coste posible", dejando de lado el impacto que la actividad tiene en el entorno en el que se desarrolla". Y lo explica con un ejemplo. "Si nosotros generamos dinero lo gastamos en los bares, en los talleres, en las tiendas de nuestra localidad. Si lo genera una empresa que tiene su sede lejos de nuestra Comunidad incluso lejos de España, mi pueblo no va a ver ni un euro". Conforme a los criterios de
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