Ganadería
Los ganaderos de Sayago ante la crisis de la EHE: "Estamos totalmente abandonados"
Productores de Moraleja de Sayago y Alfaraz denuncian "desamparo" y reclaman atención de las Administraciones para hacer frente a la infección de las vacas
En Moraleja de Sayago apuntan a una veintena de vacas muertas
En Alfaraz de Sayago están afectadas 9 de las 10 ganaderías existentes
"Es tan generalizado y ha venido tan de golpe que nos tienen acobardados"
Ganaderos de Moraleja de Sayago afectados por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en sus explotaciones de ganado vacuno cuentan la situación que están viviendo. I. G.
Irene Gómez
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Los ganaderos de Sayago están asustados. "Tenemos montada una buena y aquí no aparece nadie. ¿Dónde están las administraciones?. Cuando llegan con las campañas de saneamiento a vacunar deprisa y corriendo. ¿Y ahora qué, esto no es un problema?. Se nos mueren las vacas y como si nada".
En Moraleja de Sayago desde hace unos días no se habla de otra cosa. De "la fiebre de las vacas ". En uno de los municipios con mayor censo de vacas de campo, la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) tiene de cabeza al principal motor económico del pueblo con una treintena de familias viviendo del vacuno extensivo.
"Estamos abandonados por la Administración" insisten. Desde que a mediados de agosto saltó la noticia en la comarca de Ledesma, la inquietud ha ido en aumento hasta el día de hoy, con prácticamente todas las explotaciones ganaderas afectadas por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica. Así lo sostienen los productores de vacuno de este pueblo, donde del censo de más de 1 .400 rumiantes, aseguran que "la tercera parte pueden estar enfermos" y ya se cuentan "más de 20 vacas muertas".
No existe una estadística oficial, ni siquiera análisis del laboratorio de referencia que confirme el desastre en este pueblo y otros del entorno como Peñausende o Alfaraz y en general los emplazados en la raya con Salamanca .
Pero los ganaderos hablan desde la experiencia de observar día a día, casi hora a hora, el comportamiento del ganado y de las medidas que están tomando para tratar de evitar la expansión del mosquito Culicoides que, según los datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería , afecta al ganado vacuno, produciendo una "clínica moderada y autolimitante durante unas dos semanas".
Vaca de una ganadería de Alfaraz con dificultades para levantarse. I. G.
"Eso es mentira" se apresuran a corregir los ganaderos de Moraleja de Sayago después de dos semanas de crisis. "Que bajen al ruedo y vean lo que está pasando. Los camiones de recogida de cadáveres no dan abasto entre Salamanca y Zamora . Escasean los medicamentos y repelentes para tratar a las vacas. ¿Qué está pasando?. Dicen que no es para tanto, entonces por qué tenemos problemas para encontrar los antiinflamatorios" se preguntan.
Lo cierto es que este rincón de la comarca de Sayago -y en otros pueblos donde empiezan a ver animales sospechosos- crece el desconcierto por las consecuencias de una enfermedad totalmente nueva para ellos y ante la que no saben cómo reaccionar. "Podían haber dado una alerta desde las Administraciones, porque sabían que el mosquito iba subiendo, primero desde Andalucía, Extremadura, Salamanca y ahora aquí. Nos tenían que haber dicho cómo actuar, si hay que aislar a los animales, qué hacer" apunta uno de los ganaderos de Moraleja de Sayago.
Que no miren para otro lado, la que tenemos liada es muy gorda
"Yo las vacas que no he aislado se van contagiando todas y donde ha salido alguna y la he apartado, no he tenido problemas" intercede otro de los afectados de este pueblo. "Aquí va a pasar como con el Covid, que no había nada, no había nada y de repente mira la que se lió" opina otro.
Todos tratan de buscar una explicación a lo ocurrido en apenas quince días. En el sentir de estos productores sayagueses hay una sensación de que "no se actúa porque esto tiene implicaciones políticos. Hasta que no pase la Feria de Ganado de Salamanca no van a hacer nada" deslizan sobre las consecuencias que puede tener el impacto de la enfermedad en los objetivos de uno de los mayores eventos ganaderos de España.
Felipe Berrocal, alcalde y ganadero de Alfaraz de Sayago, en una finca donde tiene vacas afectadas. I. G.
"A los que están sentados en el sillón les da igual que se nos mueran las vacas. Estamos totalmente desprotegidos. Que no miren para otro lado porque la que tenemos encima es muy gorda" insisten sobre las dimensiones de un problema en el que también echan en falta la implicación de los sindicatos y los Servicios Veterinarios oficiales.
"Todos saben perfectamente lo que hay. De hecho, en Peñausende hace quince días fueron a tomar muestras en tres ganaderías y no se sabe más" advierte uno de los ganaderos. ¿Y en Moraleja de Sayago? "Aquí no aparece ni María Santísima, que vengan a ver lo que hay porque nos quedamos sin vacas".
A escasos siete kilómetros, en Alfaraz de Sayago , la situación no es muy distinta aunque la mortandad de vacas se limita a dos animales. Lo confirma Felipe Berrocal, alcalde y ganadero de otro de los pueblos con un importante censo de vacuno. Diez familias con explotaciones en torno al centenar de animales viven de la ganadería en Alfaraz.
Con el año que llevamos tan catastrófico, ahora encima a soltar dinero para tratar a las vacas
"Aquí están todas tocadas menos una". Como cuenta Berrocal, desde que saltó el primer caso "el 10 de agosto", el problema no ha hecho más que avanzar. "Llegaban noticias preocupantes de Ledesma, pero cuando pasó a Peñausende ya lo vimos encima y nosotros -lleva la explotación con dos hermanos- de repente tuvimos siete vacas en enfermas en una finca rayando con Moraleja. Lo están pasando muy mal".
Felipe Berrocal con una vaca que empieza a salir de la enfermedad. I. G.
Tomaron medidas de inmediato. "Estamos pinchando muchas vacas, aplicando antiinflamatorio y medicamentos, es la manera de controlar esto un poco" afirma Felipe Berrocal. Una tarea dificultosa porque "no es fácil encontrar los medicamentos ni garrochas para pinchar al ganado. Algo estará pasando cuando hay desabastecimiento" reflexiona el ganadero de Alfaraz.
Y costosa. "Con el año que llevamos tan catastrófico, ahora encima a soltar dinero para tratar a las vacas. Es un dineral" lamenta Felipe Berrocal, quien nunca ha visto algo parecido. "Es tan generalizado y ha venido tan de golpe que nos tiene acobardados". El temor de los productores es "lo que pueda pasar en la paridera. Nosotros la tenemos enfocada desde septiembre a noviembre principalmente. Van a empezar a parir las vacas y no sabeos qué puede pasar con los ternerines. Es un lío gordo, necesitamos que nos informen" demanda.
Felipe Berrocal coincide con sus vecinos de Moraleja en el "desamparo" que sienten frente a un problema que no son capaces de controlar. "Esto está abocado a la hamburguesa de plástico - zanja un ganadero de Moraleja - y no digo ninguna bobada".
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